Alina Kiliwa la rotulista que le ha regresado los colores a juguerías, taquerías y torterías de la CDMX
Caminar por las calles de la Ciudad de México implica ruido, gente, movimiento y mucho arte callejero. Nuestra capirucha no existe sin artistas como Alina Kiliwa con quien platiqué mientras hacía el rótulo de Jugos Fruturama.
Este puesto de frutas, jugos y tortas, ubicado en la esquina de Liverpool 97, en la colonia Juárez, de la alcaldía Cuauhtémoc, fue uno de los tantos al que le borraron años de historias de sus paredes de lámina.
En mayo de 2022, la exalcaldesa Sandra Cuevas decretó la eliminación de rótulos en negocios con el objetivo de “mejorar la imagen” de la alcaldía. Alina recuerda que sintió coraje y tristeza por la imposición ya que había muchos rótulos que contaban las historias de la ciudad.
“Quitaron parte de la identidad de la ciudad porque había rótulos que ya llevaban años y que aunque se quieran recuperar, pues a lo mejor las personas que lo hicieron ya no pintan. Ya no va a ser igual”.
Eliminan rótulos de la alcaldía Cuauhtémoc/ Foto: CUARTOSCURO
Nos fuimos a dormir y a la mañana siguiente todo era blanco
Nos borraron los rótulos y con ellos nuestras historias. Es imposible no agradecerles a esos puestos de lámina de saciar la sed de miles de capitalinos o salvarnos más de una vez con tortas, tacos y quesadillas.
Los rótulos son de la comunidad, los hacemos parte de nuestro día a día. Una atracción visual que permite ubicar qué se vende. Son parte de las señalizaciones y referencias para dar una dirección. Son nuestros.
En la calle de Abraham Gonzalez, en la colonia Juárez, se ubica El Taquito de David un puesto en donde trabajó el hijo de la señora Luz, quien le ayudaba a atender el puesto de tacos pero que lamentablemente falleció en la pandemia por COVID-16.
El Taquito de David de Taquito Jocoque/ Foto: Pie de Página
La ilustradora Taquito Jocoque realizó una caricatura de David en el puesto de lámina siendo testigo de muchas historias que vivieron madre e hijo pero que después de la orden de “mejorar la imagen”, El Taquito de David quedó en blanco.
Historias como la de El Taquito de David y muchas otras más fueron borradas de la noche a la mañana dejando un hueco difícil de reemplazar para quienes hemos sido parte de estas memorias.
Realmente ¿regresaron los rótulos?
Con la llegada de la nueva administración a la alcaldía Cuauhtémoc, el pasado 24 de octubre de 2024, la alcaldesa Alessandra Rojo de la Vega anunció el regreso de los rótulos de la alcaldía Cuauhtémoc.
A tres meses de que se anunciara con bombos y platillos el regreso de los rótulos, siguen habiendo espacios en blanco listos para llenarse. Los rótulos no han regresado a donde les pertenece. La falta de apoyos para locatarios que no pueden pagar por el trabajo de Alina o de muchos más artistas no es algo que esté dentro del presupuesto o plan de gobierno para regresar los colores a la Cuauhtémoc. Hace falta más que solo voluntad.
Rotulista Alina Kiliwa/ Foto: Paulina Figueroa (Animal Gourmet)
Aunque los puestos pueden volver a llenarse de colores muchos propietarios no se pueden dar el lujo de volver a pagar por un rótulo, incluso hay quienes prefieren no invertir ya que piensan que puede regresar nuevamente la orden de borrarlos.
Un rótulo es una inversión, pagar para que un puesto tenga colores no es solo por estética o identidad sino para atraer a clientes. Alina Kiliwa plantea la iniciativa Adopta un Rótulo en la que propone que marcas o el gobierno paguen por el trabajo que hacen los rotulistas y así regresarle a la Cuauhtémoc lo que le quitaron.
“Estaría bien que se hicieran cargo, que hagan algo para tratar de recuperarlos. No se va a lograr hacer lo que era antes, porque había rótulos que yo creo que llevaban años en estos espacios”.
Alfredo, propietario de Jugos Fruturama, ve una nueva oportunidad en los rótulos. Decidió pagar por el trabajo de Alina y regresarle las letras a su puesto de jugos, aguas, licuados y frutas. Está convencido en que eso le traerá más clientes, que en su mayoría son oficinistas.
Arte como forma de protesta
Alina Kiliwa es una de las artistas más reconocidas de la Ciudad de México. Sus rótulos, murales y letras le han dado la vuelta al mundo. Ha colaborado con marcas de renombre como Nike, Puma y Adidas.
Asegura que como artista tiene una responsabilidad social que la ha hecho usar su arte como medio de protesta. Formó parte del grupo de mujeres que pintaron el Ángel de la Independencia con la frase “México Feminicida”, como protesta por los 11 feminicidios que ocurren a diario en nuestro país.
Pintas feministas en el Ángel de la Independencia/ Foto: archdaily.mx/
De pequeña caminaba por las calles de su colonia y observaba los rótulos, cuando creció pudo leer lo que las paredes le decían. Desde entonces sabía a qué se dedicaría el resto de su vida.
“Siempre me quedaba viendo los rótulos, cuando aprendí a leer me gustaba ir leyendo todos los letreros que había en las calles. Antes pues la mayoría eran rótulos hechos a mano, que a veces estaban en las carreteras o avenidas donde anuncian los sonideros o los conciertos”.
La escuela enseña pero la calle da de comer
Alina Kiliwa es diseñadora, rotulista, calígrafa y artista del lettering, títulos que no han sido fáciles de obtener. La joven artista estudió diseño gráfico, sin embargo, las calles la acercaron primero al grafiti y después a los rótulos, una profesión “para hombres” que en un inicio la rechazó por el hecho de ser mujer.
La negación hizo que Alina se aferrara más a su deseo, aprendiendo de mujeres que ya pintaban rótulos y que la cobijaron. El primer rótulo que hizo fue hace más de 10 años en la carnicería de un vecino. Asegura que los rótulos y las garnachas chilangas van de la mano, no es casualidad que la palabra que más repite en sus rótulos sea “Taco”.
Trabajo que realizó en Madrid Alina Kiliwa/ Foto: @alinakiliwa
De la vista nace el amor, al transeúnte hay que seducirlo con una buena imagen que lo invite a comer. “Creo que la estética que da más identidad visual a la ciudad es la que va ligada a la gastronomía y a la comida mexicana”.
En la actualidad, Alina Wilika cuenta con el curso Rotulación tradicional a mano sobre vidrio en Domestika con la intención de que las nuevas generaciones interesadas en el arte del rotulismo cuenten con las herramientas necesarias.
La artista asegura que su profesión es bien pagada siempre y cuando se trate bien a los clientes que son quienes se encargan de recomendar tu trabajo. Alina augura un futuro prometedor para los rótulos ya que afirma que la gentrificación también ha llegado hasta ellos.
“Creo que ahorita hay un boom de que todos quieren rótulos en su negocio, hasta los negocios más fresas ya tienen rótulos. Entonces creo que un poquito también se está gentrificando, pero para nosotros está bien porque es más trabajo”.
La gentrificación o boom al que hace referencia Alina tiene que ver con la nueva ola de taquerías que surgieron en la capital, todas con un mismo estilo: letreros grandes llamativos que buscan ofrecer a los extranjeros la experiencia de un local de barrio. ¿Es buena o mala la gentrificación? Te invito a leer nuestro reportaje Gentrificación Alimentaria en México: Más allá de las salsas que no pican y los menús en inglés.
Por lo pronto, sigamos de cerca el trabajo de Alina Kiliwa, así como el regreso de los rótulos en la alcaldía Cuauhtémoc, porque tarde o temprano regresarán al lugar donde pertenecen.