¿Amigo de tu jefe? 6 tips para lidiar con este complicado vínculo

En promedio, las personas pasan 40 horas semanales en el trabajo. Por lo tanto, es muy común que te hagas amigos en este ámbito en el que permaneces durante tanto tiempo.

El tema se complica cuando la amistad es con tu superior. Ser amigo de tu jefe no es fácil, porque es una relación muy demandante en la que se ponen en juego constantemente el trabajo y la amistad.

Foto: Zinkevych/iStock
Foto: Zinkevych/iStock

Un estudio publicado en el Journal of Experimental Social Psychology halló que ser amigo del jefe podría tener una consecuencia involuntaria y costosa. Así es: según la investigación, en ciertas situaciones, los gerentes se sienten obligados a ser más duros con un colega que es también un amigo, en lugar de favorecerlo como se podría pensar.

Los investigadores descubrieron que cuando un jefe se enfrenta a una decisión que se hará pública en toda la empresa o sector, como decidir qué colega merece un bono, es menos probable que se lo dé a un amigo (aunque se lo merezca) para mostrarse como un superior imparcial.

Sin embargo, si se trata de una decisión que queda en el ámbito privado, no tendría ningún problema en recompensar a su merecido amigo.

¿Tienes un jefe/amigo?

Si estás en esta situación, te damos algunos consejos para que puedas llevar adelante la amistad con tu jefe de una manera saludable para ambos.

1. Hablen abiertamente sobre la situación. Si tu gran amigo del trabajo ha sido promovido y ahora es tu jefe, lo mejor que podrían hacer es hablar sobre el tema. Yvonne Blockie, counselor especializada en empleos, sugiere en el sitio Monster, decirle algo como: "Como gerente ahora las cosas pueden cambiar un poco, pero hemos sido amigos, y creo que lo importante es que nos apoyamos mutuamente. Estoy realmente aquí para apoyarte y ayudarte a tener éxito".

2. Nunca te olvides que es tu jefe. Por más que salgan a beber juntos o hagan planes durante el fin de semana, en el trabajo ese sujeto es tu jefe y debes tratarlo como tal.

Por ende, desde The Muse, sugieren: "No te quejes indefinidamente por los deberes de tu cargo. No hagas bromas sobre cuál de tus compañeros de trabajo debe ser despedido. Y, por favor, no te emborraches frente a él. Sí, ustedes son amigos, pero de todas formas debes hacer un esfuerzo para defender y cuidar tu reputación profesional. Después de todo, tu ‘amigo’ puede despedirte".

3. No presumas tu amistad en la oficina. Es una actitud bastante desagradable que te pondrá en el ojo de la tormenta con tus compañeros de trabajo. Con esto no estamos diciendo que deberías ocultar la relación, pero tampoco alardear con tus colegas, especialmente si tu jefe no tiene el mismo vínculo con otros miembros del equipo.

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4. Ten cuidado con lo que compartes en las redes sociales. Este es otro punto que deberían discutir también. ¿Publicarán en Instagram, fotos de sus salidas a cenar? ¿Se harán bromas por Twitter? Hablen de estos aspectos para evitar generar roces al respecto. Y sí, deberían saber que al hacer personal un vínculo profesional, muchos colegas podrían sentirse excluidos o incómodos o desde la empresa podrían mirar con malos ojos su relación de amistad.

5. No intentes sacar provecho de tu amistad con el jefe. En la oficina, tu superior debería tratarte del mismo modo que a cualquier otro empleado, y tu deberías esperar lo mismo. El favoritismo no hace más que generar rencores en el equipo de trabajo y, convertirte en el ‘favorito’ que ingresa a la oficina del jefe sin golpear la puerta, empeorará tu reputación profesional y generará un pésimo clima laboral.

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6. Sean inclusivos. "El hecho de que tengas una excelente relación con tu jefe no significa que formen una camarilla de oficina exclusiva que ningún otro compañero de trabajo pueda penetrar. Para evitar cualquier conflicto o sentimientos heridos, hagan un esfuerzo por incluir a otros", sugieren desde The Muse. Por ejemplo, si van a un happy hour, extiendan la invitación a todo el equipo o compartan sus almuerzos con otros colegas.