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Sara García: la historia de la "abuelita" y cómo llegó al famoso chocolate

Sara García tenía solo 39 años de edad cuando decidió convertirse en
Sara García tenía solo 39 años de edad cuando decidió convertirse en "anciana" para poder hacer papeles para los que era más joven. Así solventó tragedias y alcanzó la fama. (Captura de YouTube)

Orizaba es un pueblo mágico enclavado en las montañas de la zona central de Veracruz que en la época virreinal fue una ciudad reputada como la más culta del país y uno de los sitios más importantes del comercio de la Nueva España al ser punto obligatorio de descanso en el tránsito entre Ciudad de México y el puerto de Veracruz.

Y fue en esta ciudad custodiada por el espectacular y nevado volcán Pico de Orizaba donde dos grandes, del cine y de la gastronomía mexicanas, nacieron para converger en un referente de nuestra cultura popular: Sara García y el Chocolate Abuelita.

Santa Monica, Ca - April 9, 2015. A box of Nestle Abuelita, Mexican hot chocolate
Empaque tradicional del Chocolate Abuelita.

La abuela de México

Sara García (1895-1980) fue una de las actrices más destacadas de la Época de Oro del cine mexicano, que no tuvo miedo a interpretar papeles de anciana cuando estaba cerca de cumplir los 40 años e incluso tomó riesgos como el de extraerse 14 dientes para conseguir el personaje en la obra Mi abuelita pobre.

La misma acción, la de retirarse piezas dentales, la repitió para la película Allá en el trópico. Existe una leyenda que dice que también se fracturó una rodilla para hacer más convincente su actuación con su adolorido caminar.

Verdad o mito, Sara García se ganó el título de "la abuelita de México", porque desde ese momento nunca abandonó los personajes de la tercera edad en filmes como ¡Mis abuelitas... nomás!, Las señoritas Vivanco, Ahí está el detalle, ¿Por qué nací mujer?, Escuela para solteras, entre otras.

Pero sería el director Ismael Rodríguez quien nos presentó a la abuela más divertida, enérgica, temida y venerada de la ficción: 'doña Luisa García viuda de García', quien debe tener siempre a raya a sus pendencieros nietos 'José Luis' (Abel Salazar), 'Luis Antonio' (Pedro Infante) y 'Luis Manuel' (Víctor Manuel Mendoza).

Emilio García Riera, crítico de cine, consideró que el filme contribuyó a consolidar el personaje monolítico de la madre todopoderosa encarnado por García. "Con puro en boca, bastón en mano y crucifijo en pecho y alma, es no solo el dios tutelar (...) es a la vez halagadora y tranquilizadora la encarnación de la suprema autoridad en una anciana que lanza inapelables órdenes devotas ("¡primero está la misa!", grita a sus nietos), reparte bastonazos y admite la necesidad de violencia en los machos para hacer inocuos sus efectos. Es una abuela imprescindible. Una abuela en la que confluye el amor de la familia y sus decisiones son acatadas, respetadas".

Un chocolate para México y el mundo

Chocolate Abuelita es una de las marcas más antiguas en México y posiblemente una de las más conocidas y consumidas en el mercado: de las 25 mil toneladas que producen al año, 8 mil 400 se exportan a Estados Unidos, de acuerdo con datos de Nestlé.

Su historia comienza en 1917 con los señores Antonio Zgaip y Alfonso Arana, quienes fundaron La Fábrica de Chocolates La Azteca en Orizaba, que vendieron dos años después a los hermanos Francisco y Raymundo González Barragán. Ellos crearon productos como el famoso Carlos V, Nupcial, El Popo, Azteca Conasupo, Chocolate Presidente, Chocolate Escudo de Orizaba.

Una década después, los hermanos González Barragán mudaron todas las operaciones a Ciudad de México y les iba muy bien.

En 1939 (cuando Sara García ya llevaba un par de años sin dientes) La Azteca creó su otro producto estrella, uno que pudiera estar en la mesa de todo hogar mexicano, Chocolate Abuelita: "el chocolate que a todos gusta. Su pureza y delicioso gusto se comparan al fiel afecto de los nietecitos con la abuelita", rezaba la propaganda.

Pero la anciana que apareció primero en el producto no fue García, sino una apacible mujer con un chal color de rosa, que resultó ser una familiar de Francisco González Barragán. Esta imagen se mantuvo un poco más de tres décadas.

Fue en 1973, cuando La Azteca pasó a manos de Grupo Quaker Oats Company, que invitaron a Sara García a ser el rostro oficial, pues se le consideraba "un ícono mexicano que representa los atributos más importantes de la personalidad de la marca: apapachadora, cálida, hogareña", según se lee en su página oficial. La venta de la imagen fue permanente y aseguró así el bienestar de toda la familia.

Nuevos cambios ocurrieron en 1995 cuando Nestlé adquirió las marcas de chocolates de La Azteca, entre ellos Chocolate Abuelita, que actualmente se produce en las fábricas de Toluca, Estado de México.

Sin dejar su rol de mujer de la tercera edad tanto en cine como en televisión, Sara García volvió a deleitarnos como una tierna anciana con 'Tomasita' en la telenovela Mundo de juguete al lado de Graciela Mauri. Murió en 1980 a causa de un paro cardiorrespiratorio irreversible, neumonía, y una insuficiencia respiratoria.

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"Me han visto tierna en La gallina culeca; llorosa en Cuando los hijos se van; dulce, como en El baisano Jalil; y enérgica y dominante, y al mismo tiempo cariñosa, en Los tres García. Me han visto muy viva y muy muerta", dijo una vez sobre sus roles de anciana.

Pero para muchos, siempre será la abuelita del chocolate.

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