Un vestido de novia de inspiración andaluza para la boda de Natalia en Granada

A la hora de crear un vestido de novia a medida es muy importante elegir al diseñador correcto. La prometida y el creativo compartirán muchas horas, momentos de nervios, de dudas e incluso de tensión en los que la confianza es clave. Natalia nos cuenta que ella conoció a Iván Martín por casualidad. Durante un paseo por las calles de Granada, su ciudad, dio con su atelier. "Entré y me decidí a hacerme con él el vestido que llevé en la boda de mi hermana. Cuando supe que me casaba, lo tuve claro, me había gustado tanto y me transmitió tanta confianza que fui de nuevo a verlo", nos cuenta.

Dos vestidos de novia para una boda en Granada

Hay novias que tienen muy claro lo que quieren para su gran día y otras, como Natalia, prefieren dejarse guiar por el diseñador. Nos explica que había visto muchas cosas que le gustaban, pero todas eran muy diferentes entre sí, apenas había conexión entre ellas. Lo que tenía muy claro que deseaba una pieza única, que no se pareciera en nada a las demás. "Mi boda era en septiembre y comenzamos a reunirnos a principios de febrero. La primera cita fue para charlar e Iván me pidió que le mandase algo de inspiración tanto de moda en general como de todo lo relacionado con mi boda, incluso de la decoración que quería. La intención era tener una idea general de la boda para así hacer algo muy acorde".

Iván nos cuenta que ambos supieron desde el primer momento que el vestido debía respirar un aire dramático. "Y, sobre todo, ser muy singular. Solo tuvimos que combinar estas premisas con su personalidad y el imaginario de ese día tan especial que ambos novios estaban creando. Todo esto fue lo que hizo la magia sobre su vestido. Le presenté algunas propuestas y desde un primer momento esta combinación de elementos y tejidos siempre fue la que más nos llamaba".

Juntos decidieron que la novia llevaría, como primer vestido, un diseño halter, de aire lencero, confeccionado en satén de seda. Una prenda sencilla y minimalista que combinaron con un gran sobrevestido que se convirtió en el protagonista. Estaba creado con metros y metros de bambula de seda combinada con volantes, chorreras y jaretas que le daba un aire muy sofisticado y andaluz a la pieza. Pero quizá, lo más llamativo, es cómo le fueron dando forma. Iván nos explica que necesitaban ir creando cada una de las piezas "de forma visual, sobre el maniquí y añadiendo el tejido a medida que sentíamos que el vestido lo pedía. No suele ser lo habitual, ya que normalmente las novias quieren que todo esté muy definido desde un primer momento. Trabajar así, gracias a la gran confianza que ella puso en nosotros, dejándonos crear de una forma muy libre cada detalle, ha sido la clave que vuelve su vestido algo tan especial".

Al tratarse de un vestido tan complejo, descartaron la idea de crear una prenda que evolucionara a lo largo de la celebración y optaron por crear otra pieza diferente para la fiesta. "Diseñamos un vestido halter con la misma silueta, pero de corte midi y con un tejido de red de perlas muy tupido que aportaban un brillo y peso increíble. Además, para mantener la esencia del primer vestido, creamos una capa con lazada de la misma bambula para que, aun con este cambio, se mantuviese una misma historia".

De las joyas al ramo, todos los detalles del look nupcial

Iván explica, con mucho acierto, que una vez el vestido está definido, es importante que la atención no se centre solo en esa pieza para lograr un look que funcione en conjunto y que respire una misma idea. Podemos asegurar que Natalia lo logró al elegir los complementos y el peinado, algo que no siempre es sencillo. Ella nos cuenta que le encantan las joyas y supo, desde el primer momento, que quería llevar los pendientes con los que se casó su madre. "Son una pieza muy especial, vintage, de oro lapidado, tipo cubana. Además de la carga sentimental que tienen, encajaban muy bien con el concepto del vestido. No añadí nada más porque los botones de la espalda ya eran una joya en sí mismos y no queríamos sobrecargar el look. Tampoco llevé velo para no tapar los detalles del vestido".

Hay novias que prefieren unos zapatos en un tono diferente al del vestido para añadir una nota de color, pero cada vez son más las que apuestan por los blancos, crema y tierra. Natalia nos explica que ella encontró unas sandalias que le encantaron en Sézane, blancas, con cierta asimetría y con un tacón dorado que las hacía muy especiales.

En cuanto al ramo, fue obra de Lindabambolina, que también se encargó de la decoración floral de la Iglesia. "Nos conocemos desde hace años y ella captó enseguida que lo que iba con el estilo de mi vestido era algo salvaje y natural, en tonos verdes". Una elección con la que se suma a las tendencias que ahora mismo imperan en estas composiciones florales.

Con estas elecciones, Natalia demuestra que aunque el 'más es más' a veces funciona, las piezas importantes o especialmente llamativas suelen quedar mucho mejor si se fusionan con elementos minimalistas, que culminen el estilismo sin recargarlo. Y si esto pasa con los accesorios, cuando se trata del maquillaje y el peinado, sucede lo mismo. La novia nos cuenta que Amparo, de Peluquería Montesinos, y Rocío García, Rogardi, fueron las encargadas de su beauty look. Una elección que no pudo ser más sencilla y favorecedora.

La novia lució un moño bajo, de inspiración bailarina, pero trenzado; un peinado cómodo, elegante y sofisticado. En cuanto al maquillaje, además de apostar por una piel perfecta y luminosa, Rocío potenció la mirada de Natalia con un sutil delineado y coloreó sus labios en un tono nude subido. "Para mí fue muy importante este equipo, ya que entre Amparo y Rocío hicieron que el día de la boda fuese mucho más especial aún y crearon un ambiente único durante los preparativos".

Natalia, que se casó el pasado 7 de septiembre con José Luis en la Iglesia del colegio del Sagrado Corazón, en Granada, nos explica que es importante elegir una prenda con la que sentirse realmente cómoda e identificada. "No pretendas ir muy a la última o empeñarte en ir con el que en tu cabeza es el 'vestido de tus sueños' si ello implica no entender tu cuerpo o no saber lo que más te favorece. Por supuesto que no olviden tampoco que menos es más. Creo que partiendo de esta base salen cosas mucho más maravillosas. Para ello es muy importante encontrar alguien que te entienda bien".

Y cuando le pedimos que deje un consejo para novias que están planteando hacerse un vestido a medida, no lo duda: "no te obsesiones con una idea. Intenta buscar alguien de confianza que te conozca y saque lo mejor de ti. Déjate llevar por el consejo de tu diseñador, respetando siempre tus gustos".