El embrollo de Superman bajo la poderosa sombra de Henry Cavill
La nueva película de Superman tiene una misión difícil por delante ante el fanatismo que todavía defiende a Henry Cavill a dos años de su despido
Superman está de camino. Al menos así lo revela la primera foto de la nueva película del hombre de acero protagonizada por David Corenswet y dirigida por James Gunn, donde lo vemos vistiéndose, terminando de ajustarse el traje para salir a la calle y salvar al mundo de nuevo. Sin embargo, lo que debería ser una revelación celebrada al tratarse del regreso del superhéroe definitivo de los cómics, en realidad está siendo vapuleada, criticada y detestada por cientos de curiosos y fans que no superan la decepción tras el despido de Henry Cavill.
“No parece Superman”, “Sin duda, lo peor que Superman jamás ha lucido”, “El disfraz se ve terrible”, “Esto es Photoshop” o “Henry Cavill será siempre MI Superman”, son algunos de los miles de comentarios que se pueden leer en la publicación oficial de la fotografía en Instagram.
Críticas, burlas, comparaciones… las reacciones son tan negativas que podríamos pronosticar un desastre de proporciones épicas para DC y Warner Bros. Hasta James Gunn respondió a las críticas de Photoshop aclarando que la foto es real y fue tomada por el fotógrafo oficial del rodaje.
Sin embargo, si les soy sincera, no veo nada ‘criticable’ en esa foto: un actor que parece un calco de Henry Cavill ajustándose un traje similar al que vimos muchas veces. Incluso diría que me resulta interesante que luzca sucio y desgastado, tentándonos con sus historias de batallas, o que se vea arrugado en algunas partes porque lo humaniza más todavía, mientras la capa cuelga en su espalda, inmutable, listo para la acción.
Criticarlo, como hacen algunos, porque lleva los calzoncillos rojos -cuando es un clásico del personaje- o decir que parece un disfraz de ‘Cosplay’ suena a crítica gratuita y me lleva a la inevitable conclusión de que no estamos ante un rechazo que parte de la lógica, sino de reacciones asociadas al rencor y la decepción.
Es como si los fans del Superman previo, el de Henry Cavill, no lograran pasar página. Cuando el actor británico lo hizo, tiene otros proyectos en su vida, incluso más importantes, como ser padre por primera vez. Sin embargo, sus seguidores fieles siguen anclados en el pasado, comparando y criticando al nuevo Superman en su nombre, olvidando toda lógica hollywoodense: que estamos ante el reinicio de una saga. Ante un nuevo Superman como lo fueron Brandon Routh, Tom Welling, Dean Cain, Christopher Reeve o George Reeves, entre otros, previamente. Que lo mismo pasa constantemente con Batman, Spider-Man, Los cuatro fantásticos o James Bond.
Analizando el asunto nos podemos remontar al caso de Daniel Craig cuando vivió un rechazo similar con el anuncio de su fichaje como 007. Las críticas fueron odiosas, tachándolo de “feo” o “poco carismático”, pero el actor y sus responsables mantuvieron la calma, dejando que Casino Royale hablara por sí sola cuando llegara el momento. Y así lo hizo. La película fue un éxito y el actor inglés tapó unas cuantas bocas. Quien sabe, tal vez James Gunn y compañía utilicen este ejemplo para mantener la esperanza de que, llegado el momento, Superman volará por su cuenta.
Sin embargo, este caso cuenta con un historial que lo hace diferente, mientras las reacciones que vemos por una simple foto promocional indican que Superman tiene su misión más difícil por delante.
La jugada mal pensada de Superman
James Gunn siempre supo que no lo tendría fácil. Cuando se dio a conocer que sería el jefe de DC Studios junto a Peter Safran a finales de 2021 y que el plan era reiniciar todo el universo cinematográfico, dijo en X (antes Twitter) que “eran conscientes” de que habría “cierta minoría de gente online que podrían ser, bueno, alborotadores y crueles”. Sin embargo, parece que no hizo muy bien los cálculos. Porque cuando observamos las reacciones en redes sociales, tanto cuando se anunció el fichaje de David Corenswet como ahora con la primera imagen oficial de su encarnación, no diría que se trata de una “minoría”.
“Éramos conscientes de que habría un período de turbulencia cuando aceptamos este trabajo, y sabíamos que a veces tendríamos que tomar decisiones difíciles y no tan obvias, especialmente a raíz de la naturaleza conflictiva de lo que vino antes que nosotros”, añadía. “A nadie le gusta que lo acosen o que lo insulten pero, para ser sincero, hemos pasado por cosas mucho peores. Las protestas irrespetuosas nunca jamás afectarán nuestras acciones”.
Sin embargo, existe un factor añadido que explica la negatividad en torno al proyecto. Porque a diferencia de otros reboots donde Hollywood anuncia el nombre del nuevo Spider-Man o Batman y el mundo no tiene más remedio que aceptarlo, en este caso existe una conexión emocional que complica las cosas. Porque el asunto se manejó mal desde el principio, con las ilusiones de los fans de por medio.
Para entenderlo debemos remitirnos a la cronología de los hechos. Todo empezó el 24 octubre de 2022 cuando Henry Cavill provocó olas de alegría al anunciar que volvería a interpretar a Superman a través de Instagram, después del cameo minúsculo que había interpretado en las escenas post-créditos de Black Adam. Dwayne Johnson protagonizó aquella producción, utilizando el retorno del héroe de Krypton como imán para atraer a las masas, promocionando el regreso de Cavill como si fuera uno de sus logros personales. La película terminó siendo un desastre de crítica y taquilla pero aquellos segundos hicieron que valiera la pena para miles de fans.
De esta manera, aquel día de octubre de 2022, el propio Cavill confirmaba los planes: el cameo era “una pequeña muestra de lo que está por venir”.
“Gracias por la paciencia, será recompensada”, escribía mientras anticipada un retorno prometedor junto a una foto como el personaje.
Sin embargo, la alegría duró poco porque cinco días más tarde los fans recibían un balde de agua fría cuando, una vez más, Cavill recurría a Instagram para anunciar que abandonaba su otro papel estrella: el de Geralt de Rivia en The Witcher. La serie de Netflix había ampliado su legión de seguidores incondicionales y el anuncio decepcionó a medio mundo, ya que no se trataba de una renuncia sencilla, sino de una retirada asociada a su supuesto descontento con el desarrollo de las últimas temporadas mientras se daba a conocer que Liam Hemsworth tomaría su lugar.
La noticia disgustó pero, al menos, todavía quedaba Superman… o eso pensaba Henry Cavill y sus fans. Porque semanas más tarde, el 15 de diciembre del mismo año, el actor volvía a sus redes para revelar “una noticia triste”: se había reunido con James Gunn y Peter Safran (ya contratados como los nuevos jefes de DC Studios) y, después de todo, no volvería como Superman.
“Después de que el estudio me dijera que anunciara mi regreso en octubre, antes de su contratación (la de Safran y Gunn), esta noticia no es la más fácil, pero así es la vida”, explicaba con aparente decepción.
“Para aquellos que han estado a mi lado a través de los años... podemos llorar un poco, pero luego debemos recordar... Superman todavía está presente. ¡Todo lo que él representa todavía existe, y los ejemplos que nos da siguen ahí! Mi turno de usar la capa ya pasó, pero lo que Superman representa nunca pasará. Ha sido un viaje divertido con todos ustedes, hacia adelante y hacia arriba”, escribía en su despedida oficial como el héroe de Krypton.
La noticia dolió. Los cientos de miles de comentarios acumulados en redes sociales y los más de tres millones y medio de ‘likes’ que recibió su publicación lo corroboraron. Sin embargo, como podemos detectar por la cronología de eventos, fue un anuncio que se clavó en los fans del Superman de Henry Cavill. Habían disfrutado de la emoción fanática provocada por el breve adelanto en Black Adam, habían revivido la ilusión de ver a su ídolo en pantalla cinco años después de su última aparición en Liga de la justicia... y para nada. El propio actor había anunciado su regreso mientras se vivía la decepción de su partida de otra marca popular como The Witcher, pero entonces llegaron Safran y Gunn a sacudir el universo de DC, eliminando todos los héroes conocidos del mapa (cancelaron Wonder Woman 3 también) y el despido de Henry Cavill caló más hondo todavía.
Se puede entender que los planes cambian. Que en medio de la fatiga que acecha al cine de superhéroes, DC y WB optaran por ser radicales para darse una nueva oportunidad. Pero en el camino terminaron jugando con las ilusiones de los fans sin querer. En poco tiempo, los seguidores de Henry Cavill vivieron altibajos que golpearon fuerte, clavando espinas que todavía perduran. Si lo hubieran manejado mejor sin añadir el cameo innecesario de Cavill en Black Adam, pidiéndole a Dwayne Johnson que no hiciera tanto bombo con el regreso de Superman en su película, si hubieran esperado antes de pedirle a Henry que anunciara su regreso… quizás la ilusión no se hubiera convertido en un arma de doble filo y ahora la historia sería diferente.
Todo el rechazo que rodea al nuevo Superman no debe ser fácil para David Corenswet. Después de todo, él no tiene la culpa. Es un actor de 30 años con las mismas ilusiones que habrá tenido Henry Cavill cuando consiguió el personaje. Y quien sabe, quizás Superman termina siendo una gran película que tapa bocas como hizo Casino Royale con Daniel Craig. Viendo lo que James Gunn consiguió para Marvel con Guardianes de la Galaxia, aportando originalidad, frescura y una franquicia paralela de éxito multimillonario, no sería de extrañar que logre alzar al nuevo Superman en medio del agotamiento por el género. Pero hasta que llegue el 11 de julio de 2025, no parece que la película y sus implicados vayan a disfrutar de un camino de rosas. Más bien, todo lo contrario.
Sin embargo, todo esto deja una lección invaluable para Hollywood: no jugar con las ilusiones de los fans.
Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.
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