El relajante hábito diario que puede prevenir cáncer de cabeza

CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 25 (EL UNIVERSAL).- El cáncer de cabeza y cuello afecta anualmente a cerca de 900.000 personas en todo el mundo. Estos tumores incluyen zonas como la cavidad oral, la nariz, la garganta y la laringe, y su prevención sigue siendo un desafío médico. Sin embargo, un hábito cotidiano podría marcar una diferencia significativa: el consumo moderado de café y té, según un reciente metaanálisis publicado en la revista Cáncer.

¿Qué reveló el estudio sobre el consumo de café y té?

La investigación analizó datos de 25.000 participantes en América Latina, Europa y América del Norte. Los resultados sugieren que beber más de cuatro tazas diarias de café con cafeína podría reducir hasta un 17% el riesgo general de desarrollar cáncer de cabeza y cuello. Específicamente, se encontró una disminución del 30% en el riesgo de cáncer en la cavidad oral y un 22% en los tumores de la garganta. Incluso el café descafeinado mostró beneficios, reduciendo en un 25% las probabilidades de cáncer en la cavidad oral.

Por otro lado, el té demostró una asociación más modesta. El consumo de hasta una taza diaria se vinculó con una reducción del 9% en el riesgo general de estos cánceres. Sin embargo, beber más de esta cantidad se asoció con un aumento del 38% en el riesgo de cáncer de laringe, posiblemente relacionado con el reflujo gastroesofágico.

¿Qué componentes podrían proteger contra el cáncer?

El café y el té contienen compuestos bioactivos como antioxidantes y polifenoles, que podrían desempeñar un papel en la prevención del cáncer. Aunque los mecanismos exactos no están claros, estos compuestos podrían limitar el daño celular y la inflamación crónica, factores asociados con el desarrollo de tumores. Los investigadores subrayan la necesidad de realizar estudios adicionales para comprender cómo estas bebidas pueden integrarse en estrategias preventivas.

Limitaciones y recomendaciones

Pese a los hallazgos positivos, los científicos destacan que los datos son observacionales, es decir, no establecen una relación de causa y efecto directa. Además, factores como el tabaquismo o el consumo de alcohol podrían influir en los resultados, dado que estas prácticas están estrechamente ligadas al cáncer de cabeza y cuello.

Aunque el consumo moderado de café y té puede formar parte de un estilo de vida saludable, los expertos enfatizan la importancia de evitar el tabaco y el alcohol, responsables de hasta un 90% de los casos de este tipo de cáncer.