Un juez otorga el divorcio a un hombre por los malos hábitos de higiene de su esposa

Como la mujer se negaba a concederle el divorcio, él acudió a los tribunales y, finalmente, han sentenciado la separación.

El tribunal del distrito de la ciudad de Nuevo Taipéi, en Taiwán, aprobó este jueves una petición de divorcio presentada por un hombre que reclamó tortura psicológica debido a los hábitos higiénicos de su exesposa.

Aunque suene insólito, el demandado acusó a su mujer porque se bañaba sólo una vez al año, no se cepillaba los dientes y no se lavaba el pelo con regularidad, según informó Taipei Times.

El demandante -cuyo nombre no transcendió- contó que el comportamiento de la mujer empeoró con los años. “La higiene de mi mujer era normal durante nuestro noviazgo“, aseguró el hombre a los medios locales. “Al principio se duchaba una vez a la semana, luego una al mes y, al final, una vez al año”, expuso en su alegato.

Además, según recoge Huffington Post, el esposo explicó que los malos hábitos de la mujer llevaron a la pareja a tener relaciones sexuales una vez al año, razón por la cual no pudieron tener hijos tras 10 años de matrimonio.

Otro problema en la pareja era que la esposa no tenía trabajo, y había logrado disuadirlo a él para que tampoco lo tenga. La madre de ella era quien mantenía económicamente a la familia, pero ya no deseaba seguir subsidiando los gastos de la pareja, y su mujer no quería concederle el divorcio.

La convivencia no podía ser peor. Según el relato del esposo, el olor de su mujer era insoportable, estaban en desacuerdo en todo, el trabajo, lo referente al hogar y la higiene. Encima habían estado separados durante dos años, por lo cual era evidente que el matrimonio no iba a funcionar.

Por eso, el juez otorgó el divorcio. Aunque aún el fallo puede ser apelado.

Y tú, ¿qué opinas de esta insólita historia? Déjanos tus comentarios.

También te puede interesar:
Usuarios de Twitter resumen las historias de sus vidas con una captura de Los Simpsons
Un niño entra en crisis porque no lo dejan adoptar un gato de la calle