Violeta Isfel y el dolor que cargó en silencio mientras todos disfrutaban la fama de 'Atrévete a soñar'
Violeta Isfel ha sido una de las más entusiastas durante la gira del 2000's Pop Tour, no solo por compartir con estrellas como Yahir, Paty Cantú, Pee Wee, Motel, entre otros más, sino porque también forma parte de este proyecto al lado de otro puñado de "peques" con el 2000's Pop Tour X Siempre, en el que reviven los éxitos infantiles y juveniles de hace más de dos décadas que en su momento no pudo disfrutar.
Aunque Violeta inició desde muy pequeña en la actuación con varias incursiones en el teatro, tuvo muy pocas participaciones en aquellas grandes producciones infantiles que impulsaron a Danna Paola, Belinda, Daniela Luján, Daniela Aedo, Martín Ricca e Imanol, por ejemplo.
En sus primeros años en la televisión trabajó al lado de Mariana Levy, Adela Noriega, Susana González, por ejemplo, o en episodios de Mujer, casos de la vida real o La rosa de Guadalupe, pero no fue hasta 2009 con Atrévete a soñar (refrito de la argentina Patito feo) que entró de lleno a una telenovela juvenil con un rol importante: 'Antonella Rincón', líder del grupo ficticio Las Divinas.
Pero ser la antagonista no le fue fácil y no solo por el hate que provocaba su personaje, sino porque a pesar de ser una producción pensada para una audiencia adolescente y que conectaba con ella, la actriz les llevaba más de 10 años a varias de sus compañeras y sus responsabilidades eran diferentes.
Durante una entrevista con Yordi Rosado en la que se reunieron varias de las ex estrellas infantiles (Luján, Ricca, Yurem, Fabián Chávez), Violeta reconoció que esa telenovela y la fama que generó fue abrumadora, como lo descubrió cuando en una visita a Tepito vio una revista para colorear con su rostro mal impreso. "Pensé 'esto ya se descontroló, si ya llegamos a la piratería de este país, de verdad, es porque ya la rompiste'".
No solo eso, la actriz tenía 24 años y además ya era madre de un hijo de entonces 6 años. "Con todo lo de Atrévete a soñar para mí no fue divertido, fue de los momentos más complicados en mi vida porque yo estaba dejando a mi hijo en casa, ya era una señora y mis compañeritas tenían 13, 14, 16 años, pero nada nada estaban en el mismo mood (...), me decían 'es que tú te freseabas mucho', no, nena, los pequeños momentos que yo tenía le hablaba a mi hijo para saber cómo estaba".
Isfel no exagera al decir que tenía pequeños respiros entre grabaciones: además de aprenderse sus diálogos y hacer hasta 40 escenas en un día, también debía cumplir con otros compromisos relacionados con la producción como sesiones fotográficas, grabar nuevas canciones, aprenderse coreografías y, además, hacerse cargo de sus jóvenes compañeras durante las giras. "A nosotras no nos llevaban ni maquillaje ni peinado, (me decían) 'ustedes que han hecho teatro, enséñenles a las niñas que no saben'".
La protagonista de la obra musical Lagunilla, mi barrio también reconoció el dolor que le provocaron esas ausencias como el perderse detalles tan pequeños pero especiales en el desarrollo de cualquier niño. "Yo me sentía como la peor del mundo porque no había estado con mi hijo el día que aprende a andar en bicicleta".
Más de una década después, Violeta ha podido compaginar sus compromisos para incluir a su hijo Omar.
Recordó que en aquellos días de gira, nunca se atrevió a que el pequeño estuviera presente, principalmente por su seguridad y por la intensidad de algunos de los fans o la molestia de sus acompañantes. "Afuera eran montonales de filas de personas que nos estaban esperando, papás que llevaban horas ahí y que me jaloneaban 'por ti estoy aquí, y pobre de ti si te vas'".
Aunque su reencuentro con Las Divinas ha sido de los más aplaudidos en los conciertos recientes, Violeta Isfel reconoció que por fin compartirlo con su único hijo ha sido especial.
"Fue en la Arena Ciudad de México y en eso voy entrando y lo veo entre el público, no dejaba de ver a un niño chiquito, pero es un niño grandote, y me abraza con todo el corazón y me dice 'mamá, no inventes, ¿qué pedo con esto, me puedes explicar?' y yo le dije 'mi amor, esto hacía para llevarte de comer a la casa', me dijo 'me hubiera encantado explicarle a mi niño de 6 años lo que estoy sintiendo hoy. Gracias, mamá, te amo'", dijo entre lágrimas ante sus compañeros también conmovidos con la anécdota.
Violeta ve con otros ojos revivir ese éxito con sus compañeros de gira pues pocas veces coincidieron en los mismos proyectos o solo se veían en los pasillos de Televisa. "Los estoy viendo, por primera vez estoy viéndolos, ahora sí puedo convivir contigo, ahora sí puedo disfrutarte, ahora sí puedo amarte, ahora sí puedo disfrutar del escenario, y decir 'a huevo, estamos jugando', porque en esa época no".