Vicky Martín Berrocal y sus trucos para presumir de talla 42: tratamientos de lujo y una dieta con la que perdió 23 kilos

“Hola, soy Vicky Martín Berrocal, tengo una talla 42 y tengo celulitis”. Así reivindicaba Vicky Martín Berrocal hace sólo unos días su cuerpo en las redes sociales luciendo en traje de baño durante sus vacaciones estivales en Portugal. La diseñadora se ha convertido en los últimos tiempos en una de las grandes defensoras del body positive y no duda en mostrarse tal y como es sin ‘miedo’ a las críticas por parte de seguidores maliciosos.

MADRID, SPAIN - JANUARY 17: Spanish designer Vicky Martin Berrocal presents the SUV Citroen C5 Aircross at Santo Mauro Hotel on January 17, 2019 in Madrid, Spain. (Photo by Pablo Cuadra/Getty Images)
MADRID, SPAIN - JANUARY 17: Spanish designer Vicky Martin Berrocal presents the SUV Citroen C5 Aircross at Santo Mauro Hotel on January 17, 2019 in Madrid, Spain. (Photo by Pablo Cuadra/Getty Images)

“Y además soy esta, una persona de sentimientos débiles pero con carácter fuerte. Soy compleja, a veces complicada pero con buen corazón. Me pierdo pero me busco y me encuentro. No sé darme la mitad, me entrego por completo. Nunca seré tu media amiga, ni tu medio amor, conmigo es todo o nada... No miento, no me escondo, soy justa, exigente y perfeccionista. Tampoco presumo de lo que no tengo, al contrario doy gracias todo el rato por la vida que me ha tocado vivir. Antes me enfadaba muy rápido, ahora he bajado el volumen de lo que escucho y he subido el tono de lo que siento. No soy perfecta pero soy real”, añadía la sevillana en su post más personal. Pero no siempre Vicky ha defendido su talla 42 y son muchas las dietas que ha probado para bajar de peso, aunque es cierto que su fuerte personalidad la ha ayudado a no tener complejos nunca desde que saltara a la fama tras casarse con el torero El Cordobés.

Ya sea por la madurez que da cumplir años, porque hoy es más sencillo mostrarte tal y como eres en las redes sociales de lo que lo era hace un tiempo cuando sólo ‘valían’ los cuerpos perfectos de modelo, porque la moda ha ido dando pequeños pasitos hacia dar una imagen de que no hace falta tener unas medidas perfectas para ser bella y atractiva o porque sencillamente ahora a Vicky le importa muy poco lo que le puedan decir porque se siente más segura de sí misma que nunca. Y es que a ella carácter no le falta para afrontar todo lo que le venga.

En el año 2014, Vicky se convertía en la imagen de Violeta By Mango, la nueva línea de la marca española dedicadas a mujeres a partir de la talla 40. “Aunque he llegado a llevar una talla 46, el peso nunca ha sido un problema para mí. Todo depende de la actitud que se tenga y de cómo se afronte la vida. Una mujer puede ser un pibón con una 44 y con cualquier talla”, decía entonces. Aseguraba sentirse cómoda con su cuerpo entonces y que nunca había tenido problemas para aceptarse tal y como es. “No hay que maquillar nada en esta vida. Desde pequeña he sido una mujer grande, gorda o llámalo como quieras... y nunca me ha importado”, añadía.

Fue imagen de una dieta para adelgazar

Sin embargo, paradojas de la vida, apenas tres años después de haber sido el rostro de una marca de tallas grandes, la diseñadora andaluza se convertía en imagen de una dieta de adelgazamiento de la firma Forte Pharma y posaba ante los medios tras haber perdido 23 kilos (14 de ellos en solo tres meses)con un cambio en su estilo de vida. “Yo he probado todas las dietas. La del sirope, la de la proteína, la del bocadillo, la de mi prima hermana…”, decía bromeando entonces. En aquel momento, la pérdida de peso fue algo que sorprendió a sus seguidores, ya que ella siempre había presumido de su cuerpo en todas sus apariciones. Pero parece que lo que la llevó a ponerse de nuevo a dieta fue un cambio en su estilo de vida, en sus hábitos y en querer llevar una vida más saludable. “No solo debemos cuidarnos por fuera, fortalecer la mente es uno de los pasos más necesarios y que debéis tener en cuenta. Aunque para qué mentir… ¡Todos queremos vernos bien en el espejo!”, una frase que contrasta con sus post actuales en los que presume de ser una mujer con curvas.

Empezó a comer más sano y hacer más deporte que nunca. “Empecé dando paseos por El Retiro”, decía y añadía: “No he pasado hambre, no he echado en falta nada, y eso que yo soy muy de comer”. En diciembre de 2017 incluso bromeaba al ser preguntada sobre si iba a parar de adelgazar o seguiría perdiendo peso. “Como dijo Coco Chanel, nunca se es lo suficientemente delgada ni rica”, comentó, algo que pese a decirlo en toco jocoso, no fue bien recibido por algunos de los seguidores de la diseñadora. Incluso habló de la posibilidad de hacerse algún retoque para ‘levantar’ lo que pudiera haberse caído al adelgazar tanto. “Si pierdes 23 kilos solo a base de comida, creo que sí, porque las carnes se caen y a la edad que yo tengo, pues más. Pero yo arranqué con el deporte desde febrero. De febrero a septiembre me lo pasé haciendo cinta, bici, corriendo, pesas... Hacía aeróbico durante una hora con un entrenador y cuatro días a la semana. Ahora estoy cinco días con el boxeo. Ya no hago otra cosa que boxeo”, comentaba sin tapujos y después sabíamos que para conseguirlo había contado con todo un equipo a su disposición con un nutricionista, un psicólogo, un experto en belleza y un entrenador personal.

Por supuesto, al verla mucho más delgada y como imagen de una dieta conocida, la pregunta era obligada: “¿Reniegas de ser una mujer con curvas?”. “¿Es que tú me ves pequeña? Lo mío es cuestión de constitución. Yo siempre he defendido las formas de la mujer y aquí -se coge la cadera- sigue habiendo. Mis formas están, pero, con esto de que Alba se me fue, yo me puse a comer y estuve tres meses comiéndomelo todo... Estaba sola en casa... Nada más en la vida... Me dio por comer”, trataba de explicar ante la pregunta de un periodista de LOC. Y es que parece que apesar de la fuerte personalidad de Vicky, también a ella, como a millones de mujeres en el mundo, le ha costado llevar una relación sana con el peso y la comida. “Durante 44 años viví un poco con ansiedad y la comida era una de las cosas más importantes de mi vida. No me saciaba y comía todas esas barbaridades. Me ha cambiado la cabeza y ahora mi vida es otra”, decía en 2017 y desde ese momento parece haber encontrado ese equilibrio vital entre estar saludable y tener una talla 42.

Orgullosa de su talla... pero no descuida su cuerpo

Vicky es una de las mujeres más bellas de España, tiene una belleza imponente, racial, con una personalidad arrolladora y rotunda. Pero a ella también le gusta estar guapa y, a pesar de que siempre dice estar agusto con su cuerpo, lo cierto es que se cuida muchísimo para no subir de esa talla 42 que luce con orgullo. Según publicaba en enero de este año el diario digital El Español, la diseñadora se somete habitualmente a diferentes tratamientos de belleza a los que no todas las mujeres pueden tener acceso. Hace mucho deporte, boxea y además cuenta con una bicicleta estática en su casa.

Pero no una bici normal y corriente sino una de última generación con una pantalla de 22 pulgadas que ejerce de tu propio entrenador personal. "La bicicleta Volava te permite hacer clases de indoor cycling como si estuvieras en el gym desde la comodidad de tu casa. Bicicleta de spinning Premium con freno magnético y correa de transmisión ultra silenciosa cuenta con una pantalla HD para que puedas acceder a cientos de clases, en directo y bajo demanda y compite con otros usuarios con las métricas a tiempo real", es lo que se puede leer en la web del producto. Y no está al alcance de cualquiera, ya que la bicicleta cuesta 1.400 euros.

Además, Vicky pasa cada semana por el centro beauty Tacha, el favorito de las famosas españolas y cuyos tratamientos son tan top que es difícil acceder a ellos. A Vicky le encanta el masaje subacuático, un mensaje personalizado que moldea la silueta, combate la celulitis y mejora la circulación así como las piernas pesadas bajo el agua. El bono de diez sesiones cuesta 1.500 euros y se recomienda llevarlo a cabo dos o tres veces por semana. Vamos, un dineral.

Vicky siempre dice que está orgullosa de su celulitis, pero también en Tacha se somete a tratamientos para mantenerla a raya. Se trata del método Remodelage. "Gracias al movimiento del masaje, los tejidos se oxigenan, potenciando el drenaje natural de la linfa y la eliminación de los desechos metabólicos. Al tratarse de un masaje activo, la capacidad del cuerpo de eliminar se potencia, el sistema inmunológico se fortalece, y su resistencia mejora notablemente", describen desde Tacha. Cuesta 150 euros por sesión, 1.300 euros por 10 sesiones. Unos trucos de belleza que no todas las mujeres reales pueden permitirse.

¿Hipocresía o madurez?

Es cierto que Vicky Martín Berrocal ha tratado en varias ocasiones de bajar de esa talla que hoy luce con orgullo y eso no resta valor a sus fotos de hoy luciendo sin complejos sus curvas. Es cierto que no siempre es fácil aceptar tu propio cuerpo y que algunos pueden calificar de hipocresía actos como el de Vicky, que en muchas ocasiones ha retocado sus fotos con photoshop para salir mejor en un reportaje. Pero cuando una mujer lo hace, cuando dice “aquí estoy yo con mi talla 42”, es un triunfo para todas las demás. Sus mensajes ayudan a muchas jóvenes preocupadas en exceso por ser perfectas y es que hasta Vicky, de la que sabemos que tiene carácter para dar y regalar, ha vivido momentos incómodos en los que su peso ha sido muy comentado.

Gracias al esfuerzo de muchas mujeres, cada vez menos importa la talla que usas y las firmas de moda se han puesto las pilas para no dar un mensaje equivocado a las jóvenes de todo el mundo. Las ‘normas’ de la moda están cambiando y son muchas las marcas que ahora también lanzan tallas más grandes. La tiranía de lucir perfecta, con una talla 36 y dando una imagen idealizada del día a día parece estar cada día menos de moda, afortunadamente, aunque aún hay casos de jóvenes influencers que tras años ‘sometidas’ a los cánones de una vida ideal, rompen con todo y comienzan a ser ellas mismas. El body positive sigue siendo más necesario que nunca y mensajes como los de Vicky Martín Berrocal son dignos de alabar entre las famosas e influencers en las que se fijan muchas niñas y que muchas veces están más preocupadas por su físico o por salir bien en las fotos para dar una imagen de lo que no son que de mostrarse reales y accesibles como lo hace la diseñadora.

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