Yahoo Estilo Vicente Fernández y su vergonzoso intento de culpar a las víctimas de su acoso con la complicidad de su exnuera
Como una bola de nieve que deviene alud, así han ido creciendo los señalamientos por mala conducta y acoso sexual que se forman en torno a Vicente Fernández, demostrando que hay un choque de culturas – la tradicional machista mexicana de la que él proviene y es un ejemplo aún vigente, y la cultura prevalente que condena estos actos sin que obste el estatus mediático para protegerlo y donde ningún contacto sin consentimiento es válido - y todo parece indicar que ni el cantante ni algunas personas de su entorno entienden esto y buscan justificarlo de todas las maneras posibles, incluso culpando a las víctimas, algo que claramente es un error y que le está pasando factura no solo al Charro de Huentitán, sino a la imagen pública que tienen él, algunos miembros de su familia, y hasta de los medios (aunque hay que tener presente que la periodista Mara Patricia Castañeda fue su nuera y claramente hay un vínculo afectivo existente, lo que compromete su objetividad de un modo evidente).
Vayamos pues, por partes. Desde hace unos días el famoso cantante de música regional mexicana se encuentra en el centro de una tremenda polémica surgida de Internet, por la aparición de un video en el que se le ve claramente tocando un seno a una mujer joven de forma inapropiada y haciéndolo sin su consentimiento.
Dicho video fue subido a la plataforma TikTok y en él se puede apreciar cómo Fernández se toma una foto con dos mujeres y una niña, y con su mano izquierda toca el busto de una de ellas, sin que las otras dos se den cuenta.
De inmediato, esto se convirtió en noticia, sumándose a las muchas otras polémicas que a lo largo de los años, desde que inició su carrera, han ido siguiendo al cantante: no solo acusaciones de infidelidad sino también de acoso sexual por parte suya con diversas personas de su entorno o con quienes habría entrado en contacto en lugares públicos – siempre ha sido pese a todo una figura muy accesible, dado que él “se debe al pueblo”, como ha dicho repetidas veces, solo que es ahora el mismo pueblo el que lo cuestiona, y él buscó ejercer su derecho de réplica.
(La única relación extramarital que se le pudo comprobar de manera fehaciente fue la que tuviera en los años 80 con la actriz Patricia Rivera, cuyo hijo, Rodrigo, por más de 15 años se creyó era hijo de Fernández. El cantante llegó incluso a reconocerlo de manera no oficial hasta que se comprobó mediante una prueba de ADN que no era así, y el lazo entre ambos se cortó drásticamente, aunque Rodrigo recibió una compensación económica).
En una entrevista realizada para Televisa con la reconocida periodista de espectáculos, Mara Patricia Castañeda – que estuvo casada con Vicente Fernández Jr. por varios años y a quien el cantante sigue considerando parte de su familia, uniéndolos un vínculo afectivo claramente estrecho –, el propio Vicente Fernández, de 80 años de edad, dijo que efectivamente tocó, aunque “por accidente”, el seno de la mujer con la que aparece en el video.
“Yo vi la foto y efectivamente sí”, señala el también actor, reconocido como el último gran ícono de la música mexicana. “Yo puse mi mano primero en el estómago [de la mujer], la subí la mano y cuando la subo tomaron la foto, pero nunca lo hice así, no, no, no, si algo tengo es respetar al público pero sí quiero pedir una gran disculpa a todos los medios que me han tratado muy bien en toda mi carrera y reconozco que hice mal o no sé si fue bromeando, no sé, no me acuerdo, era muchísima gente y como te digo, le ofrezco una disculpa de todo corazón”, dijo.
“Si me lo hubiera dicho en el momento, le hubiera pedido disculpas. El público me conoce y pasaron tres años para que ahora pongan esa foto, eso me lastima, no me molesta, me lastima porque nunca di lugar a chismes, no fui un santo, pero nunca me vieron”, y añadió, “lo que pasó fue un accidente con ella y con las otras dos, porque ellas también me agarraban y abrazaban. Estoy dando la cara y no es fácil, esas otras muchachitas o señoras que dicen, no me acuerdo. Acosar es que yo la hubiera llevado a la caballeriza y a la fuerza le haya bajado la blusa, eso es acoso, pero lo que pasó fue un accidente”.
“No nomás a ella le pido disculpas, sino a todo mi público, a mi esposa, a mis hijos, a mis nietos. Yo nunca había hecho una cosa escandalosa y ahora está saliendo lo de hace 3 años”.
Esto último lo atribuyó a Doña Cuca, su cónyuge por casi 60 años: “Cuca vio la nota, se quedó callada, y dijo lo mismo, '¿por qué se esperaron tres años?’”. Esto en una clara alusión a la posibilidad de que las víctimas hubieran esperado deliberadamente el momento para actuar en contra.
En la entrevista, donde Castañeda no fue tan incisiva como es su estilo – esto nos hace pensar si no habría sido más adecuado enviar a un periodista más objetivo, Fernández concluyó adoptando el papel de víctima de los medios, que se han atrevido a cuestionarlo. “No soy rencoroso, la verdad, me enojo en el momento, porque nadie somos perfectos. Lo que me da coraje, como otros medios que han ofendido a Alejandro tanto, claro que él tuvo la culpa por las fotos que ha publicado, que ni a mí me gustan, pero es por los comentarios y no dan la cara, la mayoría de los medios no dan la cara”.
Tal parece que con esto Vicente Fernández quiere dar carpetazo no solo a esta situación sino a las que ha venido arrastrando por años. Sin embargo, la ignorancia que clama no lo exculpa, del mismo modo en que es vergonzoso que recurra a culpar a las víctimas, y más aún poniendo palabras en la boca de su esposa, que no estaba presente en la entrevista, y quien en más de una ocasión ha salido en defensa de su esposo, con el argumento de que, al ser un hombre rico y famoso, no faltan las personas ventajistas que buscan sacar tajada de él, lo cual ha sido siempre la excusa para volver la responsabilidad de las consecuencias lejos del perpetrador.
En este caso, Fernández siempre se ha definido como “inocente”, “transparente” y “confiado”, casi “ingenuo”, no obstante su conducta es un obvio despliegue de las actitudes machistas propias de hombres de su edad, que ven a las mujeres más como un objeto, que como una persona y que al pertenecer a una clase privilegiada – en este caso no solo por su dinero, sino por el poder que le brinda ser quién es – se siente libre de hacer lo que le venga en gana.
Aún si realmente Fernández cree que lo que hizo no lo hizo con aviesa intención, es claramente una falta de respeto y un acoso sexual. Y también habría que aclararle al señor que la persona que ha sido objeto de acoso y/o abuso (mismos que no necesariamente equivalen a una violación, según sea el caso), puede denunciar cuando quiera, y que no existe justificación alguna para esta clase de actos si no son consensuales. Ni siquiera el “yo no me acuerdo” al que se aferra.
Las redes se incendiaron con reproches y escepticismo sobre el tema, y también cuestionaron a Castañeda por lo que numerosos usuarios de diversas plataformas calificaron como una falta de profesionalismo de su parte, al mostrarse prácticamente del lado del entrevistado, en lugar de permanecer neutral y objetiva.
Es obvio que Vicente Fernández necesita una lección de sensibilización sobre estos temas y otros, como la discriminación y la homofobia (ya ha habido otras ocasiones en las que sus comentarios lo han metido en problemas sobre esto), pero también parece claro que por su estatus y provecta edad no aceptará nunca sus errores – y evadirá las consecuencias de los mismos. Esto es una verdadera lástima, porque, sin que obste su talento y su carisma y su manera de abrir puertas para la música mexicana, nadie debe estar por encima de la ley.
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