Rocío Carrasco: 13 titulares estremecedores que resumen el episodio más duro de todos

CHIPIONA, SPAIN - JULY 02: Rocío Carrasco speaks to the media before the inauguration of the Rocio Jurado Museum on July 02, 2022 in Chipiona, Spain. (Photo by Juan Carlos Toro/Getty Images)
CHIPIONA, SPAIN - JULY 02: Rocío Carrasco speaks to the media before the inauguration of the Rocio Jurado Museum on July 02, 2022 in Chipiona, Spain. (Photo by Juan Carlos Toro/Getty Images)

“De nada sirve tener la verdad, si no se te escucha”, así empezaba el episodio más desgarrador de la serie documental de Rocío Carrasco para Mediaset. La hija de ‘la más grande’ revelaba tener miedo pero sentirse preparada para abordar los temas que la han atemorizado durante dos décadas, así, comenzó el fulminante episodio titulado acertadamente como ‘Miedo’ que repasamos cronológicamente en estos titulares.

La apertura del testamento de Rocío Jurado

El testamento se abrió en casa de la madre de Rocío Carrasco, en La Moraleja con la albacea, Ana, amiga íntima de Rocío Jurado el 25 de junio de 2006. A la apertura asisten la tía Gloria con su marido, Amador con Rosa Benito, José Ortega Cano y ella.

“A Gloria le deja una finca, a Amador otra y a mí me deja de heredera universal. Antes de fallecer, no sabía qué me iba a dejar porque nunca me interesó. A partir de ese día todo termina explotando en la familia y se separan nuestros caminos.”

“Al final ellos se van uniendo a la persona que más daño le ha hecho a Rocío Jurado en vida, el que va fardando de que la Jurado le quería mucho y ese tipo de cosas… la tenían que matar antes para que viera un ‘duro’ de ella”.

“Rocío Jurado no deja nada de dinero a mis hijos porque así lo decidió en su última voluntad. Rocío Flores no tiene nada de su abuela, ni siquiera a la que su abuela parió, porque ella lo ha decidido”.

La utilización de la muerte de Rocío y el cruce de demandas por la pensión de los hijos

“Vi cambios de Ro en el colegio, en sus notas, pero sobre todo cambios solo hacia mí, con Fidel la niña se llevaba genial. Yo notaba pequeños cambios, contestaciones malas de una niña de 9 años, pero no les daba importancia, le decía ‘así no se habla’ y listo.”

“Yo me daba cuenta de que estaba destrozada por la muerte de mi madre, pero eso al final es ley de vida. Lo que a mí me destrozaba era aquel ser (Antonio David) que aprovechaba su muerte para seguir poniéndome de mala madre, estaba viviendo situaciones antinatura.”

“En el 2006, teniendo Antonio David Flores lo que ya supuestamente quería (a sus hijos), me presenta otra demanda para modificar el convenio de los críos para que le quitasen la pensión de alimentos para que no tuviese que pasar pensión cuando estaban conmigo, ni con él. Ese proceso lo pierde en primera instancia, en Audiencia y en el Supremo.”

En 2005 Rocío admite ponerle una demanda por abandono del hogar y desatención de la pensión por la vía penal. La pierde y le indican que tiene que reclamar por la vía civil. Cuando esta sentencia sale, Rocío Flores, ya tiene 11 o 12 años, según explica su madre.

Los primeros cambios en Rocío Flores

En ese momento, Ro empieza a volver a casa de su madre tras los 15 días con Antonio David diciendo cosas como: “Tú has querido meter a mi padre en la cárcel, eres una puta. Has querido arruinarle la vida a mi padre” por este motivo, Rocío, decide no dar el paso por lo civil y se queda seis años sin cobrar la pensión de sus hijos para ver si así su exmarido deja de intoxicar a los niños, sin embargo, según ella, va a más.

Así que, viendo la situación, en 2012 decide ir adelante por la vía civil y el juez decreta el embargo del dinero que el ex guardia civil debe, pero él se declara insolvente cuando, entre 2011 y 2017 él ha hecho exclusivas y platós hablando de Rocío Carrasco y de la situación familiar.

La intervención de David Flores y el uso de la prensa

“Me llega una carta de mi abogado diciendo que hay que operar a David y yo, como no puedo fiarme de nada que provenga de esa persona (Antonio David) prefiero consultarlo directamente con el doctor, porque siempre he sido muy reticente a someter a mi hijo a anestesia por sus problemas.”

“Hablo con el doctor y me dice que no tiene importancia, que es algo insignificante y que se puede hacer por ambulatorio, entonces accedo sin problemas, esto es a principios de 2007. Firmo la autorización tras haber sido informada. Pues mi sorpresa es que a finales de 2007 se me pone una demanda por vía civil, por parte del padre de David, para que el juez se salte mi consentimiento y ese consentimiento se dé por vía judicial.”

Pero hay más, Rocío, con los documentos en la mano, explica que dicha acción tiene un fin lucrativo y mediático: “Me citan para ir al juzgado a declarar y está repleto de prensa, justo lo que él quería.” Al entrar Rocío le dice al juez que ha firmado el consentimiento para la operación de David hace tiempo “el juez me dijo: entonces, ¿qué hace usted aquí?’ y ella le dijo que se asomara a la ventana (para ver a la prensa) a lo que el juez respondió ‘ya lo entiendo todo, puede usted irse’. Y así, la dejó ir y a Antonio David le tocó pagar las costas.

Una madre coartada y el pánico a los lunes

“Yo no soy la madre que se le ha vendido a la gente, he sido una madre coartada y aterrorizada. No se me ha permitido hacer las cosas que me habría gustado hacer con mis hijos porque vivía bajo el yugo de ‘yo puedo decir de ti lo que me dé la gana, y la gente me va a creer’ y así ha sido”, sentencia Carrasco.

A raíz de la manipulación de Antonio David sobre sus hijos, Rocío asegura sentir pánico a los lunes, día en que los pequeños vuelven de casa de su padre tras los 15 días correspondientes: “Empiezo a sentir terror, me metía en el baño hasta que llegaban, vomitando, con ataques de pánico, de angustia desde 3 noches antes.”

El inicio de la adolescencia de Rocío Flores y la cara B de Olga Moreno

“Ro tendría unos 13 años y vino con el cuello lleno de colgantes y le dije que se los íbamos a quitar por si en el recreo se enganchaba jugando, saltando a la comba… me daba miedo. En ese momento me hace caso a regañadientes y se los quita.”

“A los quince días Rocío vuelve de casa de su padre con todos los collares puestos de nuevo, me mira y me dice: ‘Me ha dicho Olga que qué mala madre eres que no me dejas ponerme collares’. Esto habrá a quien le parezca una chorrada, pero en mi caso no es nada más que una muestra de lo que allí sucedía.”

“La niña quería ropa que no le pertenecía por edad y siempre que volvía de casa de su padre la llevaba puesta y me decía ‘pues me la ha comprado Olga y me ha comprado siete más’, ya no podía luchar contra ello, llevaba las de perder.”

La cara de ángel de Ro, se transformaba en un demonio

Una de las cosas más fuertes relatadas en este episodio es cuando Rocío explicó que a Ro le habían dicho que su hermano estaba enfermo por su culpa, por beber y fumar durante el embarazo. Carrasco, al borde de las lágrimas, confesó que la adolescente se lo reprochaba por aquel entonces.

“Cuando ella me gritaba, David me defendía y le decía que no me insultase ni me gritase y ella tomaba represalias contra él y a mí me decía que estaba malo por mi culpa y que nunca le había querido tener.”

“¿Cómo se puede vivir ante eso? Partiéndote en dos, partiéndote el alma del todo. Yo solo le decía ‘eso no es verdad cariño, cuando seas mayor lo entenderás’ y lloraba. Cuando ella me veía llorando, decía ‘ya me lo decía mi padre, que te ibas a hacer la víctima y a llorar’ era como Doctor Jekyll y Mr. Hyde. Esa cara de ángel, se transformaba en un demonio.”

Navidades 2010: la hospitalización de David Flores

Las Navidades de 2010 Ro y David las pasan en casa de Antonio David y Olga, Carrasco relata que el día 25 esperaba una llamada de su hijo David para felicitarle las fiestas pero esa llamada, nunca llega.

El día 29, al fin, le coge el teléfono su hija Ro y le dice que David está en el hospital ingresado, en la Quirón de Málaga. Carrasco, en shock, llama rápidamente al hospital y le comunican que el crío entró en urgencias por un principio de neumonía el día 25 y quedó ingresado el 27.

“Me llaman tras hacerle las pruebas y me dicen que David se tiene que quedar más tiempo ingresado en el hospital por neumonía, así que cogimos el coche y llegamos el 30 de madrugada para poder estar con él.

Al entrar a la habitación: “Veo a un niño más largo que un trinquete, tumbado en la cama lleno de cables y sueros y a una tía igual que yo metida en la cama con el niño, esa tía era Olga. Cuando me ve entrar, da un brinco de la cama.”

“Voy hacia mi enano, me mira, me sonríe y me dice ‘yo sabía que tu venías mami, yo sabía que mi mami venía con el Fidelito. ¿Ves Olga? Todos me decíais que no iba a venir mi madre y sí ha venido, yo sabía que venía’, en ese momento me dieron ganas de estrujarle la cabeza a alguien por haberle dicho eso a un niño en la cama de un hospital.

Olga Moreno ‘vende’ a Carrasco ante su hija Rocío

Carrasco confiesa que en ese hospital, a solas con Olga y Antonio David, les pide ayuda para que Ro deje de contestarle y de tratarla mal “lo único que os pido es que no me vendáis delante de mi hija, que no le contéis a la niña que os he contado esto, necesito arreglarlo. Olga, tú tienes mi teléfono, cuando ocurra algo en la casa, llámame y tomamos decisión conjunta por el bien de la educación de la menor.”

La primera quincena tras la neumonía de David, se van con el padre y al volver, suena el timbre de mi casa como cada lunes de regreso: “Abro y lo primero que le dice Ro es ‘eres una hija de puta, ¿qué te creías que Olga era tu amiguita? ¿Que no me iba a contar lo que me has dicho? ¿Le has contado todo, no? No sabes la que os tiene preparada’”.

“Yo le respondo: ‘No te puedo obligar a que me quieras, pero sí a que me respetes’, cuando recibes eso de un hijo, esa sensación te bloquea por completo, yo no era capaz de decirle de dónde venía esa conversación, de sentarte con ella ni de decirle que la habían dejado con el culo al aire a ella delante de mí. Eso para mí fue terror de nuevo.”

La rebelión final de Ro

“Cuando yo la castigaba, ella ya no me respetaba, la mandaba al cuarto y me decía ‘al cuarto se va a ir tu puta madre, que está enterrada’. No son las 24 horas del día así, tiene algunos momentos buenos y yo intentaba aprovecharlos porque de mí nacía el acariciarla o el atusarle el pelo. Pero en el momento en que eso sucedía y ella veía que iba a ser capaz de mostrarme algún sentimiento de cariño, entonces era más agresión todavía.”

“Ella no podía permitirse tener ningún tipo de sentimiento bueno para conmigo, ella tenía que ir siempre a casa de su padre con algo, con información, con algún dato, con algún tipo de hecho.”

Según relata Carrasco, las agresiones verbales hacia ella nunca pasaban delante de Fidel porque la niña y él se llevaban genial. Pero un día en la cocina sí la oyó decirle ‘ojalá te mueras hija de p***’ y él se quedó muy afectado dado que Rocío siempre intentaba suavizarle los encontronazos a su pareja para que no afectara a su relación con su hija.

La vista por la custodia de ‘la niña’

Antonio David llevó a Ro a una psicóloga y con ese informe planteó una modificación de medidas ante la custodia de la cría. El juzgado le dio X días a Carrasco para que ella pudiera contestar al requerimiento, pero Antonio David pide medidas urgentes para quitarle a su hija alegando violencia por parte de Carrasco: “en ese informe la niña dice que yo la maltrato”.

En una pelea en la cocina, cuando Ro ya sabía que ese procedimiento existía pero la madre no, le dijo “Rociíto, cuando yo hable ante un juez te vas a cagar”. La vista urgente fue el 11 de junio de 2012 y la hija no informa en absoluto a la madre.

Ese mismo día, Rocío Flores va a despertar a su hija y la encuentra maquillándose y planchándote el pelo. Carrasco, que sabía que era el día de la vista por su abogado, se sintió despreciada por su hija que había relatado que la maltrataba y ni siquiera se lo había dicho a ella.

“Yo pensé que me iban a quitar la custodia porque ya tenía ella una edad determinada y había narrado atrocidades como que la llamaba gorda, cerda, que no la quería, que no le daba de comer, que le daba bofetones… situaciones completamente falsas y no solo falsas sino que vuelve a seguir el patrón paternal. Le da la vuelta a lo que hace ella y la usa en su beneficio.”

El juez determina que no hay bastantes indicios para quitarle la custodia a la madre y que tomaría una decisión tras un informe psico social de Ro y de toda la familia: “al salir de ese juzgado, me hubieran matado todos si hubieran podido”, sentencia Carrasco.

El maltrato de Ro a su madre

Al volver del juzgado Ro se mete en la habitación de David y empieza a gritarle, así que Rocío interviene y la manda a su habitación para que deje en paz a su hermano: “La mandé a la habitación y empezó a increparme, a decirme ‘que sepas que en septiembre a esta casa no me trae ni un juez, ni tu madre ni tu padre que están bajo tierra, maltratadora’.

El niño defiende a la madre y ella se encara con él, así que Carrasco la saca al pasillo y la adolescente empieza a gritar: “Venga pégame Rociíto, venga pégame, y se viene hacia mí y me da con el hombro.”

“Hay una agresión que ella me hace con un cuchillo, yo solo quería hacerle ver que eso no estaba bien y de hecho, de cara a la ley, yo relato que había sido sin intención ‘en Menores’ porque no quería que le cayeran más cosas.”

En otra ocasión Rocío la pilló fumando y tras reprochárselo la madre, Ro apagó el cigarro en el colchón y, mirándola fijamente, le dijo ‘la próxima vez lo hago contigo dentro y quemo la casa’.

El fatídico 27 de julio de 2012 tras la paliza: “Papá, ya está hecho”

Rocío Carrasco se levanta en el último día de cursillo de verano de su hija que estaba mala de la tripa. Ro quiere desayunar nectarina y su madre le recomienda ciruelas para la barriga. Ro la desafía y se guarda la nectarina, cuando su madre intenta cogérsela: “Me cruza la cara de lado a lado, yo no me creía lo que estaba pasando y entonces empieza a pegarme pero, mientras ella me pega, grita ‘No me pegues, no me pegues’.”

“Yo la miraba y era ella la que me estaba pegando a mí mientras gritaba lo contrario y se me pasó una película por la cabeza, sabía que obedecía a algo que no era normal. Entonces ella me sigue agrediendo. Lo siguiente que recuerdo es a Fidel reanimándome, poniéndome un aparato de pulsaciones y yo solo decía “Fidel la niña, Fidel la niña”, todo eso con las pulsaciones a 140 y me metió un Lorazepan bajo la lengua… y la niña, se fue.”

“La niña se va, se monta en el coche de Paco que ya sabía lo que había porque lo estaba viviendo desde muy pequeños, la niña entra en el coche diciéndole al chófer ‘Paco, mi madre, mi madre, una nectarina’, pero Paco entiende naftalina, pensado que Rocío había ingerido un bote y que iba a fallecer. Paco calma a la niña y la lleva a la escuela.”

Pero el testimonio del chófer es espeluznante cuando, de repente, esa cría con un enorme ataque de ansiedad, se calma en seco, saca un teléfono móvil y llama a su padre para decirle: “Papá, ya está hecho”.

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