Yahoo Estilo Robert Downey Jr. tienta al riesgo con el remake de 'Vértigo' de Alfred Hitchcock
La maquinaria de los remakes lleva décadas moviendo los hilos de Hollywood. Desde readaptaciones, reboots o copias idénticas, lo cierto es que la industria del cine no se cansa de encontrar formas para exprimir el arte de la repetición. Sin embargo, la propuesta que estaría barajando Robert Downey Jr. para su regreso a la cartelera resulta tan inesperada como arriesgada. Sobre todo cuando tenemos en cuenta que su último remake fue un fracaso y que, más allá de Iron Man a lo largo de 11 años, su filmografía no conoce el éxito desde 2011.
Según publica Deadline, Paramount Pictures habría dado luz verde al desarrollo de un remake de Vértigo, el aclamado thriller de Alfred Hitchcock que contaría con la exestrella de Marvel sirviendo como productor y, posiblemente, tomando el papel del detective obsesionado que inmortalizó James Stewart en 1958. El guion estaría en manos de Steven Knight, el genio visual responsable de Peaky Blinders que, además, se encuentra trabajando en el libreto para una película de Star Was (de las muchas que Lucasfilm parece estar barajando) después de que Damon Lindelof y Justin Britt-Gibson abandonaran el proyecto.
Y si bien la noticia no debería sorprendernos ante el afán de la industria por rehacer, modernizar y retocar clásicos del pasado con la excusa de la reinvención como bandera, personalmente no pude evitar llevarme las manos a la cabeza. Porque no hablamos de un clásico más de la filmografía de Alfred Hitchcock, sino de una de sus películas más aclamadas. De una genialidad del género thriller basada en la novela francesa D'entre les morts, que aunque recibió críticas mixtas tras su estreno original (los críticos se quejaron de su duración y ritmo), terminó superando la prueba del paso del tiempo. Porque todavía ahora, 65 años después, sigue siendo igual de efectiva. Sobre todo si la vuelves a ver en la gran pantalla como hice yo hace unos años.
Pero lo más importante es que los críticos en general la mantienen en un pedestal intocable. En 2012 logró coronarse como la mejor película de la historia reemplazando a Ciudadano Kane (1941) en la famosa encuesta que Sight & Sound realiza cada diez años. Mientras que, en 2022, quedó segunda por detrás de Jeanne Dielman, 23 quai du Commerce, 1080 Bruxelles. Es decir, Vértigo es un clásico con mayúsculas. Una película conocida por el público en general, adorada por los críticos y una pieza clave de la historia del cine. Retocarla, rehacerla o siquiera intentarlo supone un riesgo inmenso. Porque ¿qué sentido tiene hacer un remake si no se pretende superar de algún modo la película original? Y en este caso, al tratarse de un clásico de estas características, resulta inevitable preguntarse: ¿podrían conseguirlo?
Si bien Steven Knight tiene mi voto de confianza después de la genialidad visual, atmosférica y narrativamente arrolladora que creó con Peaky Blinders, rehacer la historia del detective retirado por miedo a las alturas podría traducirse como el riesgo más elevado de la historia moderna de Hollywood. Porque no hablamos de un referente cinematográfico estimado por los críticos y amantes del género.
A priori podríamos pensar que contar con una figura como Robert Downey Jr. podría generar interés de sobra a raíz del fenómeno fan durante su tiempo en Marvel. Sin embargo, si algo nos demostró su filmografía en los últimos doce años es que, su poder no es tan efectivo cuando quitamos a Tony Stark de la ecuación. Es más, su última película también fue un remake: Dolittle no solo fue destrozada por la crítica sino que generó pérdidas a raíz de su abultado presupuesto (Fuente: Forbes).
Robert Downey Jr. hizo 10 películas como el superhéroe de hierro. Fueron tan exitosas que tres de ellas se encuentran en el Top 10 de las más taquilleras de la historia, acumulando más de 6.3 mil millones de dólares en total. Una barbaridad. Sin embargo, cuando observamos su historial en la cartelera descubrimos que, más allá del poderío de Marvel, su último éxito de taquilla fue Sherlock Holmes: Juego de sombras en 2011.
Y es que en estos años en que se convirtió en el actor mejor pagado de Hollywood gracias a Iron Man solo estrenó dos largometrajes: El juez, un drama legal con Robert Duvall, y la mencionada Dolittle, una readaptación victoriana del veterinario que puede hablar con animales que ya habían inmortalizado Rex Harrison y Eddie Murphy en pantalla. Pero ninguna triunfó ni interesó lo suficiente a esos fans que lo seguían cada vez que estrenaba una película de Marvel.
Por ende, que su próximo proyecto pueda ser el remake de una de las películas más aclamadas de todos los tiempos, cuando su historial no ha sido tan prometedor estos años sin Marvel de por medio, da más vértigo que el título de la película. Porque podríamos suponer que este remake tal vez esté dirigido hacia las nuevas generaciones de espectadores, sobre todo a los jóvenes adultos que probablemente jamás hayan visto la cinta original y pasaron su adolescencia idolatrando al actor a través de la saga de Los Vengadores. Pero, a nivel artístico, ¿qué sentido tiene rehacer algo sublime si no intentan igualarlo o superarlo? El mero hecho de que se trate de un remake de Vértigo exige ese esfuerzo o los críticos y puristas no podrían ser muy benevolentes.
Y existe un simple ejemplo que lo demuestra: el remake del otro clásico de Hitchcock, Psicosis, que Gus Van Sant estrenó en 1998. En su momento fue destrozado por la crítica, siendo calificado como “un remake sin sentido” (Rotten Tomatoes) que, a pesar de la buena actuación de Anne Heche, no pudo superar el legado de la película original. Como consecuencia fue un batacazo de taquilla con una recaudación de $37 millones cuando había costado $60 millones.
Si Robert Downey Jr. se atreve a liderar este reparto podría ser el gran salto al vacío de su carrera post-Marvel. Después de todo tiene otras películas en desarrollo, como la comedia All-Star Weekend y Oppenheimer de Christopher Nolan, pero en ninguna sirve como protagonista. Incluso hasta me atrevería a decir que se trata de un ejemplo de valentía, caminando por la cornisa de un proyecto que será observado, comparado y criticado en el más mínimo error.
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