Yahoo Estilo Tom Holland sufrió las consecuencias de su papel más extremo
El actor de Spider-Man tuvo que afrontar una dieta muy medida para una de sus películas más exigentes
Antes de convertirse en Spider-Man, Tom Holland ya pisaba fuerte en Hollywood con papeles ambiciosos con los que demostrar su talento. Lo dejó claro en Lo imposible junto a Naomi Watts o Ewan McGregor, en Z: La ciudad perdida con Charlie Hunnam o Robert Pattinson y, sobre todo, en la cinta de aventuras marinas En el corazón del mar, donde se sumió en un proceso de preparación bastante extremo.
Esta producción, dirigida por Ron Howard y coprotagonizada por Chris Hemsworth y Cillian Murphy, adaptó una novela de Nathaniel Philbrick inspirada por Moby Dick. Nos contaba la historia de un grupo de marineros que, tras encontrarse con una enorme ballena blanca, deben sobrevivir al hambre y la desesperación en alta mar, lo que condujo a Holland y al resto del elenco a adentrarse en esta complicada situación de la forma más realista posible.
Como contó el actor en entrevistas, como la concedida a Variety en 2015, asumieron una dieta muy estricta para mostrar en pantalla el calvario de sus personajes, que debían tener un aspecto delgado y demacrado a causa de la falta de alimento e hidratación. Esto pasó por limitar su alimentación a apenas 500 calorías diarias, con alimentos medidos que no fueron fruto de devoción para Holland.
“Nos dieron mucha quinoa, que es una pesadilla. Trocitos de pollo. A veces gachas, si teníamos suerte. Comíamos un huevo cocido todos los días. Con el tiempo, se redujo a unas 500 calorías al día”, narraba el actor sobre su preparación y la de sus compañeros para esta aventura marítima.
Puede parecer asumible, ya que no los estaban matando de hambre y en grandes producciones siempre hay especialistas controlando que estos métodos no perjudiquen a la salud. Sin embargo, el cuerpo de Holland, que en aquel momento solo tenía 17 años, no asumió bien los cambios bruscos en su alimentación.
Los problemas de su cambio alimenticio
Lo destacó en otra entrevista con Flicks And The City Clips, donde entró más al detalle en el proceso de preparación para En el corazón del mar. Habló de lo cuidadoso que fue el director Ron Howard durante el proceso, de que Chris Hemsworth lo ayudó en sus sesiones en el gimnasio, de que tuvo que aprender a navegar en el mar y de un incidente relacionado con someterse a esta dieta tan medida.
Según Holland, su estómago dejó de asumir bien los alimentos con azúcar y grasas, lo que hizo que lo pasara realmente mal cuando fue a ingerir un producto ajeno a la dieta que les establecieron. Todavía era un adolescente en pleno crecimiento, por lo que fue normal que su cuerpo reaccionara de esta forma al cambio brusco. Además, hay que mencionar que el actor lo hizo a escondidas, sin informar a ninguna de las personas que controlaban su preparación para la película, por lo que la irresponsabilidad corrió de su parte.
“Ocurrió hacia el final del rodaje, que era también sobre el final de la dieta y llevaba mucho tiempo sin consumir azúcar. Esto era increíble para mí porque incluso eliminé el azúcar para tomar el té y amo el té azucarado”, contaba Holland a dicho medio. “Un día estaba tan harto que fui al catering del equipo del rodaje, robé un croissant y me lo comí en secreto, Nadie sabía de esto, pero mi cuerpo no pudo asumirlo y acabé vomitando fuera del barco”.
Cuando aconteció, sus compañeros se enojaron. Les resultó imposible que pudiera vomitar porque su alimentación era muy limitada y en aquel momento ni él ni nadie debería haber ingerido producto alguno. Sin embargo, Holland trató de salir al paso y achacó al suceso al mareo del barco. "Todos decían, ‘¿cómo es posible que esté vomitando? No está comiendo nada’, y yo pude echarle la culpa al mareo y decir, 'sí, no como nada. Soy muy bueno siguiendo la dieta", bromeaba sobre lo ocurrido. Eso sí, aunque a él le afectó más que a nadie, el resto del reparto no se libró de los efectos colaterales de esta dieta estricta.
Como también contaba en su intervención con Variety, al final del rodaje, y una vez dejados atrás estos hábitos alimentarios, fueron a celebrarlo a un buen restaurante, donde se hincharon a pizzas y hamburguesas. Al terminar, todos acabaron con el estómago destrozado, aunque, en este caso, más que a la dieta se podría atribuir al empacho de comida nada sana. No obstante, es casi seguro que el estar tanto tiempo limitando la ingesta de calorías también jugó un papel esencial.
“Ron Howard nos llevó a un restaurante realmente elegante y básicamente solo queríamos hamburguesas y pizzas. Así que comimos todos estos alimentos ricos y locos y todos sufrimos dolores de estómago ridículos”, concluía Holland sobre este calvario alimenticio que trajo consigo En el corazón del mar.
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