Testigos de una boda civil: cómo elegir a los invitados con el papel más relevante
Ser testigo de una boda civil es un privilegio al que contadas personas acceden. A diferencia de los testigos de un enlace católico, que pueden ser un gran número de invitados y que, aunque su labor es relevante en la ceremonia, cuentan con un papel simbólico, los que nos ocupan hacen una labor de vital importancia. Sin su presencia no podría hacerse realidad el matrimonio ante las instituciones. Aunque en España es muy habitual casarse en el juzgado, son muchos los que desconocen los detalles y requisitos necesarios para los testigos cuando la celebración es por lo civil. Hoy te descubrimos todo lo que necesitas saber tanto si eres una novia en busca de los suyos como si te han dado este cometido en una boda próxima.
¿Quién puede ser testigo de una boda civil?
A efectos legales, el único requisito es que los testigos de un enlace civil sean mayores de edad. Por ello, a la pregunta de quién puede ocupar este papel, la respuesta es: la persona que los novios quieran. Por la relevancia que tiene su tarea dentro del proceso para ser un nuevo matrimonio y también por lo difícil que suele resultar destacar a un invitado por encima de otros, la pareja tiende a elegir entre sus seres queridos más cercanos. Esta figura suelen ocuparla aquellos que conocen muy de cerca a la pareja, que han compartido sus momentos más importantes y han estado en situaciones difíciles. En definitiva, personas muy allegadas con las que se tiene una relación especial.
¿Qué se necesita para ser testigo de una boda?
Lejos de lo que podría pensarse y a diferencia de lo que sucede con los testigos de una boda religiosa, los novios pueden elegir a cualquier amigo o familiar para que sea testigo de su boda civil. Lo único que han de tener en cuenta, que es requisito indispensable es que sea mayor de edad. La pareja tendrá que elegir un testigo para la apertura del expediente matrimonial y otros dos para la firma del acta matrimonial y en ambos casos deberán enseñar el DNI en el momento de su intervención. Sabiendo que el único requisito indispensable es que los testigos sean adultos, la pareja podrá ofrecer este papel a padres, hermanos, amigos y otros allegados, pero es común que en la elección tengan siempre presente que deben ser perfiles que hayan conocido la relación, que hayan sido un apoyo para ellos y con los que tengan confianza.
¿Qué familiares no pueden ser testigos?
Como hemos contado, cualquier familiar puede ser testigo de una boda civil. Padres, hermanos, tíos o primos pueden ocupar esta figura en estos actos. Conviene que al elegir a la persona se piense, no solo en el vínculo especial que la une a la pareja, sino en la ilusión que pueda hacerle el enlace. Que sea alguien que vaya a emocionarse con la noticia, a ayudar cuando sea necesario y a implicarse si los novios se lo piden (con discursos o sorpresas).
¿Cuántos testigos hay en una boda civil?
Los novios tendrán que elegir a tres personas para formar parte directamente del día de su boda. Pero no todos tendrán las mismas funciones. Por eso, a la pregunta de cuántos testigos tiene una boda civil, podríamos responder que uno y dos, teniendo en cuenta el proceso. Y es que cuando se realice la apertura del acta matrimonial, es decir, cuando se inician los trámites, uno de ellos tendrá que estar presente.
Este primer testigo será el que os acompañe al registro civil a entregar toda la documentación necesaria para este tipo de boda. Es entonces, y solo si todo está correcto, cuando se abrirá un nuevo expediente matrimonial y este amigo o familiar tendrá un papel muy importante: deberá afirmar que la pareja se casa libremente, sin estar coaccionada por motivo alguno. Esto se hace para proteger a ambos cónyuges, porque en España el matrimonio de conveniencia no es legal y constituye un delito.
¿Y los otros dos testigos? Tras la tramitación del expediente, si todo se aprueba, los novios podrán celebrar su esperado gran día y tocará entonces elegir a otras dos personas (una de ellas también puede ser el mismo testigo que participó en la apertura del expediente) para este momento, una por parte del novio y otra por parte de la novia. Esta figura es habitual que la ocupen padres o hermanos de los protagonistas, que suelen estar sentados cerca de los futuros recién casados y que no intervienen hasta el final de la celebración. Estos serán los testigos que dejen constancia de que esa boda civil ha tenido lugar. ¿Cómo? Firmarán el acta matrimonial junto con los novios.
¿Cómo pedir que sean tus testigos de boda civil?
Las ideas para acertar en este aspecto son casi infinitas. Al tratarse de una labor relevante, transmitir al testigo de una boda civil que lo es debe ser siempre motivo de alegría, una sorpresa maravillosa. Desde escribir una emocionante carta dándole la noticia y contándole por qué se le ha escogido hasta hacerle llegar un collage personalizado para darle la noticia, son muchos los detalles que suman a la experiencia y que quedarán para siempre en el recuerdo.
¿Qué preguntas le hacen a los testigos de una boda civil?
El testigo que acuda a la apertura del acta matrimonial deberá responder a la pregunta que apunta a que los novios se casan libremente, sin estar coaccionados. Ya en el gran día, los dos testigos de la propia boda civil tendrán que dejar constancia de que ese enlace ha tenido lugar con la firma del acta.
¿Cuánto dinero se da en una boda si eres testigo?
Esta no es la pregunta más sencilla, porque está repleta de matices. Existe una creencia social que se centra en que, por la relevancia que tiene ser testigo dentro de una boda (civil o religiosa), quienes tienen el privilegio de serlo deben esmerarse más con el regalo para los novios. Pero, lo cierto es que esta no es una norma escrita. Lo habitual es, al menos, como haría cualquier otro invitado, cubrir el coste del cubierto, es decir, lo que supondría económicamente a los protagonistas del día el menú de una persona.
Si bien existen enlaces de todos los estilos y presupuestos, celebrar uno es cada vez más costoso, por lo que esta ayuda (a modo de envío al número de cuenta de la pareja o siguiendo lo que ellos hayan marcado en su lista de boda) siempre será necesaria, práctica y agradecida. Los expertos hablan de que el cubierto medio en España ronda los 150 o 180 euros, por lo que con ese dato es posible que los testigos de la boda puedan regalar sin miedo a quedarse cortos.