'La Pícara Soñadora', la telenovela que se volvió de culto por el trágico final de sus estrellas
Basada en un guión cinematográfico escrito en los años 50 por el prolífico y genial escritor argentino Abel Santacruz —creador también de 'Mundo de juguete', 'Doctor Cándido Pérez' y 'Chispita'—, 'La Pícara Soñadora' fue una telenovela que vino a romper moldes y Valentín Pimstein, su productor, lo sabía.
Y esto no es de sorprender, si tenemos en cuenta que el chileno era un productor visionario — tanto así como lo fuera Ernesto Alonso, en su momento, o después lo fueran Carlos Téllez ('Cuna de Lobos') o Lucy Orozco ('Teresa')— que ya se había anotado algunos grandes éxitos como 'Rina' o 'Los ricos también lloran' y fue el productor que se dio el lujo de echar a Lucía Méndez de una telenovela por indisciplinada, demostrándole quién era el que mandaba.
En esta telenovela ligera, con fino humor —más una comedia romántica que un melodrama, de hecho—, los protagonistas eran Mariana Levy como Lupita López, y Eduardo Palomo como Alfredo Rochild; ella es una brillante empleada de un célebre almacén departamental que vive, sin que nadie más lo sepa, en la tienda, anotando en una libreta todas las cosas que hace y que consume, con el propósito de devolverlo todo cuando se gradúe de sus clases de leyes y sea abogada.
Alfredo, el nieto consentido de doña Marcelina Rochild, es un muchacho irresponsable y vago, que solo vive de la fortuna familiar hasta que conoce a Lupita y se enamora de ella, arreglando, para estar cerca, tomar un trabajo en el departamento de juguetes de la tienda, donde la joven trabaja, y haciéndose pasar por su amigo Carlos Pérez, se enamoran.
La telenovela se distinguió por tener, para su época, un elenco estelar muy poco frecuente en producciones de este estilo: además de Levy y Palomo, que ya tenían una extensa carrera en TV, los acompañaban Rafael Inclán, la legendaria Irán Eory (como la millonaria doña Marcelina, en un rol que originalmente le fue ofrecido por Pimstein a Silvia Pinal y ella no lo aceptó, porque dijo no estar en edad de aparecer como abuela, aunque en la vida real lo fuera), la hermosa Claudia Ramírez (que recién había concluido el rodaje de la primera película de Alfonso Cuarón, 'Solo con tu pareja') y como la villana juvenil, Angélica Rivera.
Pimstein gustaba de experimentar con sus producciones y esta no fue la excepción: anteriormente, y de manera principal en proyectos suyos, Pimstein había mezclado tramas de suspenso ('Vivir un poco') o didácticas, con algún toque de humor, pero esta fue la primera vez que hizo un auténtico cuento de hadas y le dio formato de telenovela.
El experimento, que estuvo al aire durante los meses de septiembre a diciembre de 1991, fue un éxito sin precedentes en un horario que era considerado difícil, ya que la "telenovela familiar" que Juan Osorio vino a perfeccionar años después, aún no existía. Así pues, esta comedia romántica, astuta y audaz, empezó a captar audiencias y funcionó muy bien, con un rating sólido y buenos comentarios. Sin embargo, Pimstein había decretado que no habría subtramas innecesarias y que 'La Pícara Soñadora' solo duraría 80 capítulos, ni uno más. Esto dejó a muchos sorprendidos, ya que el estándar de una telenovela es de 120 capítulos, a veces llegando a extenderse más si tiene éxito (recordemos que 'Mundo de Juguete' alcanzó la bicoca de 730 capítulos: casi 4 años de transmisiones).
Esta telenovela abrió las puertas a lo que sería la trilogía de las Marías protagonizada por Thalía (que eran versiones de 'Rina', 'La venganza' y 'Los ricos también lloran', solo que convertidas en comedias románticas por el guionista Carlos Romero), y transformó, por muchos años la manera de hacer una telenovela, ya que no fueron pocos los que (sin éxito) trataron de copiar el formato y hacer una telenovela ligera, aún si los resultados eran terribles (ustedes saben a lo que me refiero, no hace falta mencionar los productos infectos de Emilio Larrosa por título).
Por su parte, al poco tiempo, Mariana Levy conoció a Ariel López Padilla, se enamoró de él y tuvieron una hija, María. Aunque el matrimonio no prosperó, la hija de Talina Fernández prefirió migrar a la conducción, siguiendo a su madre, y apartándose de la telenovela; en 2005 falleció abruptamente de un infarto, ostensiblemente causado por el susto de ser asaltada en la calle.
Poco antes, Eduardo Palomo, su compañero, que había saltado de 'La Pícara...' al estrellato internacional con 'Corazón Salvaje', para la cual cambió drásticamente su aspecto físico y se convirtió en un auténtico león. Posteriormente se casó con Carina Ricco, se fue a Los Ángeles, se convirtió en cientólogo (como Tom Cruise y John Travolta) y cayó muerto en un restaurante de Sunset Boulevard, también de un infarto.
La irónica tragedia de que sus dos protagonistas hubieran muerto en la vía pública es otro elemento que forma parte de la leyenda de 'La Pícara Soñadora', una telenovela que vino a romper el molde y llegó, para quedarse en la memoria de aquellos que la vieron y la llevaron a su corazón.