Stranger Things: el estreno de la última temporada de la serie de Netflix quedó en suspenso por la huelga de guionistas de Hollywood

Stranger Things: grabaciones en compás de espera
Stranger Things: grabaciones en compás de espera

“La escritura no se detiene cuando comienzan las grabaciones. Aunque estamos entusiasmados por comenzar con el rodaje junto a nuestro asombroso elenco y equipo técnico, no podemos hacerlo durante la huelga. Esperamos que se llegue pronto a un acuerdo así todos podemos volver al trabajo. Hasta entonces: cambio y fuera”. El mensaje difundido a través del perfil oficial de Twitter de los guionistas de Stranger Things, lleva la firma de los hermanos Duffer, los creadores del fenómeno de Netflix, que en solidaridad con sus colegas agrupados en el sindicato WGA (Writers Guild of America, según sus siglas en inglés) se sumaron al paro declarado en reclamo de mejoras salariales y nuevos contratos que reflejen la actualidad de la industria audiovisual de Hollywood.

Para aquellos que se preguntaban de qué manera o si de hecho la medida sindical afectaría a los espectadores, el anuncio de los Duffer representa la respuesta más temida. Con el comienzo de las grabaciones de la quinta y última temporada de la ficción confirmado para comienzos del verano boreal, algunos ya arriesgaban posibles fechas de estreno de los nuevos episodios que ahora quedaron en suspenso y sujetos a cómo se revuelva el conflicto entre el gremio de escritores y la Alianza de Productores de Cine y Televisión, la asociación que nuclea a los grandes estudios de Hollywood. El apoyo explícito a su colegas de los reconocidos creadores de Stranger Things, una ficción esencial para Netflix en términos de ganancias y suscriptores y para las plataformas de streaming en general, supone un tajante rechazo al intento de los ejecutivos de forzar a los showrunners, en esencia escritores, a trabajar en sus proyectos durante la huelga. Es que unas horas antes de que los hermanos Duffer dieran a conocer su posición Disney, Warner y otros poderosos integrantes de la asociación de productores habían enviado cartas instando a los showrunners bajo contrato a seguir con sus tareas.

Los hermanos Duffer en rodaje
Los hermanos Duffer en el rodaje de la primera temporada de la serie

“Queremos reiterarle que como showrunner y/o guionista-productor no está relevado de cumplir con sus obligaciones como showrunner y/o productor de su serie a causa de la huelga de la WGA. Su acuerdo personal con el estudio requiere que ejerce su cargo como showrunner y/o productor aún si el sindicato intenta aplicarle una multa por hacerlo durante la huelga. Sus tareas como showrunner y/o productor no están disculpadas, suspendidas o terminadas a menos que así le sea comunicado por escrito por el estudio”, decía la carta que Bob McPhail, uno de los abogados del canal ABC, propiedad de Disney, le envió a los showrunners que trabajan para la emisora y que la revista The Hollywood Reporter, publicó como parte de su cobertura sobre la crisis que tiene paralizada a la industria audiovisual. Según analizaban el viernes varias publicaciones especializadas en el negocio de Hollywood, esas misivas intimidatorias podían generar el efecto opuesto al que los estudios aspiraban al enviarlas. Algo que los hermanos Duffer probaron con creces.

Claro que el retraso de las grabaciones de Stranger Things no es la primera consecuencia visible de los reclamos de los guionistas que piden mejoras de sueldos, mayor participación en los porcentajes que les corresponden por la emisión de los episodios en los que trabajaron y un acuerdo para limitar el uso de inteligencia artificial en el sector. Apenas fracasaron las negociaciones entre el sindicato y los productores y se dio por comenzada una nueva huelga -la última había ocurrido en 2007 y duró más de tres meses-, dejaron de emitirse los programas de la franja nocturna de la TV abierta y se cerró, tres episodios antes de tiempo, la temporada de Saturday Night Live. Además, la transmisión de los premios MTV al cine y la TV que se llevará a cabo esta noche desde Los Ángeles se quedó sin conductora cuando Drew Barrymore dio un paso al costado apenas unos días antes de la fiesta. “Hablé con los guionistas y para darles el respeto que merecen y solidarizarme con ellos no voy a formar parte de la emisión en vivo de los premios MTV. Todo lo que celebramos y reconocemos sobre las películas y la televisión nace de su creatividad así que elijo esperar hasta que se resuelva el conflicto pero veré la ceremonia desde mi casa y espero que ustedes también lo hagan”, anunció Barrymore que, según los productores de la ceremonia no será reemplazada por otro anfitrión y aunque no esté presente sí formará parte de ella gracias a los segmentos pregrabados que ya estaban preparados de antemano.

A una semana de comenzada la huelga de Hollywood y con los integrantes del gremio organizando protestas en las puertas de los estudios distribuidos por toda la ciudad de Los Ángeles, la disputa sobre el presente y futuro de la industria ya llegó a la pantalla chica y todo indica que sus efectos se sentirán también en el futuro inmediato. Un escenario que, más allá de la disrupción económica para ambas partes -en la huelga de 2007 las perdidas fueron de más de dos mil millones de dólares y para ésta predicen que la cifra podría ser aún más alta-, impacta directo en el elemento más importante de todo el negocio: los espectadores.