El silencio reina en el centro de Londres durante la procesión del féretro de Isabel II

El silencio reina en el centro de Londres durante la procesión del féretro de Isabel II credit:Bang Showbiz
El silencio reina en el centro de Londres durante la procesión del féretro de Isabel II credit:Bang Showbiz

La procesión para trasladar el féretro de Isabel II del palacio Buckingham al de Westminster ha conseguido transformar algunas de las calles más bulliciosas de Londres.

El silencio que ha descendido sobre esas calles solo está siendo roto por el ruido de los tambores, las salvas que se disparan una vez por minuto y el repicar de campanas del Big Ben en el mismo intervalo de tiempo. Los seis cañones que está usando la artillería real de la tropa del rey estuvieron en servicio activo durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial.

Uno de los momentos más emotivos se ha producido cuando el féretro ha pasado justo por delante de las estatuas de los padres de Isabel II, el rey Jorge VI y la Reina Madre, situadas en un lateral de la calle conocida como The Mall. En la retransmisión en directo que está realizando la BBC, parecía que estaban viendo pasar a su hija camino de lugar donde pasará cuatro días recibiendo las muestras de respeto de sus súbditos.

El ataúd de la monarca está cubierto por el Estandarte Real, sobre el que descansa la Corona Imperial de Estado en un cojín de terciopelo. La corona de flores cuenta con rosas y dalias blancas y una selección de follaje de Balmoral y Windsor, las dos residencias reales donde Isabel pasó más tiempo en los últimos meses de su vida.

El recorrido total durará 38 minutos y concluirá con un breve servicio religioso dirigido por el Arzobispo de Canterbury. El nuevo monarca Carlos III camina detrás del féretro acompañado de sus hermanos Ana, Andrés y Eduardo y de sus hijos Guillermo y Harry. La reina consorte y la nueva princesa de Gales viajan juntas en el mismo coche que salió hace unos minutos de Buckingham. La duquesa de Sussex comparte otro vehículo con la condesa de Wessex, esposa del príncipe Eduardo.

La multitud solo ha empezado a aplaudir cuando los miembros de la Guardia Real Inglesa se han quitado sus llamativos sombreros de pelo de oso en la puerta de Westminster para levantar el ataúd del carruaje donde ha viajado e introducirlo en el interior de la abadía.