Sheryl Crow o cómo llenar un escenario con una voz y una guitarra

Vitoria, 23 jun (EFE).- Sheryl Crow llenó el escenario del Azkena Rock de Vitoria con su voz y su guitarra, en un bolo que sonó perfecto y marcó un listón inalcanzable para el resto de bandas que ocuparon la última jornada del festival de la capital vasca.

La activista norteamericana ofreció un concierto a la altura de los grandes artistas que han pasado en los últimos años por los escenarios ‘azkeneros’ y que dejaron huella en la historia de un evento que vivió un sábado muy diferente al resto de días.

La que fuera corista de Michael Jackson tuvo una puesta en escena magistral con un sonido perfecto y un repertorio que trasladó al pasado a sus seguidores, amantes de sus primeros discos, hasta que llegó ‘Evolution’ que titula su reciente trabajo.

Sin apenas intervenir pero con un carisma abrumador, la polifacética rockera de Misuri comenzó con ‘Real Gone’ con la intención de poner sobre la mesa la capacidad de una banda que envolvió con estilo una voz que quedará en los anales del festival.

‘If it makes you happy’ penetró en un público muy respetuoso, que gozó de una jornada muy tranquila a todos los niveles.

Sonaron ‘Strong Enough’ y ‘Everything is a winding road’ con una calidad abrumadora, mientras que ‘Steve McQueen’ cerró un bolo que no tuvo una ápice de descontrol.

Band of Horses tomó el relevo de la artista estadounidense con una puesta en escena muy cuidada, donde ‘The general specific’ fue el tema mejor recibido por un público fiel a los de Seattle. En cambio, los estadounidenses no lograron lucirse como en otras ocasiones.

Mavis Staples y St. Paul & The Broken Bones fueron el contrapunto de la noche con dos conciertazos en el escenario ‘Respect’.

Las voces, los coros y la banda que acompañaron a la increíble artista de Chicago rozaron el techo, pero no alcanzaron al carisma de Mavis, que a sus 84 años dio una lección de energía con grandes temas aderezados con el mejor soul que hacía tiempo que no se escuchaba en el Azkena.

St. Paul, por su parte, dejó patente que el talento tiene hueco en el festival vitoriano, aunque el riff de la guitarra no sea el elemento principal.

Antes del anochecer, las bandas que pasaron por los escenarios ‘azkeneros’ opositaron para regresar en otras fechas y en horarios más cercanos a los cabezas de cartel.

Fue el caso de Glen Hansard, que confirmó las sospechas del público y ofreció un concierto muy personal que embaucó a gran parte de los asistentes, atrapados por su folk irlandés.

Warren Haynes no tuvo grandes alardes en el escenario principal, pero demostró su virtuosismo con la guitarra y no defraudó a nadie.

Fue un fin de fiesta muy local, marcado por el bolazo de Lehendakaris Muertos, que cerraron el círculo que comenzó Pi LT con los más madrugadores a primera hora de la tarde.

Los vascos y ‘All Them Witches’ pusieron el punto y seguido de la fiebre ‘azkenera’ que ya tiene fechas para subir el próximo curso.

El 19, 20 y 21 de junio de 2025 habrá ocasión para recuperar las vibraciones un Azkena Rock único en el mundo.

(c) Agencia EFE