Así es cómo TikTok está arruinando los secretos de los residentes locales
Las guías turísticas, las revistas de viajes y las agencias de turismo ya no son la única fuente de autoridad sobre los destinos que hay que visitar y las atracciones que hay que ver. De hecho, las nuevas generaciones de viajeros apenas recurren a ellas.
En su lugar, TikTok y otras redes sociales se han convertido en la fuente de inspiración para viajar. Tal es su influencia que París ha cerrado su última oficina de turismo presencial y, en su lugar, comparte sus consejos para visitantes en redes sociales.
Sin embargo, la poderosa influencia de TikTok sobre los destinos que son tendencia no ha sido bien recibida por todos los residentes locales que sufren las aglomeraciones turísticas.
Los Abruzos italianos, inundados por los turistas tras un vídeo viral en TikTok
TikTok, Instagram y otras redes sociales se nutren de tendencias y contenidos virales, por lo que cuando un destino se convierte en el centro de atención, suele producirse una avalancha repentina de visitantes.
Las grandes ciudades o los espacios naturales extensos, pese a que también se ven afectados por las actuales problemáticas generadas por el turismo, suelen estar más capacitados para absorber una gran afluencia de viajeros inspirados por las redes sociales. Son los destinos más pequeños los que suelen tener más problemas con las multitudes.
Es el caso de una estación de esquí de montaña en Italia relativamente cercana a Roma, en la región de los Abruzos, que se vio invadida por turistas después de que la ciudad cubierta de nieve de Roccaraso se hiciera viral en TikTok. Cientos de autobuses llenos de visitantes llegaron a esta localidad de 1.672 habitantes censados, atascando las carreteras, dejando restos de basura y arrasando las pistas.
Muchos eran excursionistas que habían reservado paquetes en agencias de viajes por solo 20 euros, que incluían transporte y comida. El domingo 26 de enero se contabilizaron unos 10.000 visitantes; casi diez veces la capacidad del pueblo.
Este frenesí turístico ha llevado a las autoridades locales a limitar a 100 el número de autobuses permitidos durante los fines de semana.
Unos residentes austriacos bloquean las vistas que inspiraron Frozen
El año pasado, los habitantes de un pueblo de Austria se hartaron de los cientos de visitantes que inundaban sus montañas y planificaron una acción de protesta que, irónicamente, se hizo viral.
Se cree que el impresionante telón de fondo de la ciudad alpina de Hallstatt, al sur de Salzburgo, inspiró la película de animación 'Frozen', la historia nórdica de princesas de Disney. Más de un millón de turistas acuden cada año a este destino, muchos de los cuales quieren hacerse un selfi con las famosas vistas.
Los habitantes del pueblo se sintieron tan frustrados que colocaron una valla para impedir que los visitantes se hicieran fotos, con el objetivo de dispersar las masificaciones en una de las vistas más populares de Hallstat, situada a la orilla del lago al que da nombre. Esta se retiró poco después, pero no antes de que esta acción de protesta contra el ruido, la suciedad y la masificación turística en esta joya rural llegase a las redes.
El caso de Barcelona: la tienda que cobra a los visitantes "solo por mirar" y los buses locales ocultos por Google
TikTok también ha sido responsable de hartar a los negocios que se hacen virales. En Venecia, la librería Acqua Alta se ha convertido en un fenómeno al inundarse regularmente durante las mareas altas que inundan periódicamente la ciudad.
Los 'influencers' se fotografían junto a pilas de libros resguardados en bañeras y góndolas, pero rara vez muestran interés por comprar alguno de los títulos expuestos. Ahora hay carteles que invitan a los visitantes a considerar la posibilidad de comprar algo en lugar de limitarse a utilizar la tienda para hacerse fotos. Por casos como este, una histórica tienda 'delicatessen' de Barcelona ha ido un paso más allá:
Queviures Múrria, en el Eixample, se fundó en 1898 y vende productos de la gastronomía catalana de alta calidad, como caviar, ahumados y quesos artesanos. Son tantos los que turistas entran con la única intención de hacer fotos del interior, de estilo modernista y poblado de estanterías de caoba, que el año pasado apareció un aviso en el exterior. "La visita solo para ver el interior, 5€ por persona, gracias", rezaba un cartel.
En una reciente medida innovadora, el Ayuntamiento de Barcelona ha colaborado con Google para eliminar de su app Maps varios buses utilizados por los vecinos de algunos barrios montañosos de la ciudad que coinciden con dos de las atracciones más populares de la ciudad mediterránea: el Parc Güell y el Turó de la Rovira.
Este último alberga un antiguo búnker que corona el barrio del Carmel y que sirvió como refugio durante la Guerra Civil. Su historia queda oculta tras las hordas de turistas que acuden al atardecer para contemplar la puesta de sol con una panorámica de Barcelona a sus pies. Mientras, los vecinos -que necesitan sus buses para sortear las empinadas cuestas de sus calles- llevan protestando años contra la masificación de sus barrios y servicios públicos.