Risus sardonicus: La enfermedad que inspiró la risa del Joker
Partirse de la risa no siempre es sinónimo de alegría. Si no hay motivo y la risa parece mecánica y poco natural estamos ante un trastorno neurológico que puede causar problemas de memoria, atención y funcionamiento
La risa es una característica del ser humano que no solo expresa alegría, también puede ser el resultado de sentimientos adversos como la ansiedad y el miedo. En ocasiones es fruto del estrés o una expresión de burla y superioridad.
En condiciones normales, la sonrisa se produce como una respuesta al humor, con una configuración facial designada como ‘imagen de Duchenne’. Sin embargo, la risa también puede ser una manifestación de distintas formas de enfermedades, o estar producida por lesiones cerebrales.
Hablamos de la risa patológica, que se ha asociado con tumores, epilepsia, esclerosis múltiple y enfermedad de las neuronas motoras.
La epilepsia gelástica, en concreto, es una enfermedad que produce risa descontrolada y excesiva. La risa inapropiada es la manifestación principal de estas crisis epilépticas poco frecuentes y no convulsas, pero los síntomas que provoca son muy diversos. Aunque la mayoría de los afectados experimentan risa sin sentir alegría, otros sufren episodios de euforia o confunden placer y dolor.
Esta condición de origen neurológico también recibe el nombre de ‘euneresis risosa’ o ‘risus sardonicus’, y se identifica fácilmente por las cejas levantadas y una sonrisa abierta que puede parecer malévola, pero que se genera de manera involuntaria debido a los espasmos musculares.
Alegría inmotivada y risa automática incontrolable
Durante una entrevista con la revista italiana Il Venerdi, el actor Joaquin Phoenix explicó que la risa del Joker fue una de las primeras cosas que preparó para su personaje: “vi videos de personas que sufrían de risa patológica, un desorden neurológico que hace a los individuos reírse descontroladamente”.
Causada por un tumor ¿benigno?
Varios estudios han concluído que la risa patológica se presenta con mayor frecuencia en personas que sufren hamartomas hipotalámicos (una lesión cerebral congénita que puede provocar tumores en el hipotálamo), aunque también pueden localizarse en otras zonas como el lóbulo temporal.
El hamartoma es un tumor benigno en el cerebro que conlleva severos problemas de comportamiento, a veces confundidos con el autismo. Cuando un niño o adolescente se carcajea en realidad está sufriendo una crisis de este tipo de epilepsia que, en vez de provocar convulsiones, cursa con ataques de risa (falsa).
Es decir que existe una disociación risa-alegría; en algunos pacientes con evidencia de crisis gelásticas no se encontró un episodio de alegría relacionado con la risa. Se trata por tanto de risas inmotivadas o "forzadas".
La manifestación clínica de un paciente con focos hipotalámicos o temporales se presenta durante la infancia o adolescencia, aunque se han descrito incluso en la tercera década de vida, mientras que las relacionadas con lesiones del lóbulo frontal son infrecuentes.
La importancia del diagnóstico
Los episodios de risa incontrolable suelen durar aproximadamente medio minuto y pueden repetirse muchas veces al día. En algunos casos, esta afección viene acompañada de déficits cognitivos, como una reducción de la inteligencia o de la memoria. Por eso es importante ‘detener’ esos episodios de risa incontrolable ya que pueden llegar a alterar las habilidades intelectuales de quien los sufre de forma irreversible.
Un niño con este tipo de epilepsia presenta demora en el desarrollo, deterioro en su capacidad de aprender y síntomas psiquiátricos como el comportamiento iracundo.
Según una investigación realizada por el Instituto de Psicología de la Universidad de Freiburg en Alemania, y publicada en la revista científica Epilepsia, más de la mitad de los pacientes que sufren este tipo de patología neurológica ve disminuido su cociente intelectual en la edad adulta presentando, además, problemas de memoria, atención, funcionamiento ejecutivo y capacidades visoperceptivas.
Con un electroencefalograma o una simple resonancia magnética el especialista puede dar con el diagnóstico.
Relacionada con el ictus
Otra investigación vincula las crisis gelásticas a los pacientes con ictus, y sugiere que, en ciertos casos, los ataques de risa de duración inferior a cinco minutos pueden estar provocados por la existencia de una lesión isquémica.
El tratamiento con fármacos no suele funcionar en estos casos, por lo que la neurocirugía suele ser una de las intervenciones más utilizadas con el objetivo de separar el hamartoma del tejido circundante.
¿Habías oído hablar de este tipo de epilepsia? ¿Has sufrido algún episodio de incontinencia de la risa?
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