Échale la culpa al rating: El tiempo es dinero, el fugaz programa de preguntas y respuestas de Catherine Fulop que defraudó al público
Canal 9 es una de las señales más emblemáticas de la televisión argentina y es relacionada, inmediatamente, con su dueño original, Alejandro Romay. Las tardes repletas de telenovelas y las noches llenas de programas humorísticos y ficciones de calidad, junto con el emblemático Nuevediario fueron parte de la televisión de los años ochenta.
Luego de que Romay lo vendió a un grupo australiano y pasó a llamarse Azul Televisión, el canal tuvo varios dueños, hasta quedar hoy en manos del Grupo Octubre de Víctor Santa María. Pero hay una etapa, desde fines de 2002 en adelante, en la que el periodista y empresario Daniel Hadad compró parte de Canal 9.
2003 fue un año en el que la pantalla del 9 tuvo una fuerte inyección de programas nacionales y su lanzamiento fue en una fecha poco habitual, 10 de febrero. El objetivo de Hadad era pasar del tercer puesto al segundo, apuntando a una programación dirigida al público ABC1, en la búsqueda de un lugar más importante dentro de la división de la torta publicitaria .
Así es como debutaron La peluquería de los Mateos; los unitarios Femenino/Masculino y, en su segunda temporada, Infieles, el periodístico Retratos de vida, conducido por Dolores Cahen D’Anvers los viernes a las 23, y la tira Rincón de luz, de la mano de Cris Morena, de lunes a viernes a las 20. La renovación del 9 incluyó un clásico programa de preguntas y respuestas, El tiempo es dinero, que condujo Catherine Fulop y salió al aire los miércoles a las 23, basado en ciclo histórico de la televisión norteamericana. Pero a diferencia de la mayoría de los quiz shows de este estilo, aquí los participantes arrancaban con todo el dinero en sus manos y lo iban perdiendo a medida que contestaban mal o perdían el tiempo .
El formato, probado en todo el mundo, tuvo corta vida en la Argentina. Nadie puede dudar de la simpatía y el profesionalismo de Fulop en la conducción o el interés que despiertan este tipo de programas en el público que, rápidamente, busca jugar desde sus casas. Todo eso no alcanzó: el ciclo que debutó el miércoles 12 de febrero promedió 7.6 puntos y, si bien duplicó a América, quedó detrás del cine de El Trece con Stuart Little y la potente gala de Gran Hermano en Telefe.
A veces los quiz shows estructurados de la televisión norteamericana no logran penetrar dentro del público local que espera un conductor más empático e involucrado, sin tanta frialdad. Además, el programa tuvo que enfrentar su propio talón de Aquiles, una repetición constante de preguntas y respuestas sin tanta emoción, sumado a algunos errores de datos históricos que no ayudaron en nada en su debut . Dar por correcto que la muerte de Michael Corleone (Al Pacino) fue previa a la de Fredo (John Cazale) en la saga de El padrino, cuando ocurrió exactamente al revés, es algo imperdonable para los televidentes de este tipo de ciclos.
Víctima de su estructura con varios traspiés y de una conductora que tenía que repetir una y otra vez “la respuesta es...”, El tiempo es dinero fue perdiendo audiencia y el canal decidió levantarlo del aire tras la tercera emisión, el 26 de febrero de ese año .
En 2003 la competencia empezó a ser “a matar o morir”, y la prueba está en que este fue uno de esos años en donde se levantaron más programas en todos los canales. La poca paciencia para que los ciclos se desarrollaran y tomaran vuelo propio, sumado a una televisión que lentamente iba perdiendo audiencia, se convirtieron en un combo explosivo que terminó con la baja de varios ciclos. El club de los giles (Telefe), Femenino-masculino (Canal 9), Zafando (Telefe), Tres padres solteros (Telefe), Las chicas de la calle (Canal 13), entre otros.
En materia de ficciones, grandes ganadoras en rating de aquel año, la batalla se dio entre el costumbrismo versus las tiras “tenebrosas”. La oscuridad que propuso uno de los éxitos del año, que fue Resistiré -con Pablo Echarri, Celeste Cid y el recordado villano de Mauricio Doval, interpretado por Fabián Vena-, contrastó con la inocencia de Son Amores o Costumbres Argentinas. Pero todas las miradas del año 2003 se la llevó Los Simuladores, el unitario de Damián Szifrón que logró, semana a semana, alcanzar los 35 puntos.
A diferencia de estos días, Susana Giménez con su programa diario, Mirtha Legrand almorzando y Marcelo Tinelli en El show de Videomatch, con cámaras ocultas en la pantalla de Telefe, marcaban agenda y eran los elegidos por el gran público.
La despedida de Mónica Cahen D´Anvers y César Masetti de Telenoche marcó un importante hito de 2003, ya que tras trece años juntos al frente del noticiero más visto de la televisión, la pareja pasó a conducir Telenoche especial. En su lugar, en marzo de 2004, llegaron María Laura Santillán y Santo Biasatti.
El 9 de diciembre fue el día de mayor rating de la televisión 2003. El último capítulo de Resistiré obtuvo picos de rating de 46.4 puntos, con el final a toda orquesta en pantalla gigante desde el Gran Rex. Para ese entonces, El tiempo es dinero, engrosaba la lista de los programas que fueron historia ese año.