¿Cómo ha acabado Elon Musk involucrado en la demanda de la actriz Gina Carano contra Disney?
La actriz Gina Carano cuenta con un benefactor muy importante a la hora de afrontar la demanda por despido improcedente que ha interpuesto contra el gigante Disney y la productora Lucasfilm. Los costes legales en los que ella incurra durante esta batalla correrán a cargo del mismísimo Elon Musk, que ha decidido apoyarla al considerar que el trato que ha recibido Gina encaja en la lucha por la libertad de expresión que él ha iniciado desde que compró el antiguo Twitter.
"Hace un par de meses @ElonMusk tuiteó que si te habían despedido de la plataforma (X) por ejercer tu derecho a la libertad de expresión, le gustaría ofrecer a estas personas representación legal. Una oferta muy noble, pero ni en mis mejores sueños habría pensado que alguien aceptaría mi caso contra Lucasfilm/Disney", ha explicado ella en la red social que es ahora propiedad del fundador de Tesla.
Fue la propia Gina quien consiguió que su situación llegara a oídos del empresario a través precisamente de esa red social. En agosto de 2023, Musk se ofreció a financiar los costes legales de las personas que hubieran sido "injustamente tratadas" por sus jefes debido a las publicaciones que compartieron en Twitter antes de su cambio de nombre y dueño, y Gina le respondió rápidamente: "Creo que cumplo los requisitos". Miles de usuarios compartieron su mensaje para darle la mayor visibilidad posible, aunque ella no esperaba ninguna respuesta.
"Para mi sorpresa, hace unos meses recibí un correo electrónico de un abogado que había sido contratado por X para investigar mi historia y la de muchos otros. Resulta que después de enviarles toda la información que pude reunir estos últimos meses, mis ahora abogados y X creen sinceramente en mi caso y siguen adelante".
Gina ha expresado su agradecimiento personal a Elon Musk por ayudarle a sacar su caso a la luz. Él ha respondido haciendo un llamamiento a otros usuarios de X que estén interesados en unirse a la demanda contra Disney.
El controvertido magnate se define como un absolutista de la libertad de expresión y por eso decidió reducir al mínimo la regulación del contenido que se comparte en X para evitar la difusión de discursos de odio, desinformación o discriminación.
Ahí es donde su cruzada se solapa con la de la actriz. Disney anunció en febrero de 2021 que había roto su relación laboral con Gina, y aunque no se mencionó directamente el contenido que compartía en sus redes sociales como el motivo tras esta decisión, la compañía sí añadió que encontraba sus publicaciones aberrantes e inaceptables.
Hasta entonces se rumoreaba que Disney se estaba preparando para presentar una nueva serie ambientada en el universo de 'Star Wars' con la intérprete como protagonista. Lo único que frenaba el anuncio oficial eran los tuits de Gina, que opinaban sobre todos los temas que ponen nerviosos a los relaciones públicas de las celebridades: la vacuna del coronavirus, el movimiento Black Lives Matter, el uso de los pronombres neutros y las elecciones presidenciales de 2020, en las que aseguró que se había producido fraude electoral. Porque la postura de Gina acerca de todos estos asuntos va en contra de la mentalidad liberal que impera en la meca del cine.
La gota que colmó el vaso llegó cuando ella compartió un mensaje en el que, a rasgos generales, comparaba las críticas que reciben los republicanos estadounidenses cuando hablan públicamente de su ideología políticas con la persecución que sufrieron los judíos en la Alemania nazi. Disney decidió entonces que no seguiría interpretando el personaje de Cara Dune en 'El Mandaloriano'.
En la demanda que ya ha presentado, los abogados de Gina aseguran que fue víctima de una campaña de acoso sin precedentes por parte de Disney para destruir su carrera, y ofrecen varios ejemplos del trato tan diferente que recibió en comparación con otros compañeros que también compartían sus ideas políticas a través de Instagram o Twitter. En concreto, menciona a Pedro Pascal, con quien trabajó en 'El Mandaloriano', para recalcar que nadie le penalizó por compartir tuits muy críticos sobre Donald Trump.
Gina busca una compensación económica por el daño que ha sufrido su reputación y su carrera como actriz, y que una orden judicial obligue a Disney a devolverle el trabajo.