El rey Carlos rompe moldes y luce los pantalones bombachos prohibidos en su coronación
No hay duda que el estilo del rey Carlos de Reino Unido traspasa fronteras y ha marcado una época tanto en su larga etapa como príncipe de Gales como en su figura como monarca. Austero y apasionado del reciclaje, el soberano ha dado muestras de su coquetería y de su gusto por las tradiciones al llevar en su última recepción de gala los pantalones bombachos, que no puedo llevar en la coronación. El 6 de mayo de 2023, cuando recibió la corona de San Eduardo, usó unos negros largos de la Marina Real para darle un toque más moderno a su majestuoso look.
El martes, acompañado por la reina Camilla y por el príncipe Guillermo, recibió al Cuerpo Diplomático en el Palacio de Buckingham, donde sorprendió al llevar unos pantalones oscuros bombachos hasta la rodilla con medias negras y los zapatos de hebilla, que le fueron confeccionados para su coronación. Esta prenda suscitó el año pasado un gran debate. Es tradición que los monarcas británicos sean coronados con este tipo de calzas que deben su origen a la indumentaria militar desde el siglo XVI hasta el XX. Su rasgo principal radica en que permite una gran holgura y libertad de movimientos en comparación con los que son enteros. Con el paso del tiempo este tipo de vestimenta quedó reservada a grandes ocasiones y está totalmente en desuso.
Un Rey que quiere vestir como sus antepasados
Carlos III se ha mostrado como un Rey innovador en muchos aspectos, como su apuesta por la sostenibilidad, pero parece que en cuestiones de estilo tiene un claro gusto por las prendas históricas. Además, para remarcar aún más el significado de su estilismo, alrededor de su pierna izquierda lucía una cinta inscrita con las palabras latinas honi sait qui mal y pense, el lema en latín de la Orden de la Jarretera, la máxima distinción de caballería del país, que podría traducirse como: vergüenza para quien piense mal de esto, una frase que también aparece en algunas monedas y rodea el escudo real.
La etiqueta del evento, que reunió a más de 1.500 invitados de unos 130 países diferentes, era que optaran por la indumentaria típica de su país, frac o traje. El Príncipe de Gales optó por llevar frac y la reina Camilla por un vestido de terciopelo en azul diseñado por Fiona Clare y la tiara de aguamarinas y diamantes que perteneció a la recordada Isabel II. Además, llevó un collar y pendientes a juego que formarían parte de su colección personal. Sobre una banda azul, la Reina británica llevó la nueva orden familiar del Rey, una miniatura pintada de su marido que se otorga a las mujeres de alto rango de la Familia Real.
Tanto el abuelo, Jorge VI, como el bisabuelo, Jorge V, de Carlos III y antes que ellos, Eduardo VII fueron coronados usando calzas blancas, con medias al tono y la cinta de la Orden de la Jarretera en una de sus piernas. Además, usaban esta prenda en algunos de sus actos militares y en las cacerías.