La reflexión de Kiko Hernández sobre el poder de ‘Sálvame’ tiene muchas lecturas

Durante muchos años, Sálvame fue el rey del mambo en la televisión. Lo que se decía en el programa de Telecinco iba a misa, tenían un gran poder de convocatoria y de convicción, y en ese sentido, Kiko Hernández hizo una reflexión este martes. El colaborador pedía que Anabel Pantoja fuese la ganadora de Supervivientes, pues es su compañera y su amiga, pero sabe que Sálvame no tiene ese gancho del pasado, dejando una reflexión muy llamativa y que tiene muchas lecturas.

Así, Hernández contó cómo pidió el voto para Anabel a través de su Intagram, y se encontró, para su sorpresa, conque nadie le bailaba el agua. Nacho Palau, el otro nominado del concurso, cuenta con mucho apoyo, y se preguntaba por qué la gente no ve a Pantoja como ganadora. Luego, añadió: “Por si no os habéis dado cuenta, hace 13 años aquí hacíamos campañas y nos salían fenomenal. Hacíamos una campaña y decíamos: 'Porque Belén Esteban tiene que ganar el reality' y en el que estaba, ganaba. Porque el que sea tiene que ganar, y ganaba. Ahora, el público pasa de lo que digamos nosotros”. Así, cree que ya no tienen ese liderazgo de opinión del pasado, pero no por ello afeó al público, y dijo que hacen muy bien en votar por quien les plazca. Terelu Campos, además, comentaba entre risas que a veces la audiencia hace lo contrario de lo que piden en Sálvame.

Kiko Hernández en la 'Sálvame Fashion Week' (Mediaset)
Kiko Hernández en la 'Sálvame Fashion Week' (Mediaset)

En primer lugar, las palabras de Kiko nos demuestran que Sálvame ha perdido tirón, tal como queda reflejado en sus audiencias, que hace tiempo que están por debajo de los 1,5 millones de espectadores. Es un programa que lleva demasiado tiempo en la televisión, sin descansar nunca, multiplicando su presencia con programas derivados como el Deluxe, la Sálvame Fashion Week, el Sálvame MediaFest y tantos otros. Hay cierto hartazgo, y por más que se reinventen y den vueltas a sus contenidos, gana la sensación de que siempre están haciendo lo mismo. Hay gente (el que aquí escribe, el primero) que a veces sintoniza el programa como sonido de fondo, sin prestar atención excesiva a lo que por el plató se dice, se comenta o se rumorea.

Luego está el tema de ese poder de convocatoria, que ya no existe. Quizá en el pasado podían provocar que su público votase según los intereses de los colaboradores en los concursos. Que salven a sus compañeros, o que los hagan ganar incluso, como cuando Belén Esteban venció en Gran Hermano VIP y Más que baile, y Rosa Benito se llevó el cheque de Supervivientes. Pero eso ya es historia. Ni Sálvamecongrega ya audiencias millonarias, ni tampoco los realities. El consumo de la televisión en abierto ha variado muchísimo desde la irrupción de las plataformas digitales y los contenidos a la carta. Supervivientes está liderando en cada gala y cada debate de esta temporada, sí, pero no por ello deja de ser la edición menos vista de toda la historia del formato (algo que le ha pasado también, por ejemplo, a MasterChef 10).

Un buen ejemplo de cómo se ha perdido el poder de convocatoria lo hemos visto esta misma semana. El programa se inventó una prueba, al más puro estilo del ¡Qué apostamos!, que consistía en convocar a 15, solo 15, personas vestidas como Lydia Lozano a las puertas de Mediaset. No lo consiguieron. Ayer, que 15 personas acudieran en bicicleta a las instalaciones del grupo; tampoco lo lograron. La gente no tiene ganas de salir de su casa para formar parte del espectáculo de Sálvame.

Continuamos. De las palabras de Kiko comprobamos cómo la credibilidad de Sálvame no pasa, precisamente, por un buen momento. Han abusado mucho de vender bombas de humo a la audiencia, prometiendo noticias que luego no terminaban de dar, o que simplemente eran reciclaje de informaciones del pasado, a las que se daba una vuelta de tuerca y nada más. Así pues, habrá quien no se crea las razones de los colaboradores para ensalzar a Anabel como ganadora. Es más, el propio Kiko pedía hace poco que la expulsasen, aunque ahora solicite lo contrario.

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A ese problema de credibilidad o le sumamos el proceso de la Operación Deluxe. El programa está siendo investigado por la revelación de secretos de hasta 140 famosos a través de una trama de supuesto espionaje ilegal, en la que la dirección del formato estaría implicada y en la que tendría mucho peso la estrecha amistad del fotógrafo y colaborador de Sálvame Gustavo González con el policía Ángel Jesús Fernández Hita. El programa no siempre ha jugado limpio, en apariencia, y por eso ya no se le ríen todas las gracias.

Con todo esto sobre la mesa, resulta difícil imaginar que Anabel Pantoja gane el duelo a Nacho Palau el próximo jueves, o al menos, si solo nos basamos en las peticiones de sus compañeros. Pero, realmente, el público no pasa de Sálvame, como decía Kiko Hernández; simplemente, la forma en la que se consumen los realities ha cambiado, como todo.

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