Todas las razones por las que querrás que Turquía sea tu próximo destino para esquiar

Esquí en las montañas Palandoken, Turquía
Esquí en las montañas Palandoken (Alamy Stock Photo)

En cuanto las ruedas del avión que te transporta desde Estambul toquen suelo en la delgada línea gris que hace las veces de pista de aterrizaje de Erzurum, sabrás que la aventura no ha hecho más que comenzar. Acabas de llegar a esta remota ciudad de Turquíay aun desde el aire, has sido testigo de la inmensidad de las montañas que rodean la que es una de las urbes más históricas del país euroasiático. No en vano, el hallarse ubicada a casi 2000 metros sobre el nivel del mar hace que la gran mayoría de sus visitantes lleguen hasta aquí dispuestos a calzarse los esquís, dar rienda suelta a la adrenalina y ser partícipes de las mil y una maneras que este destino ofrece para disfrutar del paisaje nevado.

Mezquita Lalapasa con las montañas Palandoken, Erzurum, Turquía
Mezquita Lalapasa con las montañas de fondo. (Alamy Stock Photo)

Porque Erzurum tiene la gracia de contar, nada más y nada menos, que con 8 meses de invierno en su calendario. Semanas en las que los termómetros alcanzan cotas bajo cero que transforman el verde de sus montañas en fascinantes pistas blancas. Una de las estaciones más importantes de todo el país, Palandöken Ski Resort, es la que se encarga, con su completa oferta, de atraer cada año hasta aquí a todo tipo de amantes de los deportes de nieve que, llegados desde todos los rincones del planeta, arriban deseosos de descubrir sus encantos.

Palandoken Ski Center, Turquía
Durante 8 meses al año los paisajes montañosos están cubiertos de nieve. (Getty Images)

22 PISTAS PARA ENLOQUECER 

Las enormes letras de Palandöken serán las primeras encargadas en darte la bienvenida a la estación de esquí: pocos son los que se resisten a hacerse la foto de turno que acredite que han llegado a su destino. Después, alcanzará la brisa gélida, tan característica de estos lares, que advertirá de que —¡ojo!— aquí el tiempo no se anda con chiquitas. Te encuentras en el epicentro de los deportes de nieve enTurquía, que se halla, sin embargo, a tan solo 5 kilómetros del centro de la ciudad de Erzurum. Un detalle que permite a sus visitantes elegir entre alojarse en el centro histórico, o en cualquiera de los resorts que hay repartidos en torno a las pistas. Aquí se dan cita durante la temporada de nieve principiantes y alumnos aventajados, expertos en la materia e incluso profesionales de los deportes invernales, que encuentran en este rincón del mundo el lugar idóneo para aprender, disfrutar o entrenar.

Palandonken Ski Center, Erzurum, Turquía.
Son 57 kilómetros de pistas los que tiene el centro de esquí turco.

Y, sea cual sea la finalidad, estarás de suerte, porque Palandöken cuenta, ni más ni menos, que con 22 pistas de esquí entre las que se hallan algunas de las más empinadas y largas del mundo. Un total de 57 kilómetros de vías que continúan iluminadas cuando cae el sol —las pistas de Edjer y Kapikaya, aptas para las disciplinas de slalom, son las más extensas— y que resultan ideales para deslizarte, ya sea sobre esquís o en tabla de snow, mientras disfrutas de unas vistas inigualables. Allá abajo, a los pies de las inmensas montañas, la silueta de Erzurum se muestra esplendorosa.  

Para alcanzar las pistas más remotas, eso sí, el complejo cuenta con un telecabina y con hasta cinco líneas de telesillas que abarcan las 460 hectáreas por las que se despliega la diversión. Entre unas y otras, explanadas en las que retomar fuerzas o animarse catando su rica gastronomía: no te pierdas la semiesfera The Kure, un restaurante a 2700 metros de altura en el que probar platillos que concentran todo el sabor de Turquía, y hacerlo mientras contemplas, de nuevo, la panorámica. Si eres de los que apuestan, además, por el après-ski, no te lo pierdas, porque la fiesta está asegurada.

Palandoken Ski Center.
Palandoken Ski Center cuenta con un telecabina y con hasta cinco líneas de telesillas.

PALANDÖLEN, SÍ, PERO SIN ESQUÍS

Tan versátil resulta la estación de esquí más popular de Turquía, que aquí hay oferta para todos los gustos. Así que, si uno de los días el cuerpo te pide disfrutar del entorno de una manera diferente, no tendrás problema: aquí, lo difícil, será elegir por cuál de todas las actividades decantarte. Una de las opciones te llevará a escalar una espectacular pared de hielo de 150 metros de ancho como si de un alpinista profesional te trataras. Se trata del Ice Park, un enclave único y singular ubicado en plena pista de esquí por la que el tránsito de esquiadores es constante.

Ataviado con crampones y piolets, y protegido con todo tipo de corsés y arneses, déjate guiar por los instructores para concentrar tus fuerzas y subir, pasito a pasito y con el vértigo asomando tras de ti, los 20 metros que te llevarán a alcanzar la cima. Una experiencia absolutamente fascinante que combinar con otro de los atractivos de Palandöken. ¿Qué tal si pruebas el Giant Swing, un enorme columpio con el que vivir la caída libre durante unos instantes para después dejarte mecer, cuál péndulo, a considerables metros de altura? O mejor aún: prueba el Human Sling, con el que serás impulsado, sujeto con gomas elásticas, hasta los 11 metros. Si lo de la adrenalina prefieres dejarlo para espíritus más atrevidos, no temas: siempre tendrás la opción de colocarte unas raquetas de nieve para aventurarte a hacer una caminata, o dejarte deslizar sobre un pequeño trineo por las lomas nevadas. Las risas, eso sí, estarán aseguradas.

Sway Hotel, Erzurum, Turquía
El hotel ofrece una amplia carta de experiencias para seguir disfrutando una vez acaben las horas de pistas abiertas. (@swayhotels)

DORMIR A PIE DE PISTA

¿Puede existir, acaso, mejor plan? La apuesta es, sin duda, Sway Hotel (swayhotels.com), un cinco estrellas con absoluta garantía de envolverte en el lujo más exquisito cuando, tras una intensa jornada de nieve, solo tengas ganas de relajarte. Este resort no solo cuenta con amplias habitaciones desde donde contemplar a los esquiadores en acción casi sin moverte de la cama, sino que, además, ofrece una amplia carta de experiencias para seguir disfrutando una vez acaben las horas de pistas abiertas.

Sway Hotel, Palandoken, Turquía
La variada oferta gastronómica de Sway Hotel. (@swayhotels)

Empezando por su oferta gastronómica, pues con su inmenso restaurante-buffé enfocado a la cocina internacional tendrás todo tipo de delicias al alcance con las que saciar tu apetito. En la zona de après-ski, que cuenta con su propia terraza exterior, la música fluirá y los platos de sabores mexicanos estarán listos para que marides ambas cosas. Sin embargo, las chimeneas salpicadas por sus zonas de lobby te tentarán a cada momento para que te acomodes en uno de sus mullidos sillones y pidas un sabroso cóctel con el que acompañar la charla perfecta. Eso sí: si lo que pretendes es cubrirte de mimos, nada como reservar un ratito de spa o darte el capricho de ponerte en manos de sus expertos para disfrutar de algún tratamiento. El hotel, además, cuenta con tienda de alquiler de equipamiento para los días de nieve, por lo que olvídate de cargar con todo desde casa.

ALTERNAR CON LA HISTORIA

Durante las horas de esquí, snowboard o, simplemente, de paseos en raquetas de nieve, siempre te acompañará la estampa de la ciudad de Erzurum brotando del valle a los pies de Palandöken. ¿Qué tal si te acercas a explorarla? Hoy dotada de un marcado ambiente universitario, la cuestión es que, por su situación estratégica en plena Ruta de la Seda, la ciudad ha tenido durante gran parte de su historia un papel crucial. Tanto es así, que incluso en ella se firmó la creación de la República de Turquía ya en el siglo XX. Deseada por todo tipo de civilizaciones que por ella pasaron, hoy es un ejemplo hermoso de convivencia entre culturas.

Castillo de Erzurum y la madrasa de los Minaretes Gemelos, Turquía
Castillo de Erzurum y la madrasa de los Minaretes Gemelos. (Getty Images)

Sin embargo, sus orígenes se remontan mucho más allá, pues se sabe que fue una de las zonas de Anatolia habitadas desde más antiguo. No en vano, los primeros asentamientos conocidos se remontan al 4.900 a. de C. Para ahondar un poco más en su historia, lo ideal será que visites algunos complejos monumentales como las tres tumbas que, construidas sobre un promontorio en el mismísimo corazón de Erzurum, corresponden a los siglos XII y XIV. Muy cerca se encuentra la madrasa de los Minaretes Gemelos, del siglo XIII, pero también la mezquita de Ulu, levantada en el siglo XII y una de las más importantes de la ciudad, o la de Lalapasa, mandada construir por Solimán el Magnífico e inaccesible para los no musulmanes. Otra madrasa, la de Yakutiye, se yergue con su imponente minarete frente a las murallas del antiguo castillo. 

Acércate hasta el Caravasar Rüstem Pasa, del siglo XVI, para hacer unas últimas compras —las joyas elaboradas con oltu, una piedra preciosa común en la zona, son todo un tesoro— antes de poner rumbo a la zona más moderna, donde los rótulos de neón contrastan con algunos edificios de lo más destartalados. Para finalizar la escapada con la gastronomía local como protagonista, haz parada en Muammer Usta, donde deleitarte con un tradicional Cag Kebab, un pan típico relleno de deliciosas lonchas de cordero o cabra asada y salsa de yogur. No podrás resistirte a chuparte los dedos.