Rachel McAdams y la culpa que sintió por rechazar importantes roles en cine: “Me tomó años entender lo que estaba haciendo”
El estreno de Diario de una pasión y Chicas pesadas hizo de Rachel McAdams una actriz de inmensa popularidad. Ese drama y esa comedia habían mostrado las dos caras de una intérprete todo terreno, capaz de navegar con soltura en todo tipo de géneros, desplegando un carisma que la confirmaba como una de las caras nuevas más importantes de la industria. Sin embargo, un día tomó distancia y en una entrevista reciente, McAdams explicó los motivos.
Después de ganar relevancia a comienzos de los 2000, McAdams fue convocado por muchos estudios para algunos de sus proyectos más importantes. Los productores de importantes películas como Casino Royale, El diablo viste a la moda, Iron Man o Misión Imposible: III, le ofrecieron formar parte de esos títulos. Sin embargo, la actriz rechazó todos y cada uno de esos roles. “Sin lugar a dudas hay veces en las que pienso ‘me hubiera gustado hacer eso’. Pero luego lo pienso a la distancia, y siento que hubo alguien más para que la opción correcta fuera hacer eso”.
Durante esos años en los que McAdams tuvo una vertiginosa fama inicial, ella prefirió irse dos años a Canadá, de donde es oriunda, a tomar un respiro del acelerado ritmo profesional que llevaba en Hollywood. “A veces me sentía culpable de no capitalizar la oportunidad que se me había dado, porque en el fondo sabía que me encontraba en una posición de privilegio. Pero también sabía que eso no iba con lo que necesitaba para mantenerme serena”, admitió. De todas formas, reconoció que le generaba dudas rechazar esas ofertas. “Definitivamente hubo momentos de mucha ansiedad en la que me preguntaba si acaso no estaba tirando todo por la borda, y por qué me comportaba de esa manera. Pero me tomó años comprender lo que estaba haciendo intuitivamente” , expresó.
En la actualidad, McAdams vive muy lejos de Hollywood, en un tranquilo hogar que comparte con su pareja, el guionista Jamie Linden, y sus dos hijos. Muy lejos de las grandes luces, ella no deja de apostar por una vida pacífica en la que pueda priorizar su intimidad. “Supongo que siempre tuve la certeza que las cosas iban a salir bien, funcionaran o no. Tomarme descansos del trabajo me ayudó a sentirme empoderada. Me ayudó a sentirme que podía tomar el control de las cosas. Y pienso que de alguna forma eso me ayudó a establecerme desde un lugar diferente”, razonó.
Rachel y su deseo por mostrarse natural
En una reciente sesión de fotos para la revista Bustle, la intérprete volvió a derribar tabúes al querer mostrarse lo más natural posible, y por eso pidió que no retocaran su cuerpo ni le borraran el vello de sus axilas. “En esta sesión, estoy usando ropa interior de látex, pero he tenido dos hijos. Este es mi cuerpo, y creo que es muy importante reflejarlo en el mundo. Está bien lucir lo mejor posible, trabajar en ello y estar saludable, pero eso se ve diferente para todos”, expresó.
Además de derribar mitos de belleza, dar lecciones de amor propio y remarcar que lo importante es lucir saludable, la actriz recordó cómo fueron sus días en el set de su nuevo film, llamado Are You There, God? It’s Me, Margaret, mientras volvía a convertirse en madre. “Me sentí como una máquina de ordeñar”, dijo, entre risas. En efecto, tuvo que sacarse leche durante el rodaje para poder alimentar a su hija de cinco meses.
“ Me encanta esa yuxtaposición de belleza, glamour, fantasía y luego verdad ”, agregó. De hecho, Are You There, God? It’s Me, Margaret coincide con el mensaje que la actriz ha querido dar durante años. “Habla de lidiar con la pubertad, la transformación del cuerpo y llegar a la adultez (y también a la vejez) dignamente”, contó a modo de anticipo.