La República Popular de Shein

Lo que se puede comprar con 100 dólares en Shein, en Newburgh, Nueva York, el 18 de agosto de 2022. (Tony Cenicola/The New York Times)
Lo que se puede comprar con 100 dólares en Shein, en Newburgh, Nueva York, el 18 de agosto de 2022. (Tony Cenicola/The New York Times)

PLANO, Texas — Se percibía en el aire un poco de desesperación en el centro comercial donde Shein había abierto una tienda fugaz.

Un guardia de seguridad colocado en la entrada dijo que en cada uno de los tres días de actividad de la tienda fugaz, había rechazado unos 20 sobornos de personas que querían saltarse la fila. La mayoría de las veces le ofrecían 20 dólares, contó, aunque algunos llegaron a los 100 dólares.

El domingo, el último día, los primeros compradores llegaron a las 6 a. m. Se suponía que Shein abriría a mediodía. La fila crecía más conforme avanzaba la mañana, enrollándose y luego desplegándose por el área de comida, más allá del quiosco de té de burbujas y el restaurante de comida mediterránea. A quienes llegaban después de las 12:30 p. m. se les aconsejaba irse, negándoles así la oportunidad de comprar, en persona, objetos tales como aretes de margaritas de 1 dólar, gorros de pescador de 4 dólares, ombligueras de punto grueso de 12 dólares, bolsas tipo baguette en piel de imitación a 13 dólares y sandalias mules de PVC en color neón a 29 dólares.

“Tuvimos que quitar los números de la vitrina”, comentó el guardia, Don Dickerson, señalando a donde se había removido una calcomanía blanca que indicaba la hora del cierre para el sábado, a las 8 p. m. La falta de inventario los había obligado a cerrar la tienda a las 4 de la tarde ese día.

El entusiasmo era algo asombroso, considerando que muchos centros comerciales han batallado durante la última década para atraer esas multitudes: unas 700 personas esperaban afuera de una fachada blanca que antes era de American Eagle Outfitters, intercalada entre Swarovski y Bath & Body Works. El viernes, un hombre le propuso matrimonio a su novia enfrente de la entrada.

“Estaba muy nervioso, y quería sorprenderla”, relató Nehemiah Jaime-Vega, de 23 años. “Le encanta Shein”. Su prometida, Michelle Alvarado, de 22 años, asintió. “Es tan asequible”, expresó el sábado por la tarde, después de su segunda visita a la tienda fugaz. Llevaba puesto un top de tejido acanalado sin mangas, que Shein vende por 17 dólares.

Estas tiendas fugaces no son como la mayoría de la gente interactúa con la marca. Hasta ahora, en 2022, ha habido cinco en diferentes partes de Estados Unidos, el mercado más valioso de Shein. Pero las tiendas fugaces son parte de un esfuerzo por hacer que la compañía china de moda rápida se vea menos misteriosa. Shein —que oficialmente se pronuncia “shi-ín”, pero muchos le dicen “shin” en inglés o “shein” en español— hace poco superó a Amazon como la aplicación de compras más descargada en Estados Unidos, de acuerdo con un análisis de Sensor Tower. Shein es una empresa privada y no ha querido compartir sus cifras financieras, pero Coresight Research estima que tendrá unos ingresos de 10.000 millones de dólares para el año fiscal de 2020.

Los clientes hacen fila a las 6 de la mañana para poder comprar en la tienda fugaz de Shein en Plano, Texas, el 26 de agosto de 2022. (Cooper Neill/The New York Times)
Los clientes hacen fila a las 6 de la mañana para poder comprar en la tienda fugaz de Shein en Plano, Texas, el 26 de agosto de 2022. (Cooper Neill/The New York Times)

Sin embargo, a medida que Shein ha ido creciendo, también han surgido dudas sobre sus prácticas. Shein suele ser noticia por sus polémicas, como la venta de un collar con una esvástica por 2,50 dólares o por copiar el trabajo de diseñadores. (La empresa dice que se toma en serio las denuncias de transgresión y exige a los proveedores que certifiquen que sus productos no infringen la propiedad intelectual de terceros).

Shein también ha sido acusada de trabajar con proveedores que violan las leyes laborales y por la falta de transparencia necesaria sobre las condiciones de las fábricas. En respuesta, la firma señaló la adopción de “auditorías internas periódicas” y un código de conducta “estricto” y acorde con las leyes para sus proveedores. También ha contratado a empresas, como OpenView e Intertek, para que auditen sus instalaciones: “Cuando se detectan infracciones, tomamos medidas adicionales, que pueden incluir el despido”, dijo la empresa.

El año pasado, una investigación de CBC Marketplace encontró niveles elevados de plomo en algunos productos de Shein, como en una chamarra para niños pequeños y en un bolso diminuto. Shein señaló que sometía sus productos a pruebas periódicas, al seguir las normas de los organismos reguladores internacionales, y que “las infracciones se subsanan inmediatamente”.

Todo esto ha contribuido a que Shein se convierta en un arquetipo de cierto género de empresas de ropa superbarata: es el líder de una manada de marcas favorecidas por la generación Z, como Fashion Nova y Boohoo, acusadas por los críticos (incluidos los de la misma generación Z) de contribuir al consumo excesivo y a la generación de desperdicios.

Sin embargo, Shein calificó su enfoque de la producción de ropa como “transformador”: comienza encargando pequeños lotes (de 100 a 200 piezas) y vigila la respuesta de los clientes antes de hacer pedidos más grandes.

Aun así, muchos de los videos en las plataformas sociales realizados sobre Shein —incluidos los clips de “botines”, increíblemente populares, que muestran a la gente probándose sus pedidos grandes, pieza a pieza — inspiran comentarios que plantean estas cuestiones: ¿Cómo es posible que una prenda de 4 dólares sea duradera y no acabe en un vertedero? ¿Cómo se puede compensar de forma justa a los trabajadores que cosieron y enviaron esa prenda?

Sin embargo, esto no ha disuadido a los devotos de Shein, muchos de los cuales consideran que no han visto suficientes pruebas para dejar de comprar con la marca.

Ann Taylor, una nueva influente de la moda de 25 años en Toronto que ha recibido tarjetas de regalo de la marca, ve ese tipo de comentarios en los videos “todo el tiempo”, confesó.

La mayoría de las veces, ha observado, plantean la preocupación de que la empresa esté violando las leyes laborales.

Este verano, los videos virales de TikTok que supuestamente mostraban súplicas de auxilio cosidas en la ropa de Shein por trabajadores de la industria, fueron ampliamente desmentidos. Pero el grupo de vigilancia Public Eye, en un informe de noviembre de 2021 sobre las fábricas que trabajan con Shein, dijo que sus investigadores entrevistaron a tres trabajadores cuyas horas excedían los máximos legales nacionales y descubrieron algunos talleres con pasillos y escaleras bloqueados.

Taylor no se ha dejado convencer. Si hubiera denuncias de que la empresa viola las leyes sobre el trabajo infantil, por ejemplo, “estaría definitivamente en contra”, sostuvo. “Si los trabajadores se quejan de que no se les paga lo suficiente, eso es completamente diferente a decir que están obligando a los niños a trabajar”.

Steven Prugar, un profesional de la tecnología de la información de 32 años en Pittsburgh que utiliza pronombres neutros, dijo que los precios de Shein y la amplia variedad de opciones de tallas grandes le habían permitido experimentar con su estilo personal —a fin de aprender lo que funcionaba para su tipo de cuerpo— después de salir del clóset como persona de género no binario en 2020.

“Puedes construir un guardarropa impresionante sin llegar a la ruina, lo que es muy agradable, especialmente para muchas personas de ingresos medios y bajos que no pueden permitirse gastar 100 dólares en vestidos”, dijo Prugar, quien estimó que alrededor de un tercio de su guardarropa era de Shein.

Aunque Prugar ha pensado en boicotear empresas como Chick-fil-A por razones éticas —le preocupaban sus donaciones a grupos anti-LGBTQ —, Prugar considera en general que “todas las empresas a las que se compra tienen un montón de secretos turbios. Realmente no hay mucho que puedas hacer de verdad al respecto”.

Eso no va a impedir que Shein lo intente. En septiembre, la empresa tiene previsto poner en marcha una campaña en las redes sociales para dar a la gente una “visión interna” de los esfuerzos de la empresa en torno a la mano de obra, la sustentabilidad y la seguridad de los productos, afirmó George Chiao, presidente de Shein en Estados Unidos. La compañía también ha puesto más empeño en “insistir con la idea de la asequibilidad, es decir, que Shein es una marca asequible”.

“Si bien la mayoría de estas acusaciones, rumores y ataques en línea son falsos, somos en parte responsables de la difusión o perpetuación de estas narrativas falsas”, dijo Chiao, que ha estado en la compañía desde 2015. “Hemos descuidado realmente la comunicación y el compromiso con nuestros clientes y nuestra comunidad”.

Aun así, Chiao cree que gran parte de las discusiones negativas en línea sobre Shein son el resultado de la gente que cae “ante la presión de los amigos”, opinó, comparando los debates en línea sobre Shein con los que se desarrollan en la política. Sabe que la mayoría de los clientes se mantienen impasibles y siguen enfocados en los precios bajos.

“Ya ni siquiera voy a H&M”, declaró Jaime-Vega , una de los integrantes de la pareja de Dallas que se comprometió en Shein, refiriéndose a los precios más altos. Alvarado señaló su gran bolsa: un mejunje de más o menos 100 dólares en zapatos, ropa, accesorios y productos de belleza.

“Definitivamente, no podría comprar tantas cosas en H&M”.

© 2022 The New York Times Company