“¡Hola! ¡Hola! ¿Hay alguien en casa? Piensa McFly, piensa”, le dice un joven Biff Tannen a George McFly mientras le golpea la cabeza. “¡Hola! ¡Hola! ¿Hay alguien en casa? Piensa McFly, piensa”, le dice el viejo Biff del futuro a Marty McFly pero, en lugar del puño, lo golpea con el bastón. La famosa frase, junto a otras tantas escenas más de Volver al futuro, pertenece al malvado Biff Tannen, la contracara del bueno de Marty McFly en Volver al futuro, la trilogía de Robert Zemeckis que se convirtió en un éxito durante la década del 80 y que, con el paso de los años, logró un lugar entre los films de culto. ¿Qué fue de la vida de Thomas Wilson, el actor que le puso el cuerpo al joven rubio de inteligencia limitada y alma de matón que siempre terminaba cubierto de estiércol?

El camino al éxito

Wilson nació en la ciudad estadounidense de Filadelfia el 15 de abril de 1959 al calor de una familia que no dudó en apoyar las inquietudes artísticas del pequeño niño. Así, luego de pasar por la Radnor High School, donde estudió artes dramáticas y acudir a la Universidad estatal de Arizona para estudiar Política internacional, se volcó a su verdadera pasión: se anotó en la Academia Americana de Arte Dramático y se preparó para el momento en el que apareciera su gran oportunidad. Ese día llegó, un día de 1984, cuando lo llamaron para darle vida a uno de los personajes más importantes de una gran apuesta de ciencia ficción producida, entre otros, por Steven Spielberg.

Volver al futuro se estrenó en Estados Unidos el 4 de julio de 1985 y su impacto en el público fue arrasador. Además de convertirse en la película más exitosa de ese año y recaudar 380 millones de dólares en todo el mundo, la crítica elogió a todos y cada uno de los actores que protagonizaron el film -como la dirección y los efectos visuales-. Wilson impresionó tanto a los directores que lo incluyeron en las otras dos películas como familiares directos de su rol principal. Así fue Griff, el nieto de Biff, en la segunda entrega y Buford Mad Dog Tannen, el bisabuelo de Biff, en el film que cierra la secuencia.

La historia detrás de Biff

En una entrevista que Wilson le concedió a The Hollywood Reporter pocos días antes del 21 de octubre de 2015, el día en el que Marty McFly desembarca en el futuro en el segundo film de la saga, el actor reveló algunos detalles desconocidos de su experiencia: contó cómo creó a Biff y explicó por qué es raro verlo participar de eventos relacionados a la saga.

“Como un niño delgado y enfermizo, los matones me empujaron y golpearon durante toda mi infancia, hasta que crecí más que todos y eso se detuvo”, reveló Wilson. Esas vivencias le sirvieron como herramientas para componer a su propio matón. “Sabía muy bien cómo operan esos chicos y, específicamente, la alegría que les produce asustar a la gente. Los había mirado a la cara tantas veces que no fue particularmente difícil dar esa impresión”, resaltó.

Pese a su pasado, darle vida a Biff no fue fácil para el actor. “Debajo del tsunami de la iconografía pop está la interpretación de un papel difícil en el que trabajé muy duro y del que estoy muy orgulloso”, reveló y explicó que no suele participar de eventos en donde se recuerda el film porque le sienta mejor ser actor y artista que mostrarse como “un ícono legendario”. “También trabajo con mucha frecuencia y no estoy disponible para aparecer en eventos”, agregó en esa oportunidad.

Un manifiesto hecho canción

El éxito de Volver al futuro fue tal que generó en sus fans un sin fin de interrogantes en relación a la historia, a los personajes y a las figuras que le dieron vida a su película favorita. Sin embargo, el acoso de los seguidores se volvió, en un punto, algo un tanto molesto para Wilson, quien aprovechó sus performances como standupero para sentar posición sobre sus sentimientos al respecto.

Cansado de ser reconocido por el fandom del film y de escuchar una y otra vez las mismas preguntas, Wilson compuso “The Question Song” y la estrenó durante uno de sus shows. De inmediato, el tema se convirtió en tendencia. “Cuando estoy volando en un avión o estoy en la calle, hay mucha gente amigable que me gusta conocer. Me dan la mano y nunca preguntan mi nombre y empiezan a hacer preguntas que son siempre las mismas”, arranca el tema. Luego, el humorista despliega la lista de consultas a las que es constantemente sometido y las respuestas que da.

¿Cómo es Michael J. Fox? ¿Y Christopher Lloyd? ¿Y Crispin Glover? ¿Era estiércol de verdad? ¿Cómo era el DeLorean? ¿Las patinetas voladoras realmente vuelan? ¿Salen todos juntos? ¿Habrá Volver al futuro 4?, son solo algunos de los interrogantes que comparte Wilson, quien incluyó además el incómodo momento que vivió en el bar mitzvá de un sobrino cuando el rabino le pidió que le diga una línea de su famoso Biff. Cada uno de los párrafos de la canción termina con un contundente: “¡Así que dejá de hacerme la pregunta!”

Una carrera en la industria

A pesar de que no volvió a encarnar un personaje tan exitoso como el de Tannen, Wilson logró sostener una carrera constante dentro de la industria del entretenimiento. Además de aparecer en numerosas películas y programas de televisión como The Heat, The Informant, Franklin & Bash y Ghost Whisperer, le dio la voz a muchos personajes secundarios en Bob Esponja y Pig Goat Banana Cricket. Además, y como consecuencia de su pasión por el arte, incursionó en otras áreas y sumó a su recorrido performances como cantante, escritor e incluso humorista.

Hoy, a los 64 años, el actor sigue casado con Caroline Thomas, la mujer a la que se unió aquel inolvidable 1985 y con quien tiene cuatro hijos. Saludable, en forma y con un look muy similar al que tenía cuando era joven, divide su tiempo entre la familia y el trabajo. Y si bien ha renegado sobre la idea de aparecer en público por su papel en Volver al futuro, este año se prestó al juego y participó de la FAN EXPO de Portland. Allí sonrió para la cámara de Lea Thompson, la inolvidable Lorraine Baines.