Steve Jobs no dejó que su herencia multimillonaria volviera 'tontos' a sus hijos

392079 09: Steve Jobs, CEO of Apple, attends the Macworld Conference and Expo July 18, 2001 in New York City. (Photo by Mario Tama/Getty Images)
Steve Jobs fue un auténtico visionario y no quería que sus hijos lo tuvieran todo hecho por el dinero (Photo by Mario Tama/Getty Images)

El visionario Steve Jobs perdió la batalla contra un cáncer de páncreas hace ahora once años, el 5 de octubre de 2011, con tan solo 56 años de edad. Sin embargo, su éxito laboral le precedía y consiguió amasar una fortuna multimillonaria que no dejó a sus hijos.

Steve Jobs era el cofundador de Apple y sus charlas con ese suéter negro ya son parte de la historia así como el inspiracional discurso que dio en la Universidad de Stanford en el año 2005 bajo el lema ‘Stay hungry, stay foolish’, algo así como ‘mantente hambriento, mantente alocado’ que, en otras palabras, significa que no te rindas y que vayas más allá, que asumas tus retos sin importar la opinión de los demás.

La mayor parte de la enorme fortuna de Steve Jobs no proviene de Apple sino de Disney y Pixar. Aunque fue Apple la empresa por la que todos le recordamos. A día de hoy Apple es una compañía mundialmente conocida y está valorada en más de dos billones de euros pero Steve empezó este gigante en el garaje de su casa y del modo más humilde.

Precisamente eso, la humildad tengas o no dinero, es lo que siempre intentó inculcarles a sus hijos. En el momento de su muerte su fortuna se estimó en más de nueve mil millones de euros según recoge ‘Express’ y eso se dice pronto pero el duro trabajo de años era lo que realmente valoraba Jobs.

Él era un minimalista y aunque, obviamente no le faltaba de nada, no se daba lujos ostentosos y pensaba que los ricos que exhibían su riqueza o la gastaban en cosas materiales totalmente superficiales e innecesarias eran bobos así que no quiso que sus hijos fueran así y menos por su culpa (o, mejor dicho, por culpa de su dinero).

Su biógrafo, Walter Isaacson, explicó que Steve le dijo claramente que: “No quería vivir ese estilo de vida tan loco y lujoso que tanta gente hace cuando se hace rica. Vi a mucha gente en Apple, especialmente después de que salimos a bolsa, cómo el dinero les cambió y mucha gente pensó que tenían que empezar a comportarse como ricos. Quiero decir, algunas personas salieron y compraron Rolls Royces, compraron casas y sus esposas se hicieron cirugía plástica.”

Portrait of American businessman and engineer Steve Jobs, co-founder of Apple Computer Inc, at the first West Coast Computer Faire, where the Apple II computer was debuted, in Brooks Hall, San Francisco, California, April 16th or 17th, 1977. (Photo by Tom Munnecke/Getty Images)
Steve Jobs fundó Apple en el garaje de su casa del modo más humilde (Photo by Tom Munnecke/Getty Images)

Esa experiencia directa le hizo ver muy claro lo que no quería en esta vida: “Vi a esas personas que eran personas simples y agradables convertirse en personas extrañas. Y me hice una promesa a mí mismo, dije que no dejaría que ese dinero arruinara mi vida”.

Y, fiel a sus principios, jamás cambió a pesar de ser constantemente uno de los más ricos de Estados Unidos según Forbes. Para él el verdadero orgullo no era esa fortuna sino que la había conseguido desde cero, sin heredarla de nadie así que tuvo claro que sus hijos no iban a heredar su dinero al morir.

Laurene Powell Jobs, su viuda, admitió hace un par de años que ella compartía esa visión de no darles todo masticado a sus hijos “me dijo que su fortuna terminaría conmigo” y así fue. Laura recibió la mayor parte de la herencia de Steve, hablamos de miles de millones.

De hecho Laurene entró en la lista Forbes en 2020 en el puesto 59 de los multimillonarios más ricos del planeta, que se dice pronto. Sin embargo los cuatro hijos de Jobs no recibieron nada, ni Lisa (fruto de su relación anterior), ni Eve, Erin y Reed, hijos de él y de Laurene.

Todos ellos viven a día de hoy forjando empresas propias y metidos en distintos negocios que, seguramente, vienen dados por los conocimientos heredados de su padre y es que al final del camino eso fue lo que más deseo Steve Jobs, que aprendieran de él, no de su dinero.

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