Trabajó con Darín y Susana Giménez, terminó manejando un taxi y un llamado de teléfono marcó su triste final
Para los amigos de la infancia Luis Mazzeo era “Corchito”, por su estatura, o “Manolito”, en referencia al personaje de la tira cómica Mafalda creada por Quino, debido a su padre almacenero del barrio de Mataderos, de donde era oriundo. Desde muy chico amó la actuación y su último gran papel fue en 2014 en la película Relatos Salvajes, de Damián Szifrón, cuando interpretó a Pécora, el abogado que defendió a Simón Fisher (Ricardo Darín), que se ganó el célebre apodo de “Bombita” por volar una oficina en una playa de acarreo.
Sus compañeros lo definían como actor de raza y un verdadero “laburante” del escenario, por eso su muerte, un 1° de enero de 2017, a los 54 años víctima de un infarto, causó conmoción y dolor no solo en el ambiente artístico, sino también entre amigos y seres muy queridos de todas las épocas. Así, en páginas de Facebook como “Grandes de la escena nacional” y “Películas, Actores, Series, Personajes de TV y radio”, que siempre le rinden merecido homenaje a aquellos que formaron parte del mundo del espectáculo, se leyeron mensajes de gente querida, de ayer y de hoy. “Luisito, fuimos vecinos allá en el barrio de Mataderos. Se mudaron cuando la mamá tuvo a Marcelo, hoy abogado. Tenía alrededor de nueve años, muchas veces jugábamos junto a mis primos y hermanos. Un beso grande al cielo. Era muy inteligente y no se amedrentaba con ningún grandote”, escribió Adriana Inés Pousa.
Otro mensaje cariñoso que rememoró su capacitación como artista lo envió un colega, Roberto Cruz: “Lo tuve de compañero en el primer año de la Escuela Nacional de Arte Dramático (ENAD) en el 80. Si mis neuronas hacen sinapsis correctamente recuerdo que le decían “Manolito”. Donde esté haciendo su gira, que sea protagonizando una obra exitosa”.
Desde abajo hacia arriba: una carrera meteórica
Su primera aparición de renombre ocurrió en 1982, en Teatro Abierto en Despedida en el lugar, de Beatriz Mosquera, dirigido por José Santiso en Alternativa Teatral, un espacio autónomo que siempre lo contó entre sus filas y que aporta las herramientas al servicio y difusión de las artes escénicas.
A fines de los 80 se sumó al elenco de El Mundo de Antonio Gasalla, éxito tanto de teatro como de TV, y se convirtió en un popular y excelente actor de reparto, junto a colegas de la talla de Juan Acosta, Carlos Parrilla, Atilio Veronelli, Daniel Aráoz, Norma Pons, Adriana Aizemberg, Claudio Giúdice, Verónica Llinás, Juana Molina, Mónica Scapparone y Jorge Takashima.
Además brilló en El médico a palos, La importancia de ser ladrón, Los hijos de Noé, Trátala con cariño, Rápido Nocturno, aire de foxtrot, Aniceto/Homenaje Leonardo Favio, Huevo de tero y El Zorro, en el mismísimo Teatro Maipo, interpretando al Sargento García, junto a Pablo Rago, Eleonora Wexler, Mariana y Diego Torres con dirección de Santiago Doria.
En televisión, aparte de su destacada labor con Gasalla, integró programas como La Banda del Golden Rocket, acompañando a Adrián Suar, Fabián Vena, Diego Torres y hasta Ova Sabatini. Cómo no recordar aquella escena en la que el grupo se propone jugar al fútbol para ganar un desafío. Entonces, Mazzeo (Achinelli) en el taller mecánico les pide que se queden tranquilos, que se lo dejen a él, y entonces llama a su ayudante y le pregunta: “Tito, hay un partido, ¿te prendés?”. Y de la fosa, mientras reparaba un auto, asoma nada menos que Diego Maradona y consulta: “¿Cuándo es?”. Después lo ponen de arquero, lo critican, van perdiendo y en el segundo tiempo el 10 deja los tres palos, juega de delantero y les gana el partido él solito.
La lista de sus participaciones continúa en Como pan caliente, Son de diez (haciendo a aquel recordado enamorado de La Pechocha, interpretada por Florencia Peña), Mi familia es un dibujo, Verano del 98, Muñeca Brava, Los Iturralde, Contrafuego (con Baby Etchecopar), Los Simuladores (en el episodio El clan Motul, interpretando al contador de un geriátrico), Padre Coraje, Los Roldán, El patrón de la vereda, Floricienta y Hermanos y detectives.
Otro amigo que lo recordó con amor en su despedida en Facebook fue Alejandro Carlos Antúnez: “Mi querido compañero del Mariano Acosta a finales de los 70. Ya desde esa época sabía que actuar era lo suyo y lo logró. Además era un excelente y querible tipo y un gran jugador de fútbol delantero y goleador. Abrazo al cielo Luisito querido”.
En la pantalla grande también hizo lo suyo en Chorros, La ciudad oculta, Sex Humor, Eva Perón (junto a Esther Goris), Esa maldita costilla (con Susana Giménez), Testosterona y Relatos Salvajes, filme multipremiado que resultó de forma inesperada su despedida de la actuación.
Desde la participación en esa película tan estelar nunca más pudo regresar a las tablas. En los últimos tiempos manejaba un taxi y soñaba con regresar a lo suyo. La oportunidad apareció y Luisito, como todos lo llamaban cariñosamente, se ilusionó a más no poder. Ya casi se concretaba la idea, se hablaba del debut, pero un colega del elenco le informó que la obra se suspendía sin fecha cierta y ni siquiera probable de estreno. Dicho por sus seres queridos y allegados, “semejante mala noticia le rompió el corazón”. Luis no pudo sobrevivir a un infarto agudo. Tenía 54 años.
Amigos de toda la vida y numerosos colegas le dieron el último adiós en el Panteón de actores del cementerio de la Chacarita, como se merecía “Corchito”.