La Revolución de los Claveles, a ojos del corresponsal extranjero

Lisboa, 16 abr (EFE).- El 25 de abril de 1974 los corresponsales extranjeros en Portugal contaron una de las historias más bonitas del país, la Revolución de los Claveles: una labor, la de los periodistas foráneos, a la que desde este martes se rinde homenaje en Lisboa, con motivo de los 50 años del fin de la dictadura.

Para ello, la Fundación Oriente de la capital lusa acoge desde hasta el 19 de mayo la exhibición 'Vientos de Libertad', con las fotografías de la periodista germana-estadounidense Ingeborg Lippmann y del británico Peter Collins.

Lippmann (1927-1998) fue corresponsal del diario The New York Times en Portugal y centró su labor en retratar la vida cotidiana de los portugueses tanto en el norte como el sur del país; mientras que Collins fue fotoperiodista del periódico The Times y se enfocó más en Lisboa y el proceso revolucionario.

Uno de los comisarios de la exposición, el historiador Pedro Marques Gomes, explicó a EFE que esta exhibición enseña varias perspectivas y momentos de la revolución.

En ese sentido, puede verse la realidad del Algarve, en el sur, o el norte portugués, con instantáneas de los trabajadores del campo o momentos más festivos en la década de los 70.

El trabajo de Lippman, que es de poco antes del levantamiento, se centra un poco más en ese aspecto, mientras que Collins hace un recorrido por la revolución, con fotografías que muestran "alegría, las manifestaciones, también figuras políticas que marcaron el proceso revolucionario y figuras militares".

Hay, además, retratos de los llamados "retornados" de las colonias y excolonias portuguesas en 1975 y protestas a favor de derechos.

"Y vemos también figuras anónimas que llenan las calles, las plazas, los jardines de Lisboa", dijo el comisario, quien destacó que el trabajo de Collins se desarrolló especialmente en Lisboa.

La otra comisaria de la exhibición, la periodista y profesora Fátima Lopes Cardoso, dijo a EFE que, con la Revolución de los Claves, Portugal se llenó de corresponsales extranjeros, si bien Lippman y Collins llevaban en el país desde antes.

Al contrario que otros corresponsales, remarcó, "ellos conocían bien la realidad portuguesa, conocían los entresijos".

"Creo que según lo que investigué tenían una gran simpatía y admiración por la cultura portuguesa, de la manera de estar portuguesa. Ingeborg Lippmann decía que las mujeres portuguesas eran fuertes porque resistían muchas cosas, la guerra, con los maridos y los niños", apuntó Lopes Cardoso.

(c) Agencia EFE