Taylor Swift: las claves de The Eras Tour y qué esperar de sus tres shows maratónicos en River
Tiene 33 años y pasó más de la mitad de su vida dedicada profesionalmente a la música. A los 14, Taylor Swift se puso en marcha con la vista puesta en el horizonte que buscaba. No estaba, por supuesto, en el mercado bursátil, ese en el que sus padres se habían ganado la vida. A los 17 ya tenía publicado su primer álbum y se la podía ver agitando su brazo sobre una guitarra acústica, para canciones que iban del country al pop, mientras meneaba sensualmente la cabeza y sus rizos rubios. En esta era, que todo lo registra, podemos encontrar fragmentos de algunos de sus shows en bares de Tennessee o en el Whiskey A-Go-Go de Los Angeles, en pleno Sunset Strip. Sí, en aquellos primeros años del siglo XXI tenía el pelo enrulado. Hoy su cabellera luce muy diferente, pero su deseo de cantar su presente y de volver a sus comienzos permanecen intacto. Así fue planteado The Eras Tour, un espectáculo que comenzó en marzo de este año, que culminará en diciembre del próximo, con tres funciones en Buenos Aires, desde hoy y hasta el sábado.
Alta, delgada, con rostro de cristal, ojos rasgados y una cabellera generosa que contorneaba el brillo desplegado frente al micrófono. Así se veía Taylor en 2006 (de hecho, su look podría tener ciertos guiños a los veraniegos de la década del 80) cuando salía a defender las canciones de su primer álbum. Hoy la estética es mucho más sofisticada, porque está pensada a escala de un estadio para deportes.
El récord virtual
El concepto de este espectáculo es retrospectivo. Swift no hizo giras entre 2019 y 2022, debido a la pandemia. Sus álbumes Lover, Folklore y Evermore nunca tuvieron presentaciones formales. Es por esto que decidió incluirlos en un espectáculo integral, que va desde sus comienzos hasta su más reciente producción con temas nuevos, Midnights (2022). Convertida en una cantante que bate récords, aquí conviene hacer un alto. Su último disco batió récords apenas publicado. Se convirtió en la primera artista en la historia en ocupar todos los puestos en el top 10 de la lista de singles de los Estados Unidos. La cantante y compositora superó en noviembre de 2022, con el lanzamiento de Midnights, a Drake, quien tenía el récord anterior de nueve, entre los 10 primeros, en septiembre de 2021. Antes que él, los Beatles obtuvieron ocho entre los 10 primeros, en 1964.
Había un público ávido de sus nuevas canciones en la escena virtual, pero había hasta ese momento un silencio de escenario. Recién es con Eras Tour que vuelve a las giras mundiales, esas que había abandonado varios atrás, tras un periplo que no fue tan extenso. Reputation Stadium Tour comenzó el 8 de mayo de 2018 en la ciudad de Glendale y finalizó el 21 de noviembre de ese año en Tokio, con un total de 53 conciertos.
The Eras Tour por dentro
La gira que ahora la tiene de hotel en hotel, en cambio, recorre cada uno de sus discos, ya lleva casi 60 conciertos realizados y todavía no llegó a la mitad de las funciones previstas hasta fines de 2024. La estructura de su escenario es un montaje que ofrece gran visibilidad desde distintos ángulos y cuenta con una extensa pasarela que conecta a la instalación principal con otras dos, que la cantante utiliza en distintos momentos del espectáculo. El show se compone de unas 45 canciones, con una duración total de show de 3 horas 15 minutos. Más que un recital, es un espectáculo estrictamente guionado que tiene condimentos de los shows de residencia de Las Vegas o los musicales de Broadway. Y aunque no se trate de una producción con realidad aumentada, las pantallas tienen efectos que persiguen esta propuesta. Cuando la vista es en directo, se puede ver simplemente a Taylor Swift cantando en la extensa pasarela. Pero si se mira la pantalla se la puede ver proyectada sobre el encordado y la boca de una guitarra. La pantalla ocupa todo el fondo del escenario y los músicos de su banda quedan repartidos a cada lado, en un papel secundario.
Entre tantos efectos relacionados a esta realidad aumentada, en uno de los tramos el piso de la pasarela se abre, la cantante se zambulle literalmente y da la sensación de que nada por debajo de ese pasillo hasta el escenario principal.
Las estaciones de su viaje
Cada parada que hace en el recorrido de su carrera, cada disco, tiene algo diferente que identifica a un grupo de canciones. Las “Eras” son sus diferentes discos, diez en total.
Lover: el comienzo del espectáculo no es de gran espectacularidad sino progresivo. “Miss Americana & the Heartbreak Prince” puede ser el puntapié de ese repertorio se que se extenderá durante varias horas. La estructura de este set marcará el recorrido del show, con temas enteros o de fragmentos, con puestas en escena sofisticadas y otros momentos en los que el gran apoyo del tema será Taylor con su guitarra o el trabajo de su cuerpo de baile.
Evermore. La propuesta en este caso tiene que ver con lo boscoso, con la noche, con lo esotérico. Todo el ambiente lleva ese tono que contrasta bastante con otros segmentos.
Fearless. Es una secuencia mucho más festiva, más folk, con una Taylor de flecos y botas tejanas.
Reputation. Mucho juego de plataformas, vestuario alambicado, gótico, con una producción visual muy intensa de efectos de luces y con coreografías de gran protagonismo.
Red. No tiene rebusques especiales. La producción de Swift fue muy literal con la palabra “red” al plantear una estética donde predomina el rojo, tanto en luces como en el vestuario.
Speak Now. La atmósfera visual tiende al tono pastel, porque el cancionero así lo demanda, con temas como “Enchanted” para el que aparecerá con un largo y ampuloso vestido de gala
Folklore. Para transitar las canciones de este disco volverá a la puesta escenográfica de un musical o, incluso, a la de la ópera moderna, con una recreación cottagecore, una cabaña, mucha madera y colinas de fondo. Hay varias situaciones que se desarrollan mientras ella canta (muy al estilo de un escenario operístico).
1989. Tendrá un cambio abrupto hacia secuencias más potentes, con estridencia visual, brillos y faldas cortas.
Midnights y sets sorpresa. Habrá canciones que interprete sentada al piano o solo con su guitarra. Luego, Midnights, que es su último disco, el del suceso virtual y, aquí, el de las situaciones casi oníricas que cruzan realidad con efectos visuales. Taylor trepa una escalera y sube a una nube, se sumerge en una pileta y nada por debajo del escenario. Entre tanto despliegue evoca su clip de“Anti Hero” donde juega con su propio ego y su status de súper star. No faltará la pirotécnica para el final del espectáculo.