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Adoptar plantas autóctonas en peligro de extinción, la propuesta de la UNAM

“Adopta una planta” es un proyecto creado por la UNAM para preservar especies en peligro. Foto: Twitter.com/adoptaplanta
“Adopta una planta” es un proyecto creado por la UNAM para preservar especies en peligro. Foto: Twitter.com/adoptaplanta

El Jardín Botánico de la Universidad Nacional Autónoma de México lanzó el programa “Adopta una planta“, y puso a disposición del público varios ejemplares de especies en peligro de extinción para que puedan ser resguardadas.

En esta primera fase del proyecto, los voluntarios podrán elegir entre más de 60 especies disponibles y llevarse una a su hogar para cuidarla y garantizar su conservación.

Pero existen algunos requisitos y reglamentaciones. La UNAM explicó que se trata de un proyecto que requiere de la responsabilidad de la ciudadanía.

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¿Cuál es el propósito de adoptar una planta?

Además de incentivar el amor y el respeto por la naturaleza y los seres vivos, el programa de la UNAM propone regenerar gran parte de la flora mexicana autóctona, que debido a la sobre explotación y saqueo ilegal, ya no existe en su ambiente natural.

La Universidad propone no centralizar esta responsabilidad solo en el Jardín Botánico, sino hacerlo en conjunto con la sociedad. Mientras más personas planten, hay más posibilidades de recuperar especies originarias y regenerar hábitats completos.

Desde el centro indican que adoptar una planta no es lo mismo que comprarla. Adoptar implica un compromiso superior que simplemente convertirla en una transacción comercial.

La gente puede ser un actor social para la conservación, convirtiéndose en padres adoptivos de una especie en categoría de riesgo. Y, a su vez, convertir sus hogares en un nodo importante para formar una Red Ciudadana para la Conservación de la Diversidad Vegetal de México, explicaron desde la Fundación UNAM.

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¿Cuáles son los pasos para adoptar una planta?

1. Acudir al Centro de Adopción ubicado en el invernadero del Jardín Botánico IB-UNAM en Ciudad Universitaria.

2. Identificar aquellas plantas que están marcadas con el logotipo del Centro de Adopción y elegir la que se quiera adoptar.

3. Se debe llenar un formulario de registro indicando las especies que se quieran llevar.

4. Se debe cubrir una cuota de recuperación para cada planta, el costo estará anotado en la parte trasera de la maceta. La cuota es esencial para el mantenimiento del proyecto

5. Una vez que la cuota esté paga, se hará entrega de un certificado de adopción y un instructivo de cuidados.

6. La información del formulario se integra a una base de datos que le permite al Jardín Botánico mantener un contacto estrecho con los voluntarios para evacuar dudas y solucionar aspectos relacionados con las plantas adoptadas.

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Una publicación compartida de adopta una planta (@adopta.una.planta_) el 7 Oct, 2018 a las 7:37 PDT

¿Qué plantas se pueden adoptar?

Desde la página explican que entre las plantas disponibles hay más de 60 especies de cactáceas, crasuláceas, orquídeas, una especie de agave y otra especie insectívora. También señalan que la disponibilidad de las plantas es variable según la temporada.

El centro también pone a disposición de los voluntarios una clínica vegetal donde podrán llevar un ejemplar si este contrajera alguna enfermedad que pueda poner en riesgo su conservación.

¿Adoptar una planta es un compromiso a largo plazo?

Al registrarse como voluntario y recibir una planta en adopción, es importante saber que ese vínculo requiere de responsabilidad. No solo se la debe cuidar según las indicaciones, sino que también se debe informar periódicamente al Jardín Botánico sobre el estado de la misma.

Además, se la debe mantener bajo estricta custodia cuidando no introducirla en el medio silvestre. Si se quiere regalar o dejar como herencia a la familia, se deberán notificar todos estos pasos en la UNAM para el correcto registro del ejemplar.

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Según palabras de la bióloga Linda Balcázar, coordinadora general del Centro de Adopción, el proyecto de la Universidad mexicana es único a nivel mundial y pretende lograr un enorme cambio ecológico en el país.

“El papel de los padres adoptivos es importante, porque las plantas que adoptaron podrían llegar a ser en algún momento el germoplasma para recuperar alguna población y generar programas que permitieran reintegrar la especie al medio silvestre“, concluyó la experta.

El proyecto está funcionando desde hace cinco años y ya han sido adoptadas cerca de 30 mil plantas y tienen registrados alrededor de 20 mil padres o madres adoptivos. La intención del programa es que en 2019 la cifra de plantas en custodia civil suba a 50 mil.

Dicho todo esto, parece una muy buena idea adoptar una especie en riesgo y darle una pequeña gran oportunidad a las plantas que adornan los paisajes más bellos de México.

@laraenlatierra