Sarah Ferguson planea abrir una librería tras perder el respaldo de la monarquía

La duquesa de York credit:Bang Showbiz
La duquesa de York credit:Bang Showbiz

A diferencia de su cuñada Diana de Gales, Sarah Ferguson consiguió retener el favor de Isabel II tras su divorcio del príncipe Andrés, al menos de cara al público, a pesar de los escándalos que protagonizó al ser grabada con cámara oculta tratando de vender acceso privilegiado a su antiguo esposo o cuando la fotografiaron en actitud cariñosa con su asesor financiero cuando aún estaba legalmente casada.

Ella nunca ha dejado de ser una ferviente defensora de la familia real, en especial de su difunta ex suegra, y a cambio ha podido seguir viviendo en el Royal Lodge de Windsor con Andrés y ha sido invitada a eventos relacionados con la monarquía, como la boda de Harry y Meghan. Sin embargo, su precaria posición depende por completo de la buena -o mala- voluntad del soberano, y también del estatus de su antiguo esposo.

Todo apunta a que el nuevo rey Carlos III apartará por completo a su hermano menor de las funciones reales y le pedirá que abandone además la residencia real que compartía hasta ahora con Sarah. Los rumores aseguran que los dos se mudarán a una mansión que ella compró hace tiempo en Londres y la duquesa ya ha empezado a elaborar planes de futuro.

"Estoy contemplando seriamente abrir mi propio negocio. Quiero abrir mi propia librería. Realmente quiero apoyar al sector de las librerías independientes", ha desvelado en declaraciones a la columna Eden Confidential del diario Daily Mail.

Sarah está preparando el lanzamiento de otros tres títulos de su serie para jóvenes adultos, inspirados en sus propias luchas adolescentes con los trastornos alimentarios y los problemas mentales. También ha escrito ficción para adultos bajo el paraguas de la editorial romántica Mills and Boon y dio el salto a la narrativa más subida de tono con el visto bueno de Isabel II, a quien le regaló un ejemplar en francés de su novela 'Su corazón como brújula'.

"No haría nada si la jefa no me diera su bendición, y hoy en día todavía sigo teniendo en cuenta qué diría ella", aseguró a su paso por el Festival Literario de Henley el pasado octubre.