Jamás dejaré de sorprenderme con las transformaciones en la ficción y 'Stranger Things' es el nuevo ejemplo

Con frecuencia hablamos de la magia del cine, esa que engloba el transportarnos por completo a otro universo o historia mientras nos invade por dentro todo tipo de sensaciones y emociones. Sin embargo, poco se reconoce la labor imprescindible que cumple cada departamento artístico para conseguirlo. Desde algo tan importante como la música, a los que se encargan de la iluminación, los decorados, efectos especiales o toda la implicación detrás de la creación de cada personaje (por nombrar un mínimo puñado como referencia).

Trabajar en el acento, probar diferentes vestuarios, pelucas, encontrar el maquillaje perfecto y hasta la aplicación de prótesis son esenciales para que un actor o actriz logre su cometido ante la cámara. Y reconozco que siempre me ha fascinado este proceso creativo -al que, seamos sinceros, no recibe el mérito que merece- y Stranger Things acaba de recordarme por qué.

Vecna en 'Stranger Things'. Cr. Courtesy of Netflix © 2022
Vecna en 'Stranger Things'. Cr. Courtesy of Netflix © 2022

La exitosa serie de Netflix regresó hace unas semanas con la primera parte de su cuarta temporada, introduciendo una nueva trama monstruosa en Hawkins y un villano aterrador llamado Vecna. El personaje aparece en varias ocasiones a lo largo de los siete episodios, desde planos de cuerpo entero a enfocados en el rostro, mostrando una figura cadavérica, alto y atlético, con cuerpo sin piel, como si los músculos estuvieran al descubierto (personalmente me recordaba al desnudo esquelético que hacía Robbie Williams en el videoclip ‘Rock DJ’, pero en vez de color carne, color azul oscuro).

Pues a muchos les sorprenderá saber que este monstruo no fue creado por CGI, sino que un actor se encargó de calzarse todas las prótesis necesarias para dar vida al personaje ante las cámaras. Ese actor fue Jamie Campbell Bower (el joven Grindelwald en Harry Potter y Animales Fantásticos: Los crímenes de Grindelwald y Caius en la saga Crepúsculo), a quien ahora podemos ver en un vídeo publicado por los responsables de la serie, pacientemente sentado en un camerino preparándose para grabar mientras le colocan una a una las prótesis y el maquillaje necesario para convertirse en Vecna. Y, en mi opinión, me resulta fascinante.

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Y es que si bien el vídeo dura apenas 39 segundos, si quitamos el efecto de cámara rápida, en realidad, el proceso duraba una siete horas y media cada día. Más otra hora al finalizar la jornada para quitárselo todo. El jefe del departamento de maquillaje Barrie Gower y su equipo le aplicaban piezas protesticas de pies a cabeza, teniendo experiencia de sobra al haber sido el encargado de crear los efectos del Rey de la Noche y los Caminantes Blancos en Juego de Tronos.

Sentado, recostado, parado. De perfil, de espalda, de frente. Mirando el móvil, hablando por el móvil, comiendo, bebiendo, dormitando… así vemos a Jamie Campbelll Bower a lo largo de esas largas sesiones de preparación para luego grabar las escenas que hicieran falta.

Una vez terminado el proceso, y como conocerán aquellos que ya terminaron la cuarta temporada de Stranger Things, resulta imposible reconocer a Jamie Campbelll Bower hasta que aparece en algunas escenas a través de flashbacks junto a Once (Millie Bobbie Brown). Es en el episodio siete cuando descubrimos que Vecna era, en realidad, Henry Creel, el primer niño tatuado por el Dr. Martin Brenner durante los experimentos en el laboratorio de Hawkins. Es decir, que Henry o Vecna era el niño 001 (o uno). Este detalle abre una nueva trama a la serie, desvelando que Once y Henry llevan, en realidad, viviendo una batalla de vida o muerte desde hace años.

Jamie Campbell Bower como Peter Ballard y Millie Bobby Brown como Once en 'Stranger Things'. Cr. Courtesy of Netflix © 2022
Jamie Campbell Bower como Peter Ballard y Millie Bobby Brown como Once en 'Stranger Things'. Cr. Courtesy of Netflix © 2022

Es más, la transformación era tan aterradora y el actor estaba tan entregado a su papel de villano, que sus compañeros le tenían pavor. Según contó a The Hollywood Reporter, Millie Bobbie Brown “estaba aterrorizada” y hasta la hizo llorar por el miedo que le hizo pasar. Y es que la aplicación de prótesis en las transformaciones de la ficción son una de las herramientas más infalibles y necesarias en la creación de personajes realistas, monstruosos o no. Tenemos como ejemplo los monstruos del cine de Guillermo del Toro, los zombis de The Walking Dead o los villanos nombrados de Juego de Tronos, entre muchos otros, así como también obras de tinte más dramático o biográfico.

Porque así como vimos resultados horrorosos como la transformación mediocre de Leonardo DiCaprio en J. Edgar, tenemos la otra cara de la moneda, como fue el cambio radical e irreconocible de Sean Penn en la serie Gaslit de StarzPlay junto a Julia Roberts. En ella, el actor cargaba con prótesis en el rostro y el cuerpo, creando una herramienta interpretativa que le ayudó a meterse de lleno en el personaje de John Mitchell, el procurador general durante la presidencia de Richard Nixon, y darnos una de sus mejores interpretaciones recientes.

O Jared Leto en WeCrashed, donde también logra transformarse más profundamente en Adam Neumann, el fundador de WeWork en la serie de Apple TV+, gracias a las prótesis en el rostro. Así como hicieron también Nicole Kidman en Las horas o Charlize Theron en Monster, y ambas ganaron el Óscar por aquellas actuaciones tan entregadas que, sin las prótesis y maquillaje, jamás habrían conseguido que se metieran en los personajes tan intensamente.

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