Cuando el ego desmedido de Tommy Lee Jones se interpuso entre él y Jim Carrey

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Los Angeles, CA. Dos Caras (Tommy Lee Jones) y Enigma (Jim Carrey) conspiran para destruir a Batman en 'Batman Forever' (Imagen: Getty)

A veces, la relación entre los actores o actrices no es tan idílica como se nos hace ver en pantalla, y un caso claro es el de Tommy Lee Jones y Jim Carrey. Ambos trabajaron juntos en Batman Forever, la entrega del caballero oscuro que dirigió Joel Schumacher en 1995 en donde interpretaron a Dos Caras y a Enigma, sus dos villanos. Y de ahí surgió una enemistad que, al parecer, aún sigue sin resolverse. Y no es porque hubiera algún malentendido entre ellos o porque se guardaran rencor por algún suceso del pasado, sino que fue debido a un problema de ego que arrastra Lee Jones.

Su rivalidad no ha pasado desapercibida, y no hay más que ver que nunca más han vuelto a trabajar juntos desde su participación en Batman. Por esta razón, ha sido inevitable que miembros del equipo de la película fueran preguntados sobre lo que aconteció entre ellos en el set de rodaje, como el director Joel Schumacher. En una entrevista con Vulture, el cineasta fallecido en 2020 achacó la enemistad al orgullo tan grande que profesaba Tommy Lee Jones, con quien había trabajado en El cliente un año antes de Batman Forever. “Estuvo fabuloso en El cliente. Pero no fue amable con Jim Carrey cuando estábamos haciendo Batman Forever”, explicaba.

El interpretar a Dos Caras, un villano que en la trama tenía menor importancia que Enigma, el antagonista al que daba vida Carrey, no se lo tomó nada bien. En aquel momento, Jim Carrey se encontraba en la cresta de la ola, ya que venía de protagonizar éxitos de los 90 como Ace Ventura, La máscara o Dos tontos muy tontos, y ver que un actor en pleno apogeo iba a robarle el protagonismo era un hecho que presuntamente Lee Jones no supo tolerar.

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“Tommy es, y lo digo con gran respeto, un ladrón de escenas. Y bueno, no puedes robarle la escena a Jim Carrey. Es imposible. Y creo que molestó a Tommy”, continuaba relatando Schumacher. No, no fue amable con Jim. No actuó con Jim de la forma en que debería haber actuado un ganador de un Oscar con una estrella en Hollywood Boulevard, siendo el miembro de mayor edad del elenco y teniendo una carrera tan distinguida y los elogios que la acompañan. Pero lo que sucede en el plató se queda en el plató”.

El propio Carrey, en una entrevista con The Hollywood Reporter, también habló abiertamente del tema señalando lo mismo que Schumacher. Sin embargo, el actor de El show de Truman o El Grinch también detalló cómo la situación llego a tal punto crítico en medio de la producción que, en un encuentro repentino en un restaurante, su compañero de reparto estalló en descalificaciones contra él.

Yo era la estrella y ese era el problema. Sin embargo, es un actor fenomenal. Todavía lo amo”, comenzaba contando Carrey. “El camarero dijo: 'Oh, escuché que estás trabajando con Tommy Lee Jones. Está en la esquina cenando. Me acerqué y dije: 'Hola Tommy, ¿cómo estás?' y la sangre simplemente se resaltó en su rostro”, continuaba.

“Se levantó temblando, y debió haber estado en medio de la fantasía de matarme o algo así. Y fue a abrazarme y me dijo: 'Te odio. Realmente no me gustas. Y dije: '¿Cuál es el problema?' y me acerqué una silla, lo que probablemente no fue inteligente. Y él dijo: 'No puedo aprobar tu bufonería'”.

Que el ego de Tommy Lee Jones fuera el problema no solo viene demostrado por estos relatos del rodaje de Batman Forever, puesto que, a lo largo de su carrera, han sido bastantes los actores que han hablado de que, pese a que lo consideran un actor admirable, hay partes de él que pueden llegar a ser problemáticas en un set.

Por ejemplo, Josh Brolin, con quien compartió reparto en No es país para viejos, contó a Entertainment Weekly que aunque él lo encuentra “fascinante”, reconoce la tensión que llegó a generar durante la producción de esta película podría ser “incómoda”. Algo similar señaló Sally Field al mismo medio, que, aunque admira su honestidad, no puede negar que es alguien “brusco” que “no busca gustar ni ser políticamente incorrecto”.

También directores como Michael Apted, que dirigió a Jones en Quiero ser libre en 1980, destacaron que “no es un hombre fácil en absoluto”, como declaró a The Washington Post. Sin embargo, hay quien trata de defender que, en el fondo hay una persona con muy buen sentido del humor, como aclaró Hillary Swank a Movie Nation o Will Smith en una entrevista promocional de Men in Black. Pero no se puede negar que estas actitudes que han salido a la luz, especialmente en el caso del rodaje con Jim Carrey en Batman Vuelve, demuestran que sus posturas aparentemente tensas y conflictivas generan mayormente efectos que cualquier director, actor productor querría evitar a toda costa en una película.

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