Quiebra del Silicon Valley Bank sacudió el sector tecnológico de Miami

En los siete años que lleva invirtiendo en empresas tecnológicas emergentes en Miami, Chris Adamo, de 42 años, nunca ha tenido un mes más difícil.

Entre el 8 y el 10 de marzo, el cofundador de Flamingo Capital y sus socios se apresuraron a ponerse en contacto con cada una de las empresas de su cartera para consultar si tenían depósitos en Silicon Valley Bank (SVB). Se había extendido la noticia de que el banco californiano especializado en emprendimientos estaba en graves problemas financieros. Exhortaron a sus ocho empresas emergentes de Miami que eran clientes del banco —que abrió una oficina en Brickell a finales de 2021— que transfirieran urgentemente su dinero y abrieran cuentas en varios bancos más grandes.

Cuatro de las ocho empresas pudieron hacerlo antes que el banco colapsara el 10 de marzo, dijo Adamo, que se mudó desde Nueva York en 2012. También preguntó a otras empresas de inversión si podían transferir capital fresco a las nuevas cuentas de esas empresas en medio de la incertidumbre masiva entre los bancos regionales de todo el país provocada por la abrupta quiebra. Lo hicieron, pero esos fueron “sin duda los días más aterradores para nosotros” como inversionistas, dijo.

La empresa de Adamo no fue la única. Aparentemente, al menos la mitad de las nuevas empresas tecnológicas que operan en Miami tenían dinero en SVB, según un cálculo fiable del Herald. Y los gerentes del banco en Brickell estaban yendo más lejos en el área de Miami para patrocinar eventos relacionados con la tecnología. En uno de ellos, resulta que el banco no ha entregado a la ciudad de Miami los $15,000 que prometió invertir en el emprendimiento ganó un concurso celebrado en febrero por las autoridades municipales.

Los sectores tecnológico y financiero de Miami se han disparado en los dos últimos años en una expansión inducida por la pandemia. Empresarios, inversionistas de capital riesgo y titanes del capital privado se trasladaron a Miami y ayudaron a transformar la ciudad. Muchos procedían de Nueva York y California. Y el año pasado, Miami registró un fuerte aumento de las inversiones de capital de riesgo y del número de acuerdos de inversión, en contra de las tendencias más moderadas de los centros tecnológicos tradicionales como Boston, el Área de la Bahía de San Francisco y el resto del país. Miami era diferente, proclamaban entusiasmados los recién llegados y los locales que apoyaban o trabajaban en el floreciente ecosistema tecnológico.

Sin embargo, las secuelas de la quiebra del Silicon Valley Bank pusieron de manifiesto que cuanto más crecen los sectores tecnológico y financiero en Miami, más expuestas están la ciudad y la zona circundante del sur de la Florida a importantes repercusiones, incluso cuando el epicentro de la implosión de la segunda mayor quiebra bancaria de la historia del país ocurre en la costa oeste. El objetivo de Miami de ir a lo grande en tecnología conlleva grandes riesgos de consecuencias imprevistas.

“No estamos aislados de nada de eso”, dijo Adamo sobre las desgracias del banco. “Nunca vamos a ser una isla”.

‘Es parte del capitalismo’

El alcalde de Miami, Francis Suárez, se ha mostrado especialmente entusiasta con la tecnología, decidido a establecer un centro tecnológico sostenible y próspero. Ha desempeñado un papel importante en la aceleración de la expansión masiva de la tecnología y las finanzas de la ciudad, desde su ahora famoso tuit de diciembre de 2020. Suárez respondió a un comentario de Twitter en plena pandemia de cierres en California, sugiriendo traer Silicon Valley —los emprendimientos y los inversionistas, no el banco— a Miami con un simple tuit propio: “¿Cómo puedo ayudar?”

El alcalde de Miami, Francis Suárez da su discurso sobre el Estado de la Ciudad, en el Ayuntamiento de Miami, el viernes 27 de enero de 2023.
El alcalde de Miami, Francis Suárez da su discurso sobre el Estado de la Ciudad, en el Ayuntamiento de Miami, el viernes 27 de enero de 2023.

En una entrevista la semana pasada en el Ayuntamiento, el alcalde dijo: “Me han pasado muchas cosas por la cabeza” desde el fracaso del Silicon Valley Bank. Sin embargo, no lo piensa dos veces a la hora de apostar por la tecnología.

Los fracasos y reveses forman parte del sistema de libre mercado, y más aún en el caso de las empresas emergentes.

“Es parte del capitalismo. Inviertes, te arriesgas”, dijo el alcalde. “A veces tienes éxito, a veces fracasas. Aprendes del fracaso y tratas de no cometer los mismos errores”.

Pero dijo que cuando yuxtapone eso con la política, “todos quieren adjudicarte el fracaso y que parezca que eres un fracasado, en lugar de ver que es solo un proyecto que fracasa”.

Suárez explicó que una parte fundamental de su trabajo consiste en asistir a actos locales para celebrar la llegada o apertura de nuevas empresas, incluidas compañías tecnológicas y financieras. Que algunas de esas firmas se hundan después no le asusta.

“El mundo nunca ha sido tan complicado”, dijo. “La velocidad a la que una gran empresa puede desaparecer, como hemos visto, es increíblemente rápida. Esto crea un riesgo tremendo, pero ¿qué vamos a hacer? Uno no puedo quedarse cruzado de brazos”.

Al mismo tiempo, el alcalde dijo que recabará aún más información cuando surjan nuevas empresas en Miami.

“Creo que voy a seguir haciendo más y más de las diligencias debidas”, dijo. “Creo que eso forma parte de mi proceso de aprendizaje, así que creo que uno también tiene que crecer y aprender por sí mismo”.

Exposición generalizada

Tras el colapso, los medios nacionales informaron que las autoridades normativas federales tenían en la mira las operaciones de Silicon Valley desde hacía años. Incluso así, la quiebra del banco fue inesperada en el sector tecnológico de Miami, formado por inversionistas y empresas emergentes, y en todo el país.

Sin previo aviso, han tenido que hacer frente a una conmoción y a diversos grados de afectaciones en sus empresas.

Capsule, una empresa de Miami que emplea inteligencia artificial para videos, empezó en 2021 y contaba con el respaldo de Flamingo Capital. También era cliente del ahora famoso banco californiano.

“No se consideraba arriesgado guardar el dinero en un banco de 40 años con la mejor reputación”, publicó el cofundador Champ Bennett después que alguien lo criticara en Twitter.

Además, Bennett dijo que SVB era uno de los únicos bancos que trabajarían con su emprendimiento, ofreciendo productos como una tarjeta de crédito corporativa sin exigir garantías personales a los fundadores de la empresa.

Aunque Bennett es uno de los pocos en admitirlo públicamente, al menos la mitad de las nuevas empresas tecnológicas de Miami eran probablemente clientes de banca comercial de SVB, según un cálculo proporcionado al Herald por Juan Pablo Cappello, veterano emprendedor de Miami, abogado de negocios y socio fundador de PAG Law. Se negó a hablar detalles, citando el privilegio abogado-cliente.

Una de las razones es que importantes empresas de inversión de capital riesgo, como Atomic, del Área de la Bahía de San Francisco, y Founders Fund, también eran clientes del SVB y ambas se instalaron con orgullo en Miami durante la pandemia. Tienen oficinas en Wynwood. Atomic y muchas de sus empresas de cartera tenían cuentas en SVB, dijo Chester Ng, socio general de la oficina de la firma en Miami.

Founders Fund, del multimillonario Peter Thiel, retiró su dinero un día antes de la quiebra de SVB.

El multimillonario inversionista de riesgo y cofundador de Founders Fund, Peter Thiel, posee una casa en Miami Beach. Founders Fund retiró su dinero de Silicon Valley Bank un día antes de la desaparición del banco.
El multimillonario inversionista de riesgo y cofundador de Founders Fund, Peter Thiel, posee una casa en Miami Beach. Founders Fund retiró su dinero de Silicon Valley Bank un día antes de la desaparición del banco.

“El jueves por la mañana quedó claro que estábamos en medio de un pánico bancario, y reaccionamos en línea con nuestros deberes fiduciarios”, dijo Neil Ruthven, director financiero de Founders, en un comunicado enviado al Herald.

Los socios de la empresa, como el multimillonario Keith Rabois, ex ejecutivo de PayPal, han promovido con el sector tecnológico de Miami. Y fue directivo de Founders quien envió el profético tuit en diciembre de 2020, al que respondió el alcalde Suárez.

La vieja guardia tecnológica de Miami no se libra

Los veteranos que han defendido el potencial de la ciudad como oasis tecnológico durante más de una década también se vieron perjudicados por SVB.

Melissa Medina, nacida en Miami, cofundadora y presidenta de eMerge Americas, que ha celebrado la mayor conferencia anual de tecnología desde 2014, dijo al Herald que eMerge fue cliente del banco durante más de cinco años. Tras varios días de tensión, “pudimos acceder a nuestros fondos y no incurrimos en pérdidas, afortunadamente”, dijo.

eMerge también había colaborado con el banco y sus empleados, y dijo que los antiguos representantes locales del banco “dedicaron mucho tiempo y recursos al crecimiento” del sector tecnológico en Miami. Emblemática de las emociones de muchos en el mundo de la tecnología, Medina dijo: “Es difícil y desafortunado ver cómo se desarrolló esto y lo que ocurrió”.

Melissa Medina, presidenta de eMerge Americas, participa en el panel de economía de la Cumbre de Prioridades de la Florida en la Universidad de Miami en Coral Gables, el 19 de noviembre de 2019.
Melissa Medina, presidenta de eMerge Americas, participa en el panel de economía de la Cumbre de Prioridades de la Florida en la Universidad de Miami en Coral Gables, el 19 de noviembre de 2019.

Demian Bellumio, ]veterano fundador del sector tecnológico que se graduó en la Universidad Internacional de la Florida en 2000, dijo que tenía tres cuentas en el SVB. Miami Tech Life, organización que ayudó a fundar, también tenía cuentas allí. Dijo que al principio pudo retirar algo de dinero, pero que otras transferencias no se efectuaron. Cuando las autoridades federales intervinieron, pudo acceder a todo su dinero. (A las 48 horas del colapso, el Tesoro federal intervino y aseguró a todos los depositantes de Silicon Valley, incluidos muchos que tenían más de los $250,000 que la Corporación Federal de Seguros de Depósitos asegura en todos los bancos con estatuto federal).

Bellumio mantiene un profundo aprecio por el banco y, de hecho, desde entonces ha devuelto su dinero al banco provisional SVB Bridge Bank, gestionado por el gobierno federal, “para apoyar al banco” mientras el gobierno y los dirigentes bancarios estadounidenses siguen intentando venderlo a uno o varios compradores. Hasta ahora, los gigantes bancarios JP Morgan Chase, Bank of America y Wells Fargo han decidido no absorber lo que queda del SVB.

Incluso los inversionistas inmobiliarios de Miami, al parecer, se vieron atrapados por la desaparición. Rialto Capital, con sede en South Biscayne Boulevard, estaba recaudando un nuevo fondo, por lo que había pedido a los inversionistas que depositaran dinero en su cuenta del SVB antes del final de la semana en que el banco se derrumbó, según dos personas con conocimiento directo. No está claro qué ocurrió finalmente. Las múltiples llamadas telefónicas de un reportero del Herald a funcionarios de Rialto no obtuvieron respuesta.

Errores internos del SVB

Con sede en Santa Clara, California, Silicon Valley Bank operó durante cuatro décadas. Su crecimiento se disparó en la última década. Durante la pandemia en curso que comenzó en la primavera de 2020, los depósitos de los clientes en el banco aumentaron a medida que la tecnología se disparaba. SVB colocó gran parte de ese dinero en bonos del Tesoro estadounidense a largo plazo, normalmente una inversión conservadora. Entonces, el año pasado, la Reserva Federal inició una serie de alzas de intereses, tratando desesperadamente de frustrar la obstinada inflación que sigue atenazando al país y exprimiendo el bolsillo de los consumidores. Por lo tanto, el valor de la deuda que SVB tenía, pero que no podía liquidar, se desplomó.

Los administradores del SVB no ajustaron su estrategia de inversión para compensar el riesgo. Mientras tanto, el sector tecnológico se desplomó a nivel nacional el año pasado, por lo que las empresas emergentes retiraron cada vez más dinero de sus cuentas en el banco, ya que lo necesitaban en tiempos difíciles para seguir pagando las nóminas.

Después que SVB informó a principios de semana que estaba buscando capital fresco, cundió el pánico. Solo al día siguiente, los clientes retiraron $42,000 millones. Estaba claro que era una retirada masiva de depósitos que ni el banco ni los funcionarios electos ni nadie podía detener. Las autoridades federales tuvieron que rescatar a los depositantes de SVB para calmar los temores y evitar que el caos se extendiera potencialmente a gran parte del sistema bancario nacional.

Desafíos futuros

Después de esto, para el sector tecnológico de Miami, ”no va a ser tan fácil como el último año y medio”, dijo Scott Kimball, director de Inversiones de Loop Capital Asset Management, de Miami. “Cuando se habla de las industrias tecnológicas o financieras a nivel de sistema, no se puede operar en un solo lugar”.

Además del estrés y las afectaciones de las últimas tres semanas, los emprendimientos tecnológicos enfrentan otros probables desafíos financieros, según inversionistas, analistas y fundadores.

“Esto dificultará las cosas”, dijo Adamo, de Flamingo Capital.

A las empresas de capital riesgo les costará más encontrar inversionistas y recaudar fondos, y tendrán que tener más cuidado a la hora de elegir las empresas emergentes que respaldan.

Y, en general, los costos de financiamiento aumentarán y el crédito se hará más restrictivo. “Cuando ocurren estas quiebras o tensiones bancarias, las condiciones crediticias se endurecen para todos los consumidores”, afirma Kimball.

Todo esto está ocurriendo durante un comienzo lento de las nuevas empresas de Miami en lo que va de 2023. Tras el año récord de 2022, en enero y febrero Miami atrajo $78.6 millones en financiamiento de capital riesgo para empresas en fase inicial, alrededor de una décima parte de lo que recibió en los dos primeros meses del año pasado, según la firma de investigación PitchBook.

Y el número de nuevas empresas que consiguieron acuerdos de inversión de capital riesgo durante los dos últimos meses es solo la mitad del número de acuerdos en Miami en el mismo período hace un año. Los centros de creación de empresas tecnológicas del Área San Francisco, Nueva York y Austin también han empezado el año con tropiezos.

Otro efecto indirecto es que SVB ya no patrocinará eventos comunitarios locales en Miami.

El 7 de febrero, la ciudad celebró el Black History Month Pitch Competition con los copatrocinadores eMerge Americas y SVB.

“Estamos orgullosos de asociarnos con eMerge y Silicon Valley Bank para presentar el Black History Month Pitch Competition”, dijo el alcalde Suárez en enero. “El Pitch Competition es un paso importante para promover la diversidad y la inclusión en la industria tecnológica y apoyar el espíritu empresarial negro en Miami”.

Los funcionarios del SVB se habían comprometido a entregar $15,000 a la empresa ganadora del concurso.

El alcalde Suárez dijo en la entrevista de la semana pasada que ahora asume que el banco en quiebra no puede cumplir su promesa financiera y su oficina está buscando un patrocinador de reemplazo.

Erick Gavin fue nombrado director ejecutivo de Venture Miami en enero de 2022.
Erick Gavin fue nombrado director ejecutivo de Venture Miami en enero de 2022.

Erick Gavin, director ejecutivo de Venture Miami, una parte del Ayuntamiento centrada en el crecimiento del sector tecnológico, estuvo presente en la entrevista con Suárez y dijo que los funcionarios de la ciudad ya están buscando otro aliado para cumplir el patrocinio de $15,000. Gavin dijo que se cubrirá “completamente”.

Optimismo en medio de la angustia

Suárez, Gavin y otros siguen convencidos que el centro tecnológico de Miami prevalecerá, seguirá siendo atractivo para personas de otras partes y sobrevivirá al naufragio financiero del SVB.

“Habrá algunas afectaciones a corto plazo”, dijo Mason Williams, director administrativo y director de Inversiones de Coral Gables Trust. Sin embargo, “las empresas seguirán viniendo en masa. No creo que eso vaya a cambiar”.

Incluso Adamo, el magullado inversionista de riesgo de Miami, se muestra positivo a largo plazo. El 15 de marzo, el miércoles después de la quiebra de SVB, volvió a la hora feliz semanal de la tecnología en el Freehold en Wynwood que ayudó a iniciar y se ha convertido en una reunión influyente que atrae a veteranos y recién llegados en el creciente ecosistema de innovación.

“En general, personalmente no estoy frenando mi tesis de inversión, y mi ritmo ha sido bastante estable en los últimos años”, dijo.

Pero incluso así, el fracaso de SVB puso de manifiesto la amarga realidad de que cuanto mayor sea el centro tecnológico de Miami, más entrelazado estará con cualquier catástrofe financiera en cualquier lugar del país y del mundo. A esto hay que añadir el difícil entorno macroeconómico y los persistentes temores de recesión.

“Va a ser difícil que cualquier sector tecnológico, en cualquier parte de la economía mundial, no se vea afectado por esto”, dijo Kimball, de Loop Capital.

Adamo coincidió. “Estamos tan afectados como Nueva York o San Francisco. Creo que va a ser así siempre”.