Vicente Amigo: "No hay tiempo en una vida para asimilar una música como el flamenco"

Fez (Marruecos), 2 jun (EFE).- Pasan las once de la noche y Vicente Amigo acaba de "vaciarse" hora y media frente a la imponente muralla de Fez. Su guitarra descansa de los sonidos inconfundibles de este maestro del flamenco que, satisfecho tras una excelente actuación, dedica unos minutos entre bastidores a reflexionar sobre una música "de raíces" imposible de abarcar en una vida.

En una sala ubicada en las entrañas de la puerta merení ante la que Amigo acaba de tocar en el Festival de Músicas Sacras de la ciudad marroquí, el maestro de 57 años consigue aislarse del trajín de sus músicos y atender a EFE.

Una de las principales figuras de la guitarra flamenca y ganador de dos premios Grammy Latinos (2001 y 2017), Amigo acaba de editar su noveno álbum de estudio, 'Andenes del Tiempo', con siete temas que siguen profundizando en los fundamentos del flamenco y dos donde ha explorado sonidos de jazz o música brasileña.

Pregunta.- Acaba de bajarse del escenario, ¿cómo se siente?

Respuesta.- Pues te sientes un poco como vacío de haber echado todo, me viene como un bajón. Cuando era más joven lo celebraba de otra manera, me venía arriba, pero con el tiempo me quedo muy aplomado. Con el tiempo se van asumiendo las cosas de otra manera, aunque estoy siempre muy feliz cuando termino de tocar, pues doy gracias a Dios por haber podido echar ese rato con el público.

P.- Dice que la música es la búsqueda constante, ¿qué ha buscado y encontrado en su nuevo disco?

R.- Siempre tratas de encontrar aunque sea un motivo musical nuevo que no hayas hecho antes, algo que no hayas dicho en otros discos, o decirlo de otra manera. Se trata de aportar algo para quien te sigue, que normalmente es gente muy audaz y se da cuenta de dónde están esas perlitas. Es muy bonito cuando das con alguna nueva idea, aunque sea pequeña.

P.- En 'Andenes del Tiempo' ha explorado el jazz y otros géneros...

R.- Con las otras músicas lo que hago es escucharlas y tratar de que se me pegue algo, pero donde he profundizado de verdad es en el flamenco. No hay tiempo en una vida para asimilar una música de raíces como es el flamenco, (harían falta) no una, sino varias. Tendrías que tener más vida o no salir nunca a la calle, estar desde que naces hasta que te mueres escuchando y aprendiendo. Pero la vida estamos aquí para vivirla, no solo es la música, son muchas cosas: la familia, los amigos...

P.- Imagino el muchísimo tiempo que ha dedicado a la guitarra. ¿Tiene la sensación de que le ha faltado para esas otras cosas?

R.- Sí, y también he tenido la sensación de que me ha faltado tiempo para la guitarra. En mi casa digo 'tenía que haberle echado más tiempo a la guitarra'. Y me dicen: '¿pero tú estás loco?. Pero tengo ya unos pocos de años, ya viene la cuesta abajo. Entonces ahí tienes que empezar a valorar la vida, que es lo mejor que tenemos y que hay que vivirla, disfrutarla, no estar tan preocupado por como quedaré hoy aquí.

P.- Hablábamos del jazz y tenemos ahora las nuevas tendencias del flamenco más callejeras, como el trap y autores como C. Tangana o Rosalía. ¿Qué le parecen esos géneros?

R.- Yo voy escuchando música y cuando me ponen algo, no me importa de la corriente que sea: si me gusta, me gusta. No le miro el carnet de identidad, ni me importa cómo se llama, si es rap o es trap. Me gusta. Ahora mi hijo está haciendo cosas y tiene su visión, ha hecho un tema que está queriendo sacarlo y a mí me gusta bastante. Sobre todo, las cosas hay que hacerlas con respeto y pensarlas, la improvisación está muy bien (...), hay momentos espontáneos en el escenario, pero tienes que ponerte a trabajar para que te salga.

P.- Y a la hora de componer, ¿hay algún lugar o ambiente que le inspire más?

R.- Hay lugares que son inspiradores sin tener la guitarra en la mano, porque son de una belleza tremenda. El Albaicín es un sitio increíble, Córdoba tiene unos rincones maravillosos, Sevilla, Jerez, Salamanca... (todos en España) pero es que en Italia hay rincones donde yo viviría, Roma es una locura. Ahora para componer solamente hay que estar con el ordenador, con una grabadora o con el móvil, pero no todos los días sale la idea que quieres.

P.- Así que no es tanto el lugar, sino lo que hay dentro de uno.

R.- Eso es, la ciudad de las ideas.

María Traspaderne

(c) Agencia EFE