Un plan de por vida

En la actualidad existen clínicas muy exclusivas que se especializan en la elaboración de programas “Antiaging” (o antiedad en español), donde a través de previos análisis específicos se diseñan planes cien por ciento personalizados enfocados, como su nombre lo dice, a detener lo más posible el proceso de envejecimiento. Estos programas, diseñados por especialistas en la materia, básicamente establecen el tipo de cuidados y cambios que cada persona, según su perfil, debe realizar e incorporar -de por vida- a su rutina diaria para lograr alcanzar el objetivo de retrasar los efectos del paso de los años. Si bien sabemos que es un hecho que en algún momento, tarde o temprano, la edad nos alcanzará, también es un hecho que este tipo de cuidados ayuda a que esto suceda de la mejor manera posible.

El día de hoy te enlistaré los puntos en los que dichos lugares se enfocan para la elaboración de los programas Antiaging, con la idea de que los tomes como guía para que, de manera personal, elabores tu propio plan de cuidados de este tipo.

Eating sardines is guaranteed to get you thinking about warmer months and believe it or not, you can get them in March. Easy to cook and super healthy, a good one to get you excited for spring. [Photo: Getty]
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Alimentación

La mayoría de estas clínicas establece un régimen alimenticio basado en la dieta mediterránea. Una alimentación rica en frutas y verduras es la mejor opción para reducir las oxidaciones derivadas del proceso de envejecimiento.

En todos los planes se busca incrementar la ingesta de aquellos nutrientes ricos en antioxidantes, como la vitamina C y la E.

Otra recomendación importante es la restricción de calorías que se consumen, ya que está comprobado que lo anterior representa la mejor forma de mantener los efectos de la edad a raya. Como media, se maneja una ingesta de entre 1,200 y 1,400 calorías al día.

Cuando existe un sobrepeso considerable, la primera recomendación de la clínica es llegar al peso ideal mediante un régimen alimenticio antes de cualquier otro tipo de cuidado.

Complementos dietéticos

En aquellos casos donde los radicales libres han comenzado a hacer de las suyas, se recurre de inmediato al uso de suplementos antioxidantes. Con ellos se retrasa la aparición del envejecimiento y, en algunas ocasiones, incluso se logra detener parcialmente el proceso. Esto siempre bajo la supervisión de un especialista.

Otros suplementos que se suelen incluir son extractos vegetales totalmente naturales, sin efectos secundarios, que logran restablecer el equilibrio bioquímico y metabólico.

Tratamiento hormonal

En el proceso de envejecimiento las hormonas juegan un papel muy importante. Si bien en algunos casos es posible estimular la producción de dichas hormonas de forma natural, podemos ayudar a producir, por ejemplo, la hormona del crecimiento haciendo ejercicio y durmiendo de forma adecuada. Es importante realizarnos regularmente un chequeo anual, y que el ginecólogo revise nuestros niveles y determine si es necesario comenzar a utilizar algún tipo de remplazo hormonal, ya que es él quien debe indicarnos el tratamiento a seguir.

Ejercicio físico

Es recomendable que nuestra rutina sea diseñada por un entrenador, puesto que esta debe ser adaptada a nuestra edad y condición física. Tan perjudicial puede resultar el sedentarismo como una actividad física inadecuada que incremente el estrés oxidativo en las células. No se trata de “machacar” al organismo, sino de mantenerlo activo. El ejercicio es un estupendo estimulante, especialmente del sistema inmunológico –es uno de los que más acusa el paso del tiempo-.

Control del estrés

En estos programas nunca falta la práctica de técnicas de relajación, control mental y respiración, siempre con el fin de que se logre mantener a raya el estrés (una emoción que acelera notablemente el proceso de envejecimiento).

Detoxificación

Un paso importante en todo este tipo de programas es que el interesado abandone todos aquellos malos hábitos nocivos para la salud como lo son el tabaco, el alcohol, el sedentarismo y una dieta rica en grasas. En este sentido, el uso de suplementos de antioxidantes, especialmente la vitamina C, resulta muy efectivo en la reparación de los estragos causados por el estrés en el organismo de aquellas personas que tienen los malos hábitos arriba enumerados.

Entrenamiento neuronal

Debes tomar en cuenta que la neuronas envejecen igual que el cuerpo y entre menos se utilizan más envejecen. De ahí la importancia de entrenarlas a diario, memorizando cosas, haciendo gimnasia mental, etc. Es un hecho que aquellas personas mayores que pierden el interés por las cosas que les rodean experimentan un proceso de deterioro cognitivo mayor. Es por eso que no solo nos tenemos que preocupar por el cuerpo, también debemos cuidar la mente. En los programas Antiaging siempre hay una parte que se preocupa por el entrenamiento de la memoria, con la finalidad de mantener la capacidad de recordar.

Tratamientos estéticos

Hoy en día existen infinidad de opciones para mejorar el aspecto externo; es importante que un especialista realice una valoración cutáneo-estética para pautar las soluciones más adecuadas. Siempre es recomendable recurrir a las terapias menos invasivas.

“Coaching”

Muchos de los centros que ofrecen estos programas incluyen la participación de un profesional especializado –por lo general son psicólogos o terapeutas-, cuya función consiste en acompañar a la persona en el proceso de cambio con la finalidad de lograr que las modificaciones efectuadas (nuevos hábitos, actitud mental, etc.) se mantengan en el tiempo.

Espero que estos puntos puedan ayudarte a organizar tu propio plan Antiaging; recuerda que cuerpo solo tienes uno y de ti depende que se mantenga lo mejor posible siempre.

Recuerda… ¡tú generas el cambio!