Vi ‘Saltburn’ con la familia y fue tan incómodo como te puedes imaginar

Oliver Quick, interpretado por Barry Keoghan se echa en el pasto en ‘Saltburn’  (Prime Video)
Oliver Quick, interpretado por Barry Keoghan se echa en el pasto en ‘Saltburn’ (Prime Video)

El colmo de todo fue la escena del semen en el agua de la bañera. Fue el momento en que mi madre no aguantó más. Ahí estábamos, hace dos noches, mamá,papá y yo, sentaditos juntos en el sofá viendo Saltburn. El thriller extravagante repleto de aristócratas calientes y casa señorial lujosa de Emerald Fennellha cautivado a los espectadores durante las fiestas de Navidad por sus "escenas de naturaleza sexual". En una de las escenas más notorias se ve al libidinoso intruso Oliver Quick, interpretado por Barry Keoghan, Oliver Quick, sorbiendo restos de agua de una bañera por el desagüe, minutos después de que el aristócrata carilinda Felix Catton, interpretado por Jacob Elordi, se haya masturbado en esa misma bañera. Fue justo en ese momento que mi madre sintió la necesidad de agarrar el diario, de manera a la vez torpe y algo teatral, y empezar a leer con fervor considerable (no la creímos nada) un artículo sobre las actuales tasas de interés. Mi padre se quedó sin palabras. Lo único que pude hacer yo fue reírme. No era la primera vez que nos encontrábamos en semejante situación incómoda.

Todo el mundo la vivió una vez. Esa sensación horripilante, todo menos erótica, que se siente al ver una escena subida de tono con la familia. Sobre todo aquella pobre mujer que sugirió a sus parientes que vieran Saltburn juntos en Nochebuena y efectivamente fue echada de casa. "Apagaron la tele y me dijeron que me fuera a dar un paseo", lamentó, en un tuit viral. Sugerí que viéramos Saltburn y, aunque no me obligaron a marcharme, hubo menudas señales de malestar. Abundaron aquellas escenas de sexo solemnes incomodísimas, momentos en los cuales queríamos gritar: “¡Para!.¡Por favorrrr!. ¿Qué está haciendo éste?”.

Incluso dejando a un lado los debates sobre los privilegios de Fennell, las escenas en cuestión eran lo suficientemente exageradas y escandalosas como para suscitar una animada discusión de WhatsApp con mis amigos. "La vi en el cine y la gente se volvía loca", escribió uno. "Estoy pensando en verla ahora con mis padres, pero ¿hay muchos culos?", preguntó otro. Les dije que creía que no había problema. Porque Saltburn es bastante tranquila comparada con algunas de las guarradas que he soportado en pantalla con mis padres.

Uno de los peores momentos de mi infancia (fue una infancia bonita) fue aquella vez que vimos Bad Santa. Tenía 11 años cuando alquilamos la comedia negra de Billy Bob Thornton del videoclub del barrio y nos pusimos a verla un viernes por la noche. "¡Parece una película divertida!", pensaron mis padres. Estaba claro que no habían leído ninguna crítica ni visto el tráiler. A esa edad, probablemente todavía tenía algo de esperanza de que Papá Noel fuera real. Pues bien. Después, las cosas cambiaron para siempre. "¡C***me Papá Noel!" Lauren Graham chilla ella durante una escena de sexo sin mayores ceremonias en un estacionamiento junto con el personaje de Thornton. Mamá se pone un poco pálida hasta el día de hoy si lo menciono. "Ninguno de nosotros estaba preparado para aquello", suele decir.

Otros momentos traumáticos que se me vienen a la mente incluyen la interminable escena de sexo de Monster's Ball (¿acaso Billy Bob Thornton es el denominador común aquí?). Yo ya era grande cuando vimos la película que le valió el Oscar a Halle Berry, pero esa escena es tremenda, y nunca dejas de sentirte como un adolescente avergonzado delante de tus padres. Cuando tenía 18 años, mi hermana pequeña vio la serieCatastrophe, con mi madre. La comedia de Sharon Horgan y Rob Delaney tiene un sinfín de escenas de sexo. Digamos que le forjó el carácter a mi hermana.

No somos las únicas, por supuesto. Un amigo mío todavía se estremece cuando piensa en la vez que vio Loco por Maryen el cine, a los 14 años, con sus padres. En esa película, también hay una temida escena con semen. Dirigida por los hermanos Farrelly, la película de 1998, protagonizada por Cameron Diaz y Ben Stiller, fue escandalosa y algo mordaz en su momento. Inmediatamente se incorporó a aquel género particular de películas que no se pueden ver con los padres. La escena más notoria es cuando Mary confunde el semen de Ted con gomina. “Me eché a reír y de repente me hundí en la silla. Fue el momento exacto en que mis padres se dieron cuenta de que sabía lo que era la masturbación", recuerda mi amigo. Todavía recuerdo la mirada triste de mi madre, mientras me miraba a mí riéndose a carcajadas y luego a Mary en el restaurante de la gran pantalla, con su jopo gigante".

Cameron Diaz y su notorio jopo en 'Loco por Mary' (Glenn Watson/20th Century Fox/Kobal/Shutterstock)
Cameron Diaz y su notorio jopo en 'Loco por Mary' (Glenn Watson/20th Century Fox/Kobal/Shutterstock)

E incluso ahora, cinco décadas después, mi padre recuerda de forma vívida la atroz experiencia de ver con sus padres la película romántica de Ken Russell Mujeres enamoradas (1969). La famosa secuencia de lucha libre entre Alan Bates y Oliver Reed que aparecen desnudos (algo francamente escandaloso en la época) fue demasiado para él a los 13 años.

Casi todos tenemos al menos una anécdota sobre el sufrimiento agudo que se siente al ver sexo en pantalla con papá y mamá. Es práctiamente un rito de iniciación. Así que insto a todo el mundo a que vea Saltburn junto con su familia estas fiestas... después de todo, es una parte vital de la experiencia humana. Y algún día te hará reír. Bueno, ojalá.

Traducción de Anna McDonnell