'Cantinflas Show', el animado mexicano que Hanna-Barbera copió

In this Friday Aug. 5, 2011 photo, a figurine of the late Mexican comedian and actor Mario Moreno known as “Cantinflas,” is on display at the home of adopted son Mario, in Mexico City. Mexico will celebrate the upcoming comedian's 100th birthday with a variety of events including; a book release and a commemorative stamp. Considered by some as the Charlie Chaplin of Mexico, Moreno starred in 51 films and shorts, winning a Golden Globe for best comedy actor for his role in
Figurines del comediante y actor Mario Moreno mejor conocido como Cantinflas (Crédito: AP Photo/Arnulfo Franco).

Hacia la década de 1970, el cine de Mario Moreno era un gran referente cómico de México y, por supuesto de Latinoamérica. Hollywood tampoco escapó a sus encantos. La Meca del cine no solo lo alabó con un Globo de Oro en 1956 (por encima de figuras como Marlon Brando o Yul Brynner), sino que años después hizo su propia versión de una serie animada basada en uno de sus icónicos personajes, Cantinflas.

El encanto de Cantinflas se basaba, según sus fanáticos, en ser un hombre humilde, con riqueza del sentido común y poseedor de una sabiduría popular. A este personaje al que le encantaba hablar demasiado sin decir realmente nada (cantinflear), Moreno le creó su propia serie animada, Cantinflas Show.

Compuesta de 53 episodios cortos de aproximadamente seis a siete minutos, la animación de la serie corrió a cargo de la productora Estudios Moro, encabezada por el dibujante español José Luis Moro (creador de La familia Telerín), y coproducido por Dimex, Producciones Carlos Amador y Telesistema Mexicano S.A., siendo esta su primera producción bajo el nombre de Televisa México.

La serie acompañaba al entrañable cómico mexicano a través de un viaje por la mitología, la cultura, la ciencia y la historia mundial, aderezado por su característico sentido del humor, para interactuar con personajes como Sansón y Dalila, Fausto, Albert Einstein, Thomas Edison, entre otros. También hablaba de lugares como Acapulco, Ciudad de México, Japón o el Amazonas; o bien abarcaba temas de distintas índoles como la aviación, el futbol o la electricidad, por ejemplo.

De acuerdo con Televisa, desde el principio se cuidó que la versión caricaturizada de Cantinflas careciera de cualquier sentido de superioridad. Tampoco pretendieron que se tratara de "adulto" o "maestro" sino de un "amigo" que pudiera conectar con cualquier infante. A la serie también se le imprimió una buena dosis de humorismo blanco y cada emisión intentaba difundir una moraleja que invitara a los pequeños a ser mejores personas, pero sin que esta lección se sintiera forzada o demasiado moralista.

El concepto fue retomado una década después, ahora con la estadounidense Hanna-Barbera Productions (Los Picapiedra, Los Supersónicos, Don Gato), que se encargó de hacer su propia versión Amigo and Friends para Estados Unidos, mientras que en español se llamó Cantinflas y sus amigos, nuevamente distribuida por Televisa.

La esencia era la misma: episodios cortos de no más de siete minutos. Y ahora Cantinflas se encontraba con personalidades como Don Quijote, Shakespeare, Julio César o Picasso. De la misma manera recorría y visitaba lugares como el Vaticano, Notre Dame, la Torre Eiffel y la Vía Láctea, entre otros.

Otro elemento muy importante en la serie fue el narrador, cuya voz apareció en todos los capítulos. En español fue obra de Pedro D’Aguillón, José Manuel Rosano y Raúl Matas; en tanto, John Stephenson hizo lo propio en el idioma inglés. La voz de 'Amigo', es decir, Cantinflas, también tuvo un cambio: en inglés fue la de Don Messik ('Boo Boo' en El oso Yogi, o 'Scooby Doo'), mientras que Mario Moreno se autointerpretó.

Aunque ambas versiones fueron ampliamente aceptadas, las diferencias no escaparon para los profesionales como el ilustrador Shane Glines (Samurai Jack, Batman: The Animated Series, Batman Beyond), quien dijo que en la versión estadounidense se notaba la falta de amor hacia el personaje, es decir, a Cantinflas.

"La versión de Hanna-Barbera es fea y gastada a pesar del talentoso equipo de artistas veteranos de Warner Bros y MGM (...) En contraste, las caricaturas de Diamex, producidas con el mismo calendario y presupuesto (si no es que menos) están llenas de creatividad, emoción y diversión. Con paseos únicos y ciclos de danza animados, efectos de brocha seca, líneas en su color natural y gran energía y humor. A mí me parece que fueron producidas por un grupo de artistas realmente emocionados de estar trabajando y quienes tomaron un gran orgullo en el show que estaban haciendo", dijo al portal 25 horas.

Con el transcurso del tiempo, esta serie y su predecesora fueron fusionadas en una sola, incluyendo la introducción y créditos finales de esta misma serie como únicos sin tener en sí relación la una con la otra, excepto por una casa productora y al personaje central.

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