Salta la cuerda y mejora tu condición física

Durante los años 50, 60, 70 y 80, eran muy comunes los juegos con saltos, tales como el avioncito, el resorte, el salto de longitud y la cuerda, esa que a veces se brincaba de forma individual o entre varios amigos mientras que dos personas la sujetaban de cada extremo.

Más allá de la diversión y reto, brincar la cuerda es un ejercicio completo porque te hace quemar calorías, trabajas tanto parte inferior como superior del cuerpo y mejoras la coordinación, puesto que el dar el salto justo en el momento en que toca el piso requiere de dominancia y destreza.

Si de niña nunca saltaste la cuerda o hace mucho tiempo no lo haces y te sientes con poca habilidad para intentarlo, no te preocupes, como todo en la vida, solo es cuestión de practicarlo; empieza poco a poco e insiste una y otra vez hasta que encuentres el ritmo, estilo y velocidad que más te acomode.

Aunque saltar la cuerda no tiene gran ciencia, sí es importante que lo hagas de manera correcta para que tu experiencia con este grandioso implemento sea eficiente y agradable; para ello debes elegir la cuerda adecuada; antes de comenzar considera los siguientes puntos:

- Realmente podrías brincar con cualquier lazo o cuerda sencilla, pero no hay como saltar con las de baquelita o caucho montadas en manerales de valeros; tienen el peso y caída ideal para que puedas saltar sin que se te atoren o enreden.

- Conforme te vuelvas experta, puedes adquirir una cuerda de PVC; aunque es más pesada, podrás ejecutar brincos más aerodinámicos y rápidos.

- De preferencia salta en una superficie lisa donde pueda fluir la cuerda sin atorarse en el piso.

- Para determinar la longitud correcta, hay que pisar con un solo pie el centro de la cuerda y jalar hacia arriba los bordes. Lo más alto de la agarradera debe llegar a la altura del hombro.

- Agarra la cuerda con ambas manos con las palmas hacia arriba y las muñecas debajo de tus codos. Si tus manos quedan a mayor altura, la cuerda por consecuencia se va a acortar y tropezarás con ella.

- Mantén los brazos semi flexionados cerca del cuerpo.

Para brincarla correctamente:

· Gira la cuerda en pequeños y rápidos círculos con las muñecas, no con los hombros ni con los codos.

· Salta sobre la bola del pie unos cuantos centímetros del piso y cae suavemente flexionando con las rodillas para proteger las articulaciones.

· Mantén los brincos pequeños y rectos, con una longitud no mayor a 5 centímetros. La cuerda es delgada y no requieres de elevar demasiado el pie, ya que así solamente desperdiciarás energía y te agotarás prematuramente.

· Mantén tu cara al frente y la espina neutral.

· Salta relajada, suelta tu cuerpo y piensa que es como bailar; si deseas pon música para que te ayude a encontrar un ritmo.

· Ten paciencia hasta que sientas que tu salto es cómodo y eficiente.

· Inicia de menos a más incrementando paulatinamente el tiempo, velocidad y grado de dificultad.

Puedes realizar varios tipos de brincos: con piernas juntas o alternando pies (estilo boxeador), ya sea en pequeños o grandes saltos; corriendo mientras brincas la cuerda, saltando sobre un solo pie y luego cambiándolo, cruzando pies adelante y atrás o bien haciendo varios saltos sobre un mismo pie. Una vez que domines, intenta saltos dobles; aunque requieren de mayor coordinación y velocidad, son altamente explosivos; esto hará que se eleve drásticamente tu quema de calorías.

También puedes intercalar series de brincos con otros ejercicios de fuerza, ya sea con tu propio peso o con pesas, la variedad e intensidad tú la decides, no hay límites.