El buen rating de Gran Hermano en una noche muy intensa para el reality que conduce Santiago del Moro
La gala de eliminación de Gran Hermano tuvo un condimento especial: durante todo el fin de semana Telefe estuvo calentando la vuelta de Brian Alberto. El joven fue echado de la casa por Giuliano Vaschetto, quien hizo uso del superbeneficio que le dio el Big, pero lo que pocos sospechaban era que el vendedor ambulante iba a retornar al juego rápidamente. “Estoy impactado con la jugada de Nano, para mí hubiera sido muy fácil irme, pasar unos días con mis hijos y que ustedes me elijan en el repechaje, pero tiene un gustito diferente quedarse acá. Yo no sé nada de lo que está pasando, si ustedes me apoyan y me siguen aguantando, yo voy a la final por ustedes. Y el domingo vuelvo con todo. A mi juego me llamaron”, prometió en un video que grabó en el hotel donde cumple el aislamiento reglamentario que se vio en La noche de los ex.
El clima dentro de la casa quedó muy caliente desde el jueves, cuando a treinta días de haber ingresado, Gran Hermano expulsó a Keila Sosa. Su salida impactó de manera brutal entre sus compañeros, que no pudieron disimular la tristeza. Desde allí todo fue especulación entre los hermanitos, con una nueva placa conformada por todos jugadores fuertes y con personalidades muy marcadas, en la que todo podía pasar. Petrona Jerez, Sandra Priore, Lourdes Ciccarone, Luca Figurelli y Andrea Lázaro quedaron a merced del voto del público. La expectativa estaba puesta en el versus que podrían tener las dos archienemigas de la casa. De hecho, Nano subió a la tucumana para enfrentarla con la pescadora de La Plata.
Desde que entraron a la casa tuvieron una relación de amor-odio, que pasó por todos los estados. “Me di verdaderamente cuenta lo que es Petrona. Ojalá se dé ese mano a mano y que la gente decida”, manifestó Sandra visiblemente enojada cuando quedaron ambas nominadas. Pero no siempre los deseos de los jugadores son los de los televidentes. Los seguidores del reality se manifestaron en redes sociales en contra del futbolista, que desde que quedó en la cuerda floja, el público lo quería afuera.
En la primera parte, el reality promedió 14,5 puntos, y en la segunda, 11,4 puntos. En el minuto a minuto, se pudo ver que arrancó con un piso de 11 puntos que le dejó la repetición de Bake Off famosos. “Más allá del aguante, lo que tienen que tener en esta casa es ganas de jugar y el que no quiere jugar se va”, comentó Santiago del Moro en referencia al canto de los fanáticos. La expectativa de lo que pasaría esta noche de domingo subió los números rápidamente a 13,6 puntos. Petrona fue la primera en ser salvada con el 5.3% de los votos. El programa siguió trepando a 14,8 puntos con la salida de Lourdes, una de las sorpresas de la noche, que obtuvo el 12,2 %. Luego de que Andrea quedó fuera de peligro con el 19,6% , el versus enfrentó a Sandra con Luca. Finalmente, con el 53,8% de los votos, el joven jugador de fútbol quedó eliminado.
Pero el plato fuerte de la noche fue la entrada de Brian, que tuvo reminiscencias a la vuelta de Daniela Celis, en el primer GH de esta nueva etapa, que le valió el apodo de “Vengañela”. “Ya llegó a la casa”, anunció Del Moro para darle más tensión a la noche. De golpe comenzó a sonar una sirena y todo era desconcierto. Alberto entró por la puerta giratoria al grito de “vengo en son de paz, con todos menos con uno”. El joven optó por la estrategia de la mentira y les dijo a sus compañeros que estaba plagado de información del afuera. Gran Hermano levantó considerablemente sus números con una marca máxima de 15,5 puntos. Un formato probado que no hay que subestimar, dentro de una pantalla chica de verano que está repleta de programas de panel y repeticiones.