Robert De Niro reacciona con furia a las duras acusaciones de su antigua asistente: '¡Todo esto es absurdo!'

Robert De Niro, a su llegada al juzgado de Manhattan este lunes credit:Bang Showbiz
Robert De Niro, a su llegada al juzgado de Manhattan este lunes credit:Bang Showbiz

Robert De Niro acudió ayer lunes a un juzgado de Manhattan, en Nueva York, para prestar declaración a raíz de la demanda que ha recibido de su antigua asistente personal, Graham Chase Robinson. Esta empleada se ganó la confianza absoluta del actor, hasta el punto de que no dejó de escalar posiciones hasta ser designada vicepresidenta de la productora del artista, Canal Productions. A partir de ese momento, su relación empezó a deteriorarse y ahora Robinson ha decidido llevar a su antiguo jefe a los tribunales, acusándole de haber creado un ambiente laboral "tóxico", marcado por la discriminación por razón de género y el abuso de autoridad.

Como se desprende de la transcripción que ha trascendido de la sesión judicial, el astro de Hollywood, de 80 años, no pudo evitar perder las formas al escuchar el listado de reproches que le dirige esta profesional, quien le exige además una indemnización de 12 millones de dólares. "¡Todo esto es absurdo!", espetó el protagonista de títulos como 'Toro salvaje'. Esa reacción podría resultarle contraproducente, teniendo en cuenta que Robinson sostiene que el actor la insultaba con frecuencia, usando términos como 'perra', y que la hablaba "de manera hostil, abusiva e intimidante".

La demandante no ha dudado en retratar al actor como un hombre rencoroso, que ni siquiera se dignó a escribir una carta de referencia cuando Robinson decidió poner fin a su relación laboral. Quien fuera mano derecha de De Niro trabajó a sus órdenes desde 2008 hasta 2019, momento en el que decidió cambiar de aires por la saturación y el hartazgo que acumulaba. Entre sus muchas responsabilidades, alega, destacan actividades tan variadas como la de decorar el árbol de navidad del actor, o la de ocuparse personalmente de sus cuidados en momentos de enfermedad.

A lo largo de esa tensa jornada en la corte federal, De Niro habría perdido los nervios en otras ocasiones, como cuando se defendía de los reproches que Robinson también dirige a la actual compañera sentimental del artista, Tiffany Chen. Y es que, la exasistente acusa a la novia del actor de haberla maltratado verbalmente, entre otras razones porque Chen pensaba que Robinson "imaginaba" que su relación con su jefe era más "íntima" de lo que realmente era. "Ella [Chen] sentía que podía haber algo ahí, y puede que tuviera razón", deslizó De Niro.

Por otro lado, el astro de Hollywood confirmó con su silencio y muecas de incomodidad que Robinson era su contacto de emergencia, que le encargaba tareas tan cotidianas como la de comprar tarjetas de felicitación para sus familiares -incluso en calidad de vicepresidenta de su compañía- y, en definitiva, que fue una empleada "diligente" hasta su marcha. "Pero no después de todo lo que estoy pasando ahora", afirmó con resentimiento.

Robert De Niro habría levantado la voz, una vez más, cuando el abogado de Graham Chase Robinson le pidió que corroborara otro testimonio de su clienta: el de que el actor no dudó en llamarla a las "cuatro o cinco" de la madrugada para que le asistiera tras una fuerte caída, en el año 2017. "Pero eso fue cuando me quebré la espalda tras caerme por las escaleras", contestó indignado ante la sugerencia de que esa emergencia era ilustrativa de esa supuesta explotación laboral.

Ese profundo malestar del intérprete se ha traducido en dos contrademandas, una procedente del propio De Niro y otra de su firma Canal Productions. A Robinson se le atribuyen prácticas tales como la de defraudar miles de dólares a la empresa mediante el uso fraudulento de tarjetas de fidelidad de aerolíneas, o la de dedicarse a ver la televisión en horas de trabajo. Asimismo, el actor la ha descrito en su declaración como una mujer "condescendiente, abusiva, controladora y despectiva".