Renee Rapp afirma que los productores musicales de Mean Girls le decían cosas viles sobre su cuerpo

Renee Rapp afirma que los productores de 'Mean Girls' la avergonzaron por su cuerpo.

La cantante y actriz de 23 años, tenía solo 19 cuando consiguió un papel en el musical de Broadway, pero admitió que su gran oportunidad estuvo empañada por la miseria, porque sufría de un trastorno alimentario y la producción 'diría algo vil sobre mi cuerpo'.

Agregó al diario The Guardian que sus padres volaron a Nueva York para tratar de convencerla de que se retirara del musical.

Si bien ya no está en el espectáculo de Broadway, Renee admitió que sus padres están 'más preocupados que nunca, porque ahora sabe más'.

'Los trastornos alimentarios no desaparecen simplemente y uno se cura, como: -Lo siento, puedo comer de nuevo, ¡ja, ja!-. Es algo que dura toda la vida. Hay batallas contra la adicción y lo que sea en todas partes. Todavía lucho con eso, pero al menos mis padres saben que me sacaron de entornos que eran realmente dañinos para mi enfermedad, lo cual es increíble y una gran victoria. Se preocupan muchísimo, pero supongo que son escalofriantes'.

Renee dijo que está feliz de hablar sobre su trastorno alimentario porque 'sufrió en silencio durante mucho tiempo'.

También habló sobre el diagnóstico de un trastorno del estado de ánimo el año pasado y dijo que le hizo comprender por qué sus emociones siempre han sido volátiles.

'Yo era muy vulnerable porque todo el mundo se burlaba de mí todo el tiempo, lo que no quiere decir que nunca me burlé de nadie más, ¿verdad? No soy una hermosa sabia que nunca ha hecho nada malo. Creo que viene de un lugar como: si me vas a quemar, me vas a quemar – lo que sea, no eres la primera perra, ponte en fila con las otras personas que me han quemado. También. ¡Por favor, inicien un club! Charlen entre ellos, tengan un chat grupal. Se lo ruego'.

Rapp continuó:

'Que me diagnosticaran me hizo sentir (y este es un término despectivo, si quieres hablar de salud mental) como si no fuera simplemente estúpida, como me sentí durante tanto tiempo. Solía castigarme preguntándome: -¿Por qué hago esto?-'