Sedentarismo, el peor hábito para tu cuerpo, según la IA

CIUDAD DE MÉXICO, febrero 9 (EL UNIVERSAL).- La Inteligencia Artificial no deja de sorprender y en esta oportunidad ha analizado diversos estudios científicos e identificado el hábito que más afecta la salud a largo plazo: el sedentarismo. Permanecer inactivo durante largos períodos se ha convertido en un factor de riesgo significativo para diversas enfermedades graves, lo que lo posiciona como una de las principales amenazas para el bienestar humano.

El sedentarismo engloba todas las actividades realizadas en posición sentada o reclinada por tiempos prolongados. De acuerdo con una investigación de la Universidad de Harvard, la falta de movimiento está estrechamente vinculada con una mayor tasa de mortalidad, especialmente por enfermedades cardiovasculares y cáncer.

Además, un estudio publicado en Archives of Internal Medicine reveló que quienes pasan más de cuatro horas diarias sin actividad física tienen hasta un 40% más de probabilidades de desarrollar enfermedades crónicas como obesidad, diabetes tipo 2 y problemas circulatorios.

Entre las consecuencias del sedentarismo destacan:

- Mayor riesgo de enfermedades cardíacas, como hipertensión y ataques al corazón.

- Aumento de peso y obesidad, debido a la reducción del gasto calórico.

- Pérdida de masa muscular y ósea, lo que puede derivar en osteoporosis.

- Alteraciones metabólicas, como resistencia a la insulina y aumento del colesterol.

- Impacto en la salud mental, con mayor incidencia de ansiedad, depresión y fatiga crónica, según estudios en Journal of Clinical Psychiatry.

La OMS recomienda al menos 150 minutos de actividad física moderada por semana para reducir los efectos del sedentarismo. Algunas estrategias clave incluyen levantarse cada 30 minutos, realizar caminatas y estiramientos, usar escaleras en lugar de ascensores e incorporar ejercicios de fortalecimiento muscular.

Según la American Journal of Preventive Medicine, moverse con frecuencia mejora la circulación, la productividad y el bienestar general. Adoptar hábitos más activos es clave para prevenir enfermedades y mejorar la calidad de vida a largo plazo.