Qué es el 'triángulo de la muerte' y por qué los médicos llaman así a esta zona del rostro

Explotar un grano o manipular cualquier otra ‘imperfección’ en esta zona conocida como ‘el triángulo de la muerte’ está totalmente desaconsejado. Debido a la naturaleza especial del área que la rodea, la infección se puede propagar al cerebro causando trombosis, meningitis o abscesos cerebrales

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La base del triángulo está formada por la línea que une ambas comisuras labiales, después se traza una línea que inicia desde cada una de las comisuras y se encuentran en el centro del vértice nasal, formando evidentemente una figura triangular. (Foto: Getty)

Puede que suene alarmista decir que tenemos un ‘triángulo de la muerte’ en la cara. Pero es el término que usan los médicos para hablar de la zona central de nuestro rostro, y tiene mucho que ver con nuestra salud.

En esta zona se encuentra la vena angular, que recorre todo el ‘triángulo’, abarcando nariz, ojos y... cerebro (por raro que parezca). Cualquier golpe, granito o ‘imperfección’ que tengamos en esta zona debe tratarse con sumo cuidado. De hecho, pediatras y dermatólogos siempre dicen que no hay que explotar nunca ningún grano o punto negro (una costumbre habitual en la adolescencia) porque puede infectarse y generar consecuencias mayores.

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Para saber cuál es el aéra en cuestión, coloca los pulgares en la comisura de los labios y los índices sobre el puente de la nariz, la zona que queda dentro es ‘el 'triángulo de la muerte’. (Foto: Getty)

Lo que muchos desconocen es que al explotar un grano o arrancar un vello que se nos ha enquistado podemos dejar una herida abierta por donde pueden penetrar bacterias o virus, causando posibles infecciones.

Así de claro lo explican los doctores Esther Holgado, jefa del servicio de Oncología Médica del Hospital de la Luz, y Alfonso Fernández Romera, médico de Atención Primaria: “Cuando explotas un grano no abres el poro, sino que haces una herida".

A partir de ahí, no sabemos qué puede pasar. Lo normal es que sangres, y al secarse, la sangre forme una pequeña costra que se caerá por si sola. Si te la tocas o arrancas antes de tiempo, se te quedará una marca. O puede que haya quedado más pus dentro y se repita todo el proceso. En el peor de los casos...

La infección se puede extender

“Las venas que drenan la zona que hay alrededor de la nariz y del labio van al seno cavernoso y si hubiese una infección que llegase a la sangre a través de una herida o de una espinilla que nos tocamos, existe un riesgo, bajo, pero existe de que la infección se transmitiese a las meninges y habría problemas”, comenta el Dr. Fernández Romera.

"Si la infección de un grano en esta zona se extiende, existe un riesgo potencial de ceguera o accidente cerebrovascular", añade la doctora Sandra Lee, dermatóloga afincada en Los Ángeles y experta en el tratamiento de estos granos que pueden derivar en quistes.

No es muy habitual que pase, pero si hay infección, esta podría extenderse rápidamente, lo que podría provocar parálisis facial, deterioro de la función motora, pérdida de la visión y una afección llamada trombosis del seno cavernoso.

Por eso se denomina ‘triángulo de la muerte’, explica el doctor Carlos Arévalo, médico otorrinolaringólogo en el Centro Médico Zambrano Hellion (Méjico), “porque el retorno venoso de la sangre en dicho territorio se produce a través de una vena superficial denominada vena angular, la cual, partiendo de las comisuras labiales, se extiende a lo largo de toda el ala nasal, para ir a parar finalmente, tras penetrar en el interior del cráneo a través del ángulo interno del ojo y la cavidad orbitaria, al seno cavernoso”.

Qué es el seno cavernoso

Justo en el centro de ese triángulo, bajo la superficie de la piel, está el seno cavernoso, que alberga los nervios esenciales y los vasos sanguíneos que llevan la sangre al cerebro.

Es decir, es como una ‘cisterna vascular’ que recoge la sangre drenada. Por el seno cavernoso pasan nervios, venas y arterias que van al ojo y a los músculos, y además, está en íntima relación con la glándula hipófisis, meninges que cubren al cerebro.

“Es por eso que una infección superficial y aparente no muy significativa de la piel o mucosa de esta área triangular, puede llegar a afectar cualquiera o a todas estas estructuras alterando la función ocular e incluso causando meningitis, encefalitis o abscesos cerebrales y por ende tener secuelas graves e incluso la muerte”, añade el otorrino.

Los síntomas darán la voz alarma

Es muy raro que esto pase, porque cuando un grano se infecta siempre hay una cascada de síntomas previos que nos van a llevar a la consulta del dermatólogo:

  • La zona se inflama.

  • El grano no desaparece sino que ha crecido.

  • Se está convirtiendo en un bulto rojo y doloroso (quiste).

  • Incluso puede llegar a impedir o dificultar la visión, provocando un dolor de cabeza intenso.

También pueden aparecer pequeñas bolas de grasa alrededor de los ojos o inflamación de la parte blanca (esclerótica), dificultando los movimientos oculares y provocando pérdida de visión, visión doble, fiebre, convulsiones, confusión o apatía.

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