Lo que hay que saber para ver la nueva temporada de El juego del calamar
En 2021, durante el segundo año de la pandemia que parecía no tener fin, se estrenó una serie de Corea del Sur que atrapó la atención del mundo entero. El juego del calamar presentaba una imagen hiper violenta de la humanidad en sus peores gestos. Después de tantos meses de incertidumbre y encierro ya nadie creía aquello de que “de esto saldremos mejores” y tal vez por eso, la mirada nihilista del guionista y director Hwang Dong-hyuk sobre la sociedad de su país-y por extensión también la del resto-, se transformó en un fenómeno sin precedentes para la producción televisiva del país asiático. Y para Netflix, que supo identificar pronto que se había topado con una nueva veta de contenido a explorar para la plataforma, cada vez más enfocada en las historias con capacidad para “viajar” por el mundo.
Desde aquel momento, se escribieron kilómetros de artículos periodísticos y tantos otros académicos que intentaron explicar la fascinación con la crueldad de la ficción que se esmeraba capítulo tras capítulo para matar a sus personajes más queridos. Mientras los noticieros informaban las cifras de contagios y decesos diariamente, la serie daba su versión de una desgarradora realidad en la que las personas eran transformadas en números. Y en billetes encerrados en una alcancía transparente a la vista de quién estuviera preparado para hacer lo necesario, lo inimaginable, para hacerse con ellos. Ahora, tres años después, la ficción está de regreso -sus siete episodios estarán disponibles desde mañana en Netflix-, y aunque la pandemia quedó atrás sus efectos siguen presentes. Los nuevos episodios se ocupan a su particular modo de confirmar que no, definitivamente no salimos mejores. Lo que sigue es un repaso de los giros del relato de la primera temporada que conviene tener presentes para seguir la trama de los nuevos capítulos de los que se adelantan algunos detalles.
Qué es El juego del calamar
En la primera temporada los espectadores descubrieron que el juego es un torneo de seis pruebas inspiradas en simples competencias infantiles conocidas popularmente en cada plaza de Corea del Sur y fáciles de entender para todo el público. Para ganar el premio de 45.6 mil millones de won, algo así como 32 millones y medio de dólares, los participantes debían sobrevivir los seis juegos. Los perdedores eran asesinados sin contemplaciones. Según la trama de la primera temporada, los juegos llevan años realizándose en secreto en todo el mundo cuando el protagonista de la historia Seong Gi-hun (Lee Jung-jae) se une a la 33a partida.
De regreso a la arena
El final de la primera temporada cerró con Gi-hun enfrentándose con el creador del juego un año después de haber ganado la competencia y decidido a acabar con el sádico experimento para siempre. En los nuevos episodios su cruzada sigue adelante aunque con más frustraciones que triunfos. Hasta que ocurre el primer avance cuando su persistencia vuelve a ponerlo frente a frente con el reclutador (Gong Yoo), un personaje misterioso que ésta vez tendrá mayor protagonismo en la trama.
Nuevos personajes
Sin adelantar los giros y sorpresas que los flamantes episodios tienen de a montones, ya en los trailers de la nueva temporada se vio que Gi-hun vuelve a calzarse el jogging verde y que en la nueva edición del juego tendrá que lidiar con las ambiciones y la desesperación de nuevos concursantes como el jugador 333, un youtuber y “empresario” de criptomonedas que busca recuperar el dinero que perdió en el mismo lugar que muchos de sus viejos clientes intentan hacer lo mismo. Entre ellos aparece un rapero que se hace llamar Thanos y parece no sentir empatía ni remordimientos en el transcurso del juego. Además, tal vez inspirado en el reality show de competencia El juego del calamar: el desafío, disponible en Netflix, que contaba entre sus jugadores a un dúo de madre e hijo, el guionista de la ficción también incorporó a dos personajes con ese lazo a la trama y a una joven que se suma al juego sabiendo que está embarazada.
Nuevos juegos
Sin spoilers, se puede decir que la segunda temporada presenta nuevos desafíos a sus participantes que siguen en la misma línea de nostalgia infantil con anabólicos de la primera. Y que más allá de las novedades la figura que se transformó en símbolo de la ficción, la muñeca gigante Younghee y sus ojos que todo lo ven, está de regreso y más letal que nunca. Con pequeñas variaciones culturales las otras rondas cuentan con juegos reconocibles de la infancia de los espectadores adultos globales. Esos que se organizaban en cualquier patio de recreo entre Seúl y Buenos Aires y todos los países en el medio.
El voto
Uno de los puntos fundamentales de la trama de los siete nuevos episodios es presentado tras la primera fase del juego. Esta vez, los participantes deberán votar después de cada desafío para determinar si la partida continúa o se suspende y el dinero recaudado hasta ese momento se reparte entre los sobrevivientes. A partir de ese cambio, crecen considerablemente la tensión y el suspenso en cada capítulo en los que además se ponen al descubierto las intenciones de los jugadores, sus límites y las consecuencias de las decisiones que toman a cada paso con su vida y las de los demás.
Detrás de las máscaras
Si usted es uno de esos espectadores que nunca vio El juego del calamar y planea darse un atracón con las dos temporadas ya disponibles -la tercera llegará en algún momento de 2025-, debería dejar de leer ahora. Aunque los spoilers de los episodios estrenados en 2021 ya prescribieron nunca está de más hacer la advertencia de que en este párrafo se mencionan giros claves de la trama de la primera temporada. Entre ellos, la identidad del maestro de ceremonias de los juegos que supervisa todos los procedimientos oculto detrás de una máscara y una capa, cuya cara y nombre se vieron en la conclusión de la historia original. En uno de los momentos más dramáticos de ese episodio se reveló que se trataba de Hwang In-ho (Lee Byung-hun), el ganador de la 28a. edición de los juegos que decidió sumarse a la organización desde entonces, y al que el policía encubierto Hwang Jun-ho (Wi Ha-joon) estaba buscando. El enfrentamiento entre los hermanos terminó con el mayor disparándole al menor que cayó desde un acantilado y fue dado por muerto. Un estado de situación que tendrá nuevos ribetes en la nueva temporada en la que se exploran en mayor detalle las identidades de las personas que se ocultan detrás de los mamelucos rosas y las máscaras de signos geométricos que indican su rango dentro de la organización. Los círculos son los encargados de mantenimiento, los triángulos los soldados y francotiradores y los cuadrados los administradores. En la nueva temporada, ese complicado entramado de responsabilidades se pondrá en jaque gracias a una sub trama que incluye el robo de órganos y un grupo de refugiados de Corea del Norte.