'Mi reno de peluche': descubre la dura historia real detrás de la serie más vista de Netflix
Mi reno de peluche es la serie que ha dado la campanada en Netflix colocándose en el top de las ficciones más vistas del gigante de streaming en todo el mundo y causando auténtico furor entre el público. Esta producción muestra a Donny Dunn, interpretado por Richard Gadd, un cómico en apuros que tiene un gesto amable con una mujer vulnerable, Martha Scott (Jessica Gunning), lo que desencadena en ella una obsesión enfermiza que amenaza con destrozar la vida de ambos.
Durante los siete episodios que la componen, la serie va explorando en cómo esta situación afecta a Donny mientras se ve obligado a enfrentar un trauma enterrado en lo más profundo de su ser. Lo más fuerte es que, a pesar de ser una historia irreverente y descabellada, está inspirada en un caso real que su creador y protagonista vivió en sus propias carnes durante cuatro años y medio.
Mi reno de peluche realiza un profundo viaje hacia las experiencias personales de su autor y desentraña las capas del acoso con una honestidad que desafía los convencionalismos televisivos. Para el cómico no fue un proceso sencillo revivir todo lo que había vivido para darle forma en una serie ya que tuvo que lidiar con muchos sentimientos que creía olvidados y afloraron de nuevo, pero sí considera que fue camino necesario. Gadd, que sufrió acoso y agresión sexual a los 20 años, ha transformado su dolor en arte y ha logrado que este trabajo le sirva de catarsis y también para mostrar qué es el acoso y cómo afecta realmente a uno mismo y a la manera de relacionarse con los demás.
Donny y Martha se conocen cuando el protagonista trabaja como camarero y la atiende. Tanto en la ficción como en la vida real, lo que comenzó como algo inocente acabó generando en el autor "más daños y problemas" de los que él mismo esperaba, según ha confesado a Variety. "Al principio, todo el mundo en el bar pensaba que era gracioso que tuviera una admiradora", ha explicado el actor al periódico The Times. Pero después la cosa se fue complicando cuando "empezó a invadir mi vida, siguiéndome, apareciendo en mis actuaciones, esperándome fuera de mi casa y enviándome miles de emails y audios".
El artista llegó a recibir 41.071 correos electrónicos, 350 horas de mensajes de voz, 744 tweets, 46 mensajes de Facebook y 106 páginas de cartas de su admiradora. Además, esta mujer también le mandaba regalos, entre ellos, un reno de peluche, que es el que ha dado nombre a la serie por ser el cariñoso apodo con el que ella lo llamaba.
Richard Gadd se ha esforzado por mantener la autenticidad emocional de su vivencia en la serie, que es una adaptación de su producción teatral homónima. La ficción es "emocionalmente 100 % real", ha contado el actor, de 34 años, a Variety. La historia es verdadera y parte de hechos que sucedieron y de personas a las que conoció. Eso sí, ha cambiado los nombres de los protagonistas porque "no puedes contar la verdad exactamente, por razones legales y artísticas". Además, ha señalado que no quería complicar la vida de "personas vulnerables".
El autor ha intentado ser lo más fiel posible a la realidad y ha huido de los estereotipos y clichés habituales, optando por una representación más humana y compleja de los personajes. "Cada vez que se desvía demasiado hacia el adorno, siempre querría retirarlo. Es extremadamente sincero desde el punto de vista emocional. Por supuesto, este es un medio donde la estructura es tan importante que es necesario cambiar las cosas para proteger a las personas... pero me gusta pensar, artísticamente, que nunca se alejó demasiado de la verdad", ha asegurado en una entrevista con GQ.
El actor tenía claro que no quería dar una versión romantizada o caricaturizada del acoso como puede suceder en otras series. "Acosar en televisión tiende a ser muy sexual. Tiene cierta mística. Es alguien en un callejón oscuro. Es alguien que es realmente sexy, que es muy normal, pero luego se vuelve extraño poco a poco. Pero el acoso es una enfermedad mental. Tenía muchas ganas de mostrar las capas del acoso con una calidad humana que no había visto antes en televisión. Es una historia de acosadores patas arriba. Toma un tropo y le da la vuelta”, ha relatado el comediante a Netflix.
Gadd también ha querido dejar constancia de las carencias y fallos que encontró en las instituciones encargadas de impartir justicia cuando buscó protección. En la ficción, en un primer momento, las autoridades no pueden arrestar a Martha sin pruebas de una agresión o un peligro inminente. Para lograr que actúen, el protagonista tiene que repasar todos los mensajes que ella le enviaba para demostrar que era realmente una amenaza, un proceso especialmente duro para su personaje y para él.
En Mi reno de peluche, Martha es condenada a nueve meses de cárcel y le imponen una orden de alejamiento durante cinco años. En la vida real, Richard no ha desvelado qué pasó con la mujer que le acosó. Tampoco ha querido revelar su nombre y además ha pedido a los seguidores de la serie que no hagan especulaciones ni suposiciones en internet sobre su posible identidad. Sin embargo, sí ha afirmado que el caso "está resuelto. Tenía sentimientos encontrados. No quería enviar a prisión a alguien que tenía ese nivel de malestar mental".
Esta dura vivencia no fue el principio de todo, sino el detonante que llevó al humorista a enfrentarse con un trauma de su pasado. Según Time Magazine, "el acoso comenzó después de que Gadd fuera preparado, agredido sexualmente repetidamente y violado por un mentor masculino mayor de la industria de la televisión que quería ayudarle en su carrera", que en la serie está representado por el personaje de Darrien, papel interpretado por Tom Goodman-Hill.
Esta terrible experiencia le afectó profundamente llegando incluso a cuestionarse su identidad, un hecho que también está basado en una vivencia real y que el comediante ya había abordado en su monólogo Monkey See Monkey Do. En Mi reno de peluche, el autor ha buscado unificar las dos historias que han marcado su vida, pero también reconocer los errores que él mismo cometió y contar esta historia que, para él, era muy necesaria.