Michael Jackson, el rey del pop, murió el 25 de junio de 2009, pero fue enterrado varias semanas después, el 3 de septiembre del mismo año. Exactamente, pasaron 70 días antes de que el cuerpo del cantante fuera sepultado. Detrás de esa demora hubo cientos de hipótesis y especulaciones.

De acuerdo con CNN, la familia de Michael Jackson y unos 200 de sus amigos más cercanos se reunieron el jueves 3 de septiembre de 2009 por la noche para darle el último adiós al cantante pop, quien había muerto 10 semanas antes.

Sin embargo, antes de que esto sucediera, los medios de comunicación y sus seguidores estuvieron casi tres meses esperando saber cuál sería el lugar en el que descansaría eternamente.

El misterio, develado

Las razones detrás de los retrasos en el entierro del intérprete de Billie Jean fueron varias. En primer lugar, la investigación de su fallecimiento fue rigurosa y agotadora.

Después de que las autoridades encontraran su cuerpo, el 25 de junio de 2009, en su habitación, lo trataron en la escena. Finalmente, su muerte fue constatada en el Ronald Reagan UCLA Medical Center.

La investigación concluyó el 28 de agosto de 2009, cuando el Departamento Forense del Condado de Los Ángeles concluyó que su muerte “había sido un homicidio involuntario”, de acuerdo con un artículo de Reuters.

“En una breve declaración a los medios de comunicación hoy, la oficina forense dijo que Jackson murió de ‘intoxicación aguda por propofol’. También contribuyeron a su muerte el lorazepam y el Valium”, reportó The Guardian en aquel momento.

Cuando finalmente su cuerpo fue liberado, después de varias autopsias y múltiples análisis toxicológicos, hubo discusiones y desacuerdos sobre la ceremonia, logística y otras cuestiones legales que postergaron la fecha del entierro del rey del pop.

El entierro de Michael Jackson

Según la CNN, su numerosa familia estaba dividida sobre dónde debería ser el lugar de descanso final de la superestrella. Finalmente, su madre, Katherine Jackson, optó por una cripta dentro del Gran Mausoleo en el cementerio Forest Lawn en Glendale, California.

“Comenzó con los cinco hermanos de Jackson, cada uno con un solo guante de lentejuelas, llevando su ataúd de bronce cubierto de flores al escenario al aire libre entre seis grandes ramos de lirios blancos y rosas blancas, junto con topiarios verdes. Sus tres hijos, encabezados por su hija Paris, de 11 años, colocaron una corona sobre el ataúd de su padre”, describió el medio sobre como se llevó a cabo el servicio.

Previamente, el 7 de julio de 2009, se había llevado a cabo el funeral público del cantante. Fue transmitido por diferentes canales a nivel global. Nielsen, líder mundial en medición de audiencia, reportó que 31,1 millones de estadounidenses vieron el evento en vivo por televisión y se estimó que fue visto por más de 2.500 millones de personas en el mundo.

Autor: Sofía Arias Martínez